Rodrigo Blanco Calderón es el autor venezolano que, meses atrás, fue distinguido con el III Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa. Ese logro ya es de por sí un motivo de peso para no perderlo de vista, pero hay en torno a este escritor numerosas cuestiones que lo vuelven interesante.
Con el objetivo de saber más sobre su vida y su trabajo, lo contacté por Twitter, la red social donde ya acumula más de doce mil seguidores. Su blog también fue un espacio de consulta a la hora de averiguar cómo escribe y piensa el creador de “The Night”.
El archivo de Poemas del Alma, por su parte, contribuye a descubrir a Blanco Calderón en su versión de cuentista ya que, entre miles de publicaciones vinculadas al mundo de las letras, aparece un artículo centrado en su libro “Los terneros”.
¡A leer y disfrutar, esta vez de la mano de un magnífico creador de ficción nacido en Caracas que decidió afincarse en Málaga!
– ¿Por qué y para qué te dedicas a la creación literaria?
– Nunca me he preguntado eso. Esa es una preocupación de la sociedad, que no sabe bien cómo manejar una actividad “improductiva” como la literatura, o de quienes tienen una legítima curiosidad sobre el proceso creativo, el cual es, en esencia, indescifrable.
– ¿Te sientes más cómodo desarrollando cuentos o novelas? ¿Razones?
– Ahora me siento más cómodo con la novela. La novela es como el béisbol: permite interrupciones para ir al baño o salir a comer algo. El cuento es como el tiempo extra de un partido de fútbol: requiere intensidad y concentración totales.
– La convulsionada realidad que atraviesa Venezuela, en tu caso, ¿cómo influye en tu escritura? ¿Condiciona, limita, inspira…?
– La crisis venezolana hasta ahora ha sido el marco mayor de mis historias. Mis cuentos y novelas pasan por el umbral de haber presenciado el suicidio de mi país y la experiencia de replantearme, como individuo y como persona que pertenece a un colectivo, mi identidad.
– ¿Consideras que eres el escritor al que aspirabas en el inicio de tu carrera como narrador? ¿Qué balance haces del camino profesional que llevas recorrido?
– De adolescente, cuando decidí ser escritor, me imaginaba que sería como una versión venezolana de Bryce Echenique. Sin embargo, mis libros terminaron siendo mucho más oscuros y menos graciosos. Hasta ahora he sido afortunado: he escrito y mis libros han sido publicados y leídos.
– ¿Qué te provoca haber ganado la III Bienal de Novela Vargas Llosa?
– Ha sido la alegría más grande que me ha deparado el mundo editorial. Un honor inmenso que he podido compartir con mi país en un momento de su historia donde no abundan las buenas noticias.
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