Rolando Kattan, respuestas en 280 caracteres

A poco de haber ganado el XX Premio Casa de América de Poesía Americana en reconocimiento a su obra titulada “Los cisnes negros”, el hondureño Rolando Kattan aceptó responder vía Twitter un cuestionario breve a pedido de Poemas del Alma.

Es interesante resaltar que este autor que años atrás fue uno de los invitados de la edición número ocho del Encuentro Internacional de Poetas Poesía en Paralelo Cero posee una amplia experiencia como poeta, además de promover desde hace tiempo el patrimonio literario de su país.

“Luciérnaga de otoño”, “El árbol de la piña” y “Poemas de un relojero” son algunos libros a tener en cuenta por aquellos que deseen apreciar las habilidades de Rolando Kattan para la escritura.

¿Cuáles son, desde tu punto de vista, los aspectos o cuestiones que hacen única a la literatura hondureña?
– Lo mismo que nuestras biosferas, lugares inexplorados, riqueza endémica, un jardín de esos cuidados por Natura y no por el hombre. A veces es mejor definirlos en sus especies y decir: Rigoberto Paredes, Roberto Sosa, José Luis Quesada o Edilberto Cardona Bulnes.
¿Qué ves cuando observas tus libros?
– Vivimos en una época con características insulares, a pesar del torrente informativo. Por eso me gusta una idea más personal de un libro, como un epistolario. Cuando un libro de poemas llega a su lector se consuma un milagro, aquel de la botella, la carta y el mar.
¿Cómo calificarías o definirías la experiencia lectora que ofrece tu obra titulada “Luciérnaga de otoño”? ¿Razones?
– Cuando las cosas eran menos descartables, los objetos tenían muchísima fuerza discursiva, este tiempo nos orilla al mutismo que produce la estridencia. En “Luciérnaga de otoño” invito a esas conversaciones fuera de la frontera de la lengua.
¿Qué te brinda el género poético y qué consideras que le aportas a él?
– El lenguaje poético desborda la racionalidad y se adentra en el misterio. Por ello es capaz de dialogar con emociones, con olvidos, con búsquedas, todas universales, pero paradójicamente muy íntimas y personales.
¿Con qué motivaciones y propósitos ideaste “Los cisnes negros”, material que te permitió obtener el XX Premio Casa de América de Poesía Americana?
– En el sitio en donde los sueños suceden, ahí también se desbaratan los imposibles. En “Los cisnes negros” busco esos lugares, ensayar algunos trazos, algunas líneas para una cartografía íntima, un caminito de regreso.



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