Las respuestas al cuestionario previsto para hoy nos invitan a conocer en profundidad cómo piensa, trabaja y siente la poesía Rosa Berbel, una joven autora española que vale la pena descubrir y tener en cuenta al momento de seleccionar nuevas lecturas.
“Las niñas siempre dicen la verdad” es una excelente carta de presentación ya que con este libro, tal como informamos tiempo atrás en Poemas del Alma, Rosa obtuvo el XXI Premio de Poesía Joven Antonio Carvajal. Antes, esta talentosa exponente del universo poético que nació en el municipio sevillano de Estepa en 1997, se había consagrado ganadora de la IV Edición de Ucopoética.
De querer encontrarla y contactarla a través de las redes sociales, no hay más que rastrear su nombre en Facebook y en Twitter, donde ya acumula más de novecientos seguidores.
– La poesía, en tu caso, ¿por qué y para qué?
– Por su elasticidad y sus fuegos artificiales. Por lo que tiene de conjuro, de riesgo y experimentación. Y supongo que también para eso, para mezclar, borrar, inventar, para decir sí y decir no.
– Más allá de haber ganado varios galardones, ¿cuál sientes que es tu mayor logro como escritora?
– Acabo de empezar en esto, no creo tener grandes logros. Pero me considero inconstante y bastante crítica con lo que escribo, así que haber puesto punto y final a un libro, felizmente publicable, es ya para mí un éxito.
– Desde tu punto de vista, ¿qué características debe reunir una poesía para dejar huella en el lector?
– No sé. Como lectora, me gusta la poesía abierta a la sorpresa, a la contradicción y la imprecisión. Una poesía que más que ganas de escribir o leer (como me pasa con un cierto tipo de poesía muy correcta y formalmente muy virtuosa), me dé ganas de salir a la calle y vivir cosas.
– Al dedicarte a la escritura siendo mujer, ¿cómo es tu experiencia teniendo en cuenta la lucha por conseguir igualdad de género en un mundo tradicionalmente machista?
– Pienso, sobre todo, en lo positivo que me ha dado el feminismo en el ámbito poético: lecturas y referentes apasionantes, honestidad, seguridad, convicciones y una nueva forma, más solidaria y horizontal, de estar en el mundo.
– ¿Qué es lo más complejo de la actividad poética y cómo lo resuelves para alcanzar los resultados deseados?
– Encontrar el equilibrio entre la vanidad y la autodestrucción. Y no sé cuál es el remedio.
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