En 2017, María Merino hizo foco en las obras imprescindibles para descubrir las habilidades literarias de Rosario Raro. En ese artículo de Poemas del Alma, como recordarán muchos de ustedes, se recomendaron “Desarmadas e invencibles” y “Volver a Canfranc”, además de aludirse a “La huella de una carta”. Ahora, a fin de conocer más en profundidad a la autora detrás de estos materiales de lectura, los invito a descubrir cómo piensa y trabaja esta española que se doctoró en Filología y dirige el Aula de Escritura de la Universitat Jaume I.
Si quieren mantenerse al tanto de sus novedades profesionales o hacerle llegar comentarios sobre sus libros, pueden visitar su sitio web, pedirle amistad en Facebook o seguirla por Twitter, la red social a través de la cual Rosario aceptó generosamente y con una amabilidad extraordinaria responder un cuestionario que invita a desarrollar ideas en no más de 280 caracteres.
A horas de haber asistido al Instituto de Estudios Altoaragoneses de Huesca para hablar junto al profesor Luis Gómez y al escritor Ramón Acín de “El Alto Aragón como motivo literario”, Rosario Raro enriquece las tuittrevistas de Poemas del Alma con declaraciones y reflexiones que valen la pena disfrutar y tener en cuenta.
– Cuando firmas ejemplares, ¿cómo logras que cada uno de tus lectores se sienta especial a través de tu dedicatoria?
– Hola, @VeroPress, sobre todo intento que la dedicatoria le hable a ese lector en concreto, que sienta que solo puede estar dirigida a él y que así la sienta. La dedicatoria manuscrita como paratexto del libro que es también, considero que debe tener también ese carácter literario.
– En “Desarmadas e invencibles” visibilizas a muchas mujeres y en “La huella de una carta” se advierte valentía femenina. ¿Sientes que la solidaridad de género es la única forma de hacer justicia frente al poder de los hombres?
– Creo que la clave para avanzar en este aspecto está en la solidaridad de todos, indistintamente del género, lo que debe prevalecer es la justicia, la igualdad en la consideración de cualquier ser humano. También sucede como dices en “Volver a Canfranc” con Jana Belerma.
– ¿A qué clase de lector/a le recomiendas “Volver a Canfranc”?
– Hasta el momento esta historia ha llegado ya a más de 50.000 lectores. Entre ellos hay militares, ferroviarios, maestras jubiladas, adolescentes, personas de mediana edad y de todo tipo y circunstancia o condición. Esto me satisface mucho.
– Al observar detenidamente tus obras, ¿qué encuentras?
– Rasgos comunes como la necesidad de bucear en lo que no se ha contado todavía o se ha pretendido mostrar solo parcialmente, atendiendo a determinados intereses. No quiero eludir el compromiso social, quiero aportar algo de luz sobre historias intencionadamente olvidadas.
– Teniendo experiencia literaria y estando al frente de un Aula de Escritura, ¿qué le sugieres a quienes crean relatos con la esperanza de, algún día, cautivar con ellos a críticos, jurados y público en general?
– Que no tengan prisa porque como dijo José Manuel Caballero Bonald: “las prisas son la carcoma de la literatura” y que empleen en releer, revisar, corregir y reescribir el triple de tiempo que en escribir. Cuanto más trabajo, mejor. Gracias por esta tuittrevista, @VeroPress 🙂
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