Una producción interesante y la posibilidad de aprender de él a través de múltiples talleres es lo que ofrece Santiago Gil, periodista y escritor de origen canario que, a pedido de Poemas del Alma, contestó la tuittrevista que compartimos a continuación.
Sus respuestas breves concentran mucha, y muy buena, información. Si bien el foco de los contenidos apunta a “Mediodía eterno” y a “¡Vuela!”, existen otras publicaciones (como “El destino de las palabras”, “El gran amor de Galdós”, “Té matcha” y “El niño Luján”) que dejan en evidencia la habilidad de este autor para adaptarse tanto a diversos géneros literarios como a diferentes generaciones de lectores.
Aquellos que deseen aprovechar las redes sociales para mantenerse al tanto de las actividades y novedades profesionales del también creador de libros como “Queridos Reyes Magos”, “Trasmallos” y “La puerta de la jaula”, tomen nota del usuario que Santiago Gil usa en Twitter: @SantiagoGilG, donde elige mostrarse a través de una fotografía realizada por Daniel Mordzinski, la misma que se puede ver en esta publicación.
– Desde tu punto de vista, ¿es más complejo dedicarse al periodismo o a la literatura? ¿Razones?
– El periodismo cuenta la vida como es y la literatura como uno la imagina o como querría que fuera. En mi caso, se complementan las dos miradas, porque ese mundo inventado de las novelas nace casi siempre de la mirada cotidiana de la vida que cuenta el periodismo.
– Al impartir talleres de escritura, ¿qué priorizas para que las clases dejen huella o experiencias fructíferas en los asistentes?
– En los talleres de escritura recuerdo siempre que el único camino para aprender escribir es el de la lectura. Lo demás es trabajo, disciplina y búsqueda de la voz propia. La magia ya depende de la suerte, de la vida y del propio esfuerzo.
– ¿A partir de qué motivaciones surgió “Mediodía eterno”? ¿Cómo fue el proceso creativo de este libro?
– Mediodía eterno nace de mi fascinación por el pintor Jorge Oramas. Desde la ficción trato de contar cómo alguien, cuando ve la muerte cerca, solo encuentra consuelo en la belleza y en la intensidad de cada una de sus vivencias y de sus pinceladas.
– ¿Qué pretendes o sueñas lograr a través de tus obras literarias y de qué modo trabajas para conseguirlo?
– En las obras literarias dejamos sombras de quienes somos, de quienes éramos y de quienes soñamos ser algún día. Se busca a ciegas, tanteando en nuestros adentros y en todo lo que vemos, intuimos y leemos. Uno vive más allá del cuerpo cuando está escribiendo.
– ¿Cuál es el mayor encanto que le encuentras a “¡Vuela!”? ¿Por qué vale la pena recomendarle esta lectura a los niños?
– ¡Vuela! está escrita por el niño que queda dentro de mí para los niños que son capaces de ver más allá de lo que tienen delante. Se ha publicado como cuento infantil, pero la escribe “un niño” de 55 años que trata de contar los vuelos de la vida y de la palabra.
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.