Sobre mi poesía – Mario Meléndez

Una entrevista por Marcelo Mallea y un texto por Xavier Oquendo Troncoso.

ENTREVISTA A MARIO MELÉNDEZ

por Marcelo Mallea

1- ¿Qué elementos están presentes en tus creaciones y qué efectos tienen sobre ellas?

El amor, la muerte, lo social, lo lúdico, lo episódico, pero también las palabras ya no como instrumentos del lenguaje, sino como personajes de una realidad fragmentaria, como seres que también tienen algo que decir en este mundo que aliena y enmudece. Las palabras reivindicando una conciencia social encarcelada, sometida, sustentada en la decadencia del discurso, en el culto a la mentira, la traición, el desamparo.

2- ¿Cómo definirías el estilo de tu trabajo?

Me gustaría contestar citando lo que Picasso dijo alguna vez: “Si el tema me pide cierto medio de expresión, adopto ese medio sin vacilar. Móviles diferentes exigen métodos diferentes. Ello no implica evolución ni progreso, sino un acuerdo entre la idea que quiero expresar y los medios de expresar esa idea”.

3- ¿Existe una influencia fuerte de algún creador conocido o desconocido en tu obra?

La tradición poética latinoamericana es un hecho permanente. No se puede desconocer a Vallejo, Neruda, Huidobro, Parra, Cardenal, etc., como también otros autores universales afines (Dylan Thomas, Ritsos, Maiakovsky, Milosz, Pavese). Pero quisiera resaltar el influjo de la plástica en mi poesía. Algunos de mis textos son muy visuales y esto se debe al interés que siempre he demostrado por las obras de los grandes maestros, sobre todo impresionistas y surrealistas.

4- A tu juicio… ¿cuáles son los pasos definitivos para entender la poesía contemporánea en nuestro país y a la vez hacerla más popular?

A mi modo de ver, el fin último y primero de la poesía ha sido comunicar, por mucho que algunos charlatanes insistan en arrastrarla a sombríos lugares para ser comprendida sólo por ellos mismos. La poesía joven chilena está pasando por una crisis de identidad donde la pirotecnia y el barroquismo son los invitados de honor. Esto ocurre fundamentalmente con la poesía que llamo “universitaria” y la originada al amparo de ciertos talleres capitalinos. Tal vez el antídoto lo encontramos en Juan Luis Martínez quien señala: “Los pájaros no ignoran que muchos poetas jóvenes torturan las palabras para que ellas den la impresión de profundidad. Dispersan dispersas migas en el territorio de lo lingüistico para orientarse en el regreso (pero no regresan) porque no hay a donde regresar y porque también ellos mismos se desmigajan desde una muda gritería. Finalmente el silencio se los traga”.

5- ¿Cuál es tu opinión del momento actual de la poesía en provincias?

Ocuparé la palabra inocencia en dos aspectos. Uno tiene relación con el poeta en estado salvaje o de pureza, de embriaguez, si se quiere, no contaminado por las modas literarias ni los círculos de intelectuales, que no son otra cosa que pequeñas mafias o triadas a la siga de un hueso o miga sobrante en alguna mesa estatal o partidista. Y en directa relación con lo anterior, el aislamiento, la ausencia de centros de discusión real, la eterna autoedición de las obras y la falacia que tu trabajo es inferior al de aquéllos que usurpan y profitan en dichos espacios. El poeta de provincia es un náufrago que jamás verá la orilla, porque no hay orilla para él. El mar es para los osados, aunque, a veces, no tengan talento. Y eso es triste en el Chile de hoy, precedido por una tradición poética formidable.

6- ¿Cómo harías para que la poesía fuese mediática y pudiese estar más presente en los medios de comunicación?

Yo creo que todo es posible. La poesía no debe ser excluida ni excluyente. Lo importante es no esconder el lenguaje y tampoco abstraerse de aquellos medios de difusión masiva. En relación con lo anterior, el diálogo o convivencia de tu obra con otras disciplinas como el cine, la fotografía, el teatro, la pintura aseguran un mayor desarrollo y divulgación de la misma.

7- ¿Qué papel juega el internet en la gestión de los poetas para dar a conocer sus obras?

Es interesante la posibilidad de masificar tu trabajo y sacarlo ya no solamente del contexto regional para llevarlo a un plano mayor de exposición y alcance. Pero al igual que todos los días vemos la edición y autoedición de textos impresos que son intrascendentes, así internet está plagado de pésima literatura. Todo tiene un doble juego. Y esto a veces confunde y aparta de lo real, que es la obra finalmente.

8- Cuéntanos un poco de tus proyectos futuros.

Estoy preparando el libro “Vuelo Subterráneo” que es una suerte de antología donde reúno lo más representativo de mi creación poética. También una muestra de la poesía joven chilena llamada “Tábanos” donde aparecen algunas de las voces más representativas de la actualidad. Son muchas las cosas que uno siempre tiene en la cabeza, lo importante es no detenerse. En relación con esto, vuelvo a Picasso: “Nunca hay un momento en el que puedas decir he trabajado bastante y mañana es domingo. Tan pronto como terminas, vuelves a empezar. Puedes dejar a un lado una obra diciendo que ya no la tocas más. Pero nunca puedes poner la palabra fin”.

9- ¿Qué rol le otorgarías al Gobierno en la gestión de cultura, especialmente en la poesía?

Chile cuenta con dos Premios Nobel de Literatura que no han logrado reivindicar el valor del poeta en la sociedad. Creo que cuando un gobierno confunde la cultura con circo romano, subestima y ofende a la gente que convoca. Proyectos como el Fondo del Libro, Fondart, las Fiestas de la Cultura y otros, no son sino negocios inventados por algunos para justificar la mediocridad y ampliar su patrimonio económico. No puedo otorgar ningún rol a gobiernos que históricamente jamás han estado interesados de manera honesta y verdadera por el destino del arte, y menos, de la poesía.

10- ¿Crees que las empresas editoriales están interesadas en la poesía?

Sería una estupidez que las editoriales se preocuparan por la poesía cuando hay tantos temas más significativos y trascendentes. En este sentido, biografías como las del cura Tato, La Geyssa, Axe Bahía, El Tila son fundamentales para entender nuestro ser latinoamericano. Debería agregar Melame y el Indio Pícaro. Que quiero decir con esto; si no están o no se crean o recrean las condiciones para que la poesía forme parte del interés social, jamás llegará en forma masiva a la gente. Esto pasa por un cambio radical en las estructuras de poder dirigido fundamentalmente a la educación. Y no hablo de llenar los colegios de bibliotecas, y cosas así. Me refiero a que la poesía, y el arte, en general, formen parte de nuestras vidas, como ocurre con la televisión, el fútbol, el internet, y para ello debe existir un proceso de reinserción generando condiciones que lo hagan posible.

11- ¿Piensas que Santiago debe descentralizar el nivel, cantidad y calidad de las actividades culturales?

Uno nunca debe esperar nada de los demás, y menos de los aparatos del poder. Debemos ser capaces de construir nuestro propio destino, nuestra propia historia (no importa el lugar ni las condiciones) y para ello es necesario que asumamos una tarea colectiva, de trabajo común. En la medida que nuestro individualismo de paso a una conciencia social, tendremos la oportunidad de generar los espacios que encaucen esta idea. Siempre esperamos de los otros lo que en definitiva nunca llega. Si no estamos dispuestos a proponer y asumir lo que nos toca en suerte, seguiremos esperando eternamente. Lo demás, son hechos anecdóticos de vida que no formarán parte de inventario alguno. Acaso el del olvido.

12- ¿Se pueden generar los recursos suficientes para vivir de la poesía?

No debemos olvidar que somos pueblos tercermundistas. Pequeños enclaves donde la tradición cultural siempre ha sido postergada, donde los modelos de vida de las grandes potencias (mal imitados, por cierto) se adoptan sin vacilar, donde los Mc Donalds, los Malls, los supermercados, y en definitiva el consumismo se han convertido en una verdadera religión, donde el fútbol y la política reemplazaron a las ideas, donde la televisión (que nació con fines educativos) se reduce ahora a una gran vitrina mercantilista. Resultado de lo anterior: generaciones vacías, sin cuerpo, sin sustancia, sin peso específico, con juventudes estereotipadas, carentes de creatividad, y que sólo se limitan a repetir conductas ajenas por pereza o falta de estímulos. Tal vez un día la gente se aburra de todo eso y empiece a mirar más en sí misma y en los otros, y a centrarse en temas que no la adormezcan y banalicen. En este contexto pensar en obtener una retribución digna por parte de la poesía es tan utópico como encontrar un marciano con bigotes.

13- Háblanos un poco de tu vida. ¿Cuál fue el primer hecho que marcó tu opción por la poesía?… ¿existe alguna imagen fuerte o poderosa que puedas describir?

Yo creo en el arte como un destino que viene alojado dentro de nosotros, en nuestra cápsula humana. Y en algún momento llegamos a él o él nos encuentra, da lo mismo. La poesía, de alguna manera, me vino a rescatar del individualismo para convertirse en una herramienta de denuncia en la cual planteo una forma de vida tan ajena a los cánones sociales imperantes. Es la antítesis de todo eso, y debe estar alerta ante cualquier hecho que atente contra la dignidad y esencia del ser humano y del entorno que lo rodea. Esa siempre ha sido mi opción. Un arte no comprometido sólo esconde el miedo y la instrumentación de los otros, que está siempre latente.

14- ¿Puedes regalarnos algún poema que ilustre mejor o que globalice tu obra?

LA PORTADORA

Ella sacó a pasear las palabras
y las palabras mordieron a los niños
y los niños le contaron a sus padres
y los padres cargaron sus pistolas
y abrieron fuego sobre las palabras
y las palabras gimieron, aullaron
lamieron largamente sus ciegas heridas
hasta que al fin cayeron de bruces
sobre la tierra desangrada
Y vino la muerte entonces
vestida con su mejor atuendo
y detúvose en la casa del poeta
para llamarlo con gritos desesperados
y abrió la puerta el poeta
sin sospechar de qué se trataba
y vio a la muerte colgada de su sombra
y sollozando
“acompáñame”, le dijo aquélla
“porque hoy estamos de duelo”
“y quién ha muerto”, preguntó el poeta
“pues tú”, respondió la muerte
y le extendió los brazos
para darle el pésame


LA POESÍA DE MARIO MELÉNDEZ

Lo conocí en Santiago. Tenía en sus ojos eso que unos llaman entusiasmo, pero que yo prefiero llamar luz para las cosas, para los objetos. Así como debió ser Víctor Jara, cuando caminaba por las calles y le apetecía saludar, así Mario prefería mirar las cosas, y hacer que las cosas oscuras, fúnebres, enormes, sean luz. La luz de su mundo, de su poesía. Lo recuerdo tan entusiasta y tan sano, tan libre de egoísmos y de itsmos infiltrados siempre en las poses de los hombres talentosos que tiene nuestra América. Apuesto cualquier cosa que Meléndez ahora mismo está tramando algo en amor a la poesía. Está queriendo construirse unas escaleras locas “para sacarle los clavos/ a Jesús el nazareno”, a ese utópico evento que nos cambia la vida cada día, que es la poesía.

He releído su poesía y he hecho que muchos la lean. Me encanta que sea tan franco con él, con nosotros, con el lenguaje. Que diga las cosas que hay que decir, con absoluta astucia, con un aire de suficiencia, como que con su trabajo podemos salvarnos, y nos salvamos. Mi amigo y compañero Mario Meléndez, es un poeta desde cualquier perspectiva.

Vamos a enfrentarnos a él desde lo literario, solamente, para vincularlo en el tiempo y en el espacio.

Primer recurso: la expresión directa, aquello que otros llaman la direccionalidad del discurso. En Meléndez hay un rasgo dúctil y diáfano que ayuda a que su discurso sea directo, casi a lo antipoético, es decir, desusar aquellas imágenes crípticas para asumir, inclusive, el lugar común, como un recurso nuevo y establecido que asombre. Este recurso es la metáfora insólita. El discurso de Meléndez es inaudito para muchos, pero siempre deja una dosis de enorme bifocalidad, de aquello que el lenguaje tiene en su matriz, pero que no todos podemos usarlo siempre, que es la connotación sobre el hecho denotativo. Este es su principal recurso.

El segundo recurso es netamente social: el enfoque de los temas sobre la unidireccionalidad que, parece, pasa por todos los subtemas que sus imágenes entregan a lo largo de un poema. Recuerdo tanto aquel bello poema dedicado al maestro Huidobro, en el que Meléndez se aferra a un sentido primero que es la autocontemplación desde el poeta grande hacia el aprendiz, para terminar hablando del mundo en su substancia.

Tercer recurso: el ritmo. Sin su propio ritmo no entenderíamos a Meléndez. Ese ritmo tan arrítmico, desde la visión total del ritmo que lleva a rima. En Mario se produce un efecto (para mí lo mejor de su poética) de depuración absoluta en el corte de los versos, en las pausas, en las cesuras exactas, que nos hacen a sus lectores navegar en aguas de absoluta libertad creativa, ajustándonos a un inusual ritmo.

Esta es la voz nueva que propone. La que dice algo nuevo. O lo mismo, pero de distinta forma. Esta es la voz nueva de la poesía chilena que ha logrado “torear” la excelsa sabiduría de la poesía de los grandes referentes chilenos. Un poeta total, que lleva la luz de la palabra en su poesía que navega en quien la lee y la escucha.

Ni más ni menos.

Xavier Oquendo Troncoso
Quito, Ecuador
4 de agosto de 2002

Más información sobre Mario Meléndez

Comentarios2

  • Homidio opazo martinez (poeta talquino)

    ola amigo deceo saber cmo lo estas pasando en mexico, yo en talca estoy bién escribiendo poesía romántica ,porfavor mandame tu correo

    suerte!!!

  • Paula

    Hola Marcelo.
    Te extrañamos mucho pero estamos felices de que estes por allá para que todo el mundo se dé cuenta lo grande que eres.
    Te queremos muchisimo.



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