La música y la literatura son artes que cautivan a Valentina Vidal y la estimulan a dejar aflorar su sensibilidad y creatividad.
Esta autora argentina nacida en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires va sin prisa pero sin pausa construyendo una producción literaria que le permite ir despertando el interés de una gran cantidad de aficionados a la lectura.
“Fondo blanco”, “Fuerza magnética”, “Volátil” y “La pared” son las obras que ha lanzado hasta el momento, aunque no hay que perder de vista que textos elaborados por Valentina han sido incluidos en diferentes antologías.
Para entrar en contacto con ella y descubrir cómo avanza su carrera, X es una excelente y rápida alternativa. Por dicha red social en la cual acumula más de 2.400 seguidores, Valentina Vidal respondió con entusiasmo la tuittrevista que hoy damos a conocer en Poemas del Alma.
– ¿Qué te hizo sentir, creer y pensar o cuestionar el proceso creativo de “Fuerza magnética”?
– Con FM aprendí que del caos se aprende. Que para hacer literatura hay que entregar todo. Que los párrafos no caen como manzanas, que hay que a ir a buscar, excavar, pulir, tratar de superar las propias limitaciones del lenguaje. Que sino la historia nunca va a latir.
– ¿Cuáles son las sensaciones y reflexiones que te genera «Volátil»?
– Volátil me enseñó que cuando un registro te toma el cuerpo no hay que resistirse. Porque fluye como un río, y los planes son una intención hermosa que siempre se ve alterada. El desafío es incorporarla y que se vuelvan parte de tu plan, aunque termine en la orilla opuesta.
– ¿Cómo nació, motorizado por qué intenciones o propósitos, el contenido de “Fondo blanco”?
– Es un libro de cuentos de terror que escribí hace muchos años. Me quería divertir con el género, me encanta, soy muy fan. Fue muy hermoso además publicar en la Editorial Llanto de mudo, un sello emblemático de Córdoba siendo mi primera experiencia en el mundo de la literatura.
– ¿A qué escritores/as admirás? ¿Razones?
– María Sonia Cristoff, Roberto Bolaño, Virgina Woolf, Manuel Puig, Gabriela Cabezón Cámara, María Gainza, Cortázar, Selva Almada, Anne Carson, María Negroni, Saer, Libertad Demitrópulos y tantos más. Son autores que acercan al lector, que invitan a escribir y nutren la cabeza.
– ¿Qué anhelás para tus libros? ¿Y para quienes eligen leerlos?
– Cuando leo algo que me gusta mucho, siento que me olvido de respirar y que el corazón me late más rápido. Es como un segundo al vacío, una descarga eléctrica de literatura que me recorre el cuerpo. Me encantaría que un libro que yo escribí provoque eso. Sería el tesoro más lindo.
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