Entre los nombres de los grandes escritores de la humanidad se encuentra el de Joyce Carol Oates, estadounidense nacida en la ciudad de New York en el año 1938 y popular cuentista y novelista. Publicó también bajo los seudónimos de «Rosamond Smith» y «Lauren Kelly.»
Carol Oates nació en Lockport y se crió en una granja. Sus padres eran muy pobres y era su madre la encargada de realizar las tareas del campo junto a ella, mientras su padre trabajaba en una fábrica.
Pasión por las letras
Cuando tenía 14 años descubrió su amor por las letras y comenzó a escribir utilizando una máquina de escribir que le regaló su abuela. A los 19 años obtuvo su primer primer en un concurso literario organizado por una revista de letras. Su primera novela «With Shuddering Fall» la publicó cuando tenía 26 años de edad.
Entre las temáticas preferidas de Oates se encuentran la problemática de la gente del campo: la pobreza, los abusos sexuales y la niñez y adolescencia de las mujeres; además aparece la tensión entre las clases sociales, las ansias de poder, la violencia y el terror a lo sobrenatural.
Pero principalmente hace alusión a la violencia, de todo tipo, en sus variadas formas, incluso escribió un ensayo sobre este tema: «Why Is Your Writing So Violent?», donde resalta las características nefastas del boxeo, como motor para generar más violencia. Ha sido esta una obra muy apreciada y la cual le ha valido varias menciones.
Estilo literario
En su obra, Oates, mantiene un estilo propio el cual se alimenta de elementos góticos, propios de la literatura que va desde el S XII hasta el Renacimiento, fusionados con elementos sociales pertenecientes a una realidad puntual.
La autora tiene una percepción de los conflictos sociales muy particular y hace hincapié en las problemáticas sin resolver y que llevan a que las clases minoritarias sufran el abuso y la violencia por parte de los que tienen un mayor poder a nivel estructural.
En todas sus obras son importantes protagonistas las fuerzas inconscientes, la violencia, la seducción, el incesto y las violaciones.
Son varias las épocas que aparecen en sus obras, algunos bastante exóticos, sin embargo destacan los temas de actualidad que nos hablan sobre el feminismo, la exploración de las ambigüedades y las fantasías provenientes de la liberación sexual.
Si se analiza la obra de Oates puede encontrarse una cierta conexión con el arte de Franz Kafka y el de James Joyce, sobre todo en lo que respecta a su afán por descubrir la mente del ser humano y sus constantes conflictos para hallar su libertad y su identidad.
El trabajo del autor
Joyce compara la labor literaria con la de un pianista o un jardinero, porque al igual que el primero la literatura se basa en una realidad que hay que saber leer e interpretar, y porque el autor debe pasar mucho tiempo arrancando y sembrando plantas, para conseguir buenos resultados y lucirse como desea.
Para ella la ficción debe construirse con materiales extraídos de la realidad. Aunque sea mínimamente, todas sus obras se basan en elementos reales, como relaciones filiales, conflictos observados a su alrededor a lo largo de su vida; asegura que escribir sobre lo que ha visto forma parte de su obsesión por recuperar la memoria de ciertas cuestiones que han sido o son importantes para ella.
Adaptarse a los cambios
Cabe mencionar que un tema tratado reiteradamente por Oates es el desarraigo. El cambio de vida cuando se emigra del campo a la ciudad, la adaptación a nuevos medios extraños hasta ese momento, y sobre todo, la aceptación del corte con la familia y con aquel mundo rural. Todo esto es, según la autora, comparable con el viaje de Alicia en el País de las Maravillas a través del espejo, un espacio nuevo lleno de desafíos, pero también inquietante y donde te aguardan pesadillas.
«La hija del sepulturero» es otra de sus grandes obras, donde narra la historia de su abuela. Una mujer que debe reinventarse después de un trauma violento. Su protagonista, Rebeca, era una mujer fuerte y con carácter y que no miraba más que hacia adelante. Hija de judíos alemanes, que debieron abandonar el país para salvar la vida y se radicaron en Estados Unidos, decide comenzar de nuevo, al punto de abandonar todas sus creencias con tal de no sufrir nuevamente la misma persecución.
Oates cuenta que ella supo de la vida de su abuela, de sus orígenes, cuando ya se había muerto. Sus padres eran católicos y a ellos no parecía importarles el pasado, a ella le interesó y escribió una magnífica obra en honor a esa poderosa mujer, capaz de seguir y tomar decisiones complicadas con tal de salvar lo que pudiera de su existencia.
La obra de Oates abarca más de 100 títulos, entre los que se encuentran:»Ave del paraíso», «Agua negra», «La chica tatuada», «La hija del sepulturero» y «Qué fue de los Mulvaney». La autora ha figurado en la lista de autores merecedores del Premio Nobel de Literatura, y ha existido la posibilidad de que lo gane en varios años, sin embargo no lo ha conseguido; de todas formas, en 1992 recibió otro importante premio, el Pulitzer, gracias a su obra «Agua Negra».
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