10 curiosidades sobre Mark Twain

Uno de los autores más relevantes de la segunda mitad del siglo XIX y principios del XX es, sin lugar a dudas, el estadounidense Mark Twain. Y es que dio forma a obras que hoy aún están consideradas referente de la literatura y “clásicos” que hay que leer al menos una vez en la vida. Nos estamos refiriendo tanto a Las aventuras de Tom Sawyer (1876) como a Las aventuras de Huckleberry Finn (1885).

Por trabajos como esos, el citado escritor se ha convertido en alguien muy conocido por todos. Sin embargo, eso no quita para que existan aspectos de su vida personal o profesional que no han llegado al gran público. Vamos, a continuación, a exponerte algunas de esas curiosidades o particularidades de Twain que quizás no sabías:

Su verdadero nombre era Samuel Langhorne Clemens. El seudónimo de Mark Twain lo tomó de una canción que interpretaban las personas de color mientras trabajaban en los barcos de vapor en el mencionado río Mississippi.
Trabajó no solo como escritor sino también como reportero, minero, piloto navegante del citado río e incluso como impresor.
Tenía interés en la parapsicología, a raíz, sobre todo, de que tuviera la premonición de la muerte de uno de sus hermanos.
De su esposa, Olivia, se enamoró a primera vista, según manifestó, al verla en una fotografía. Esta mujer, familiarmente conocida como Liv, rechazó su primera propuesta de matrimonio. No obstante, al final se casaron en febrero de 1870.
Durante mucho tiempo, los Twain pasaba las vacaciones de verano en una casa familiar de la madre y que, en concreto, fue heredada por la hermana mayor de esa, Susan. Esta mujer no dudó en construirle un espacio alejado de la casa a su cuñado para que pudiera escribir sin interrupciones y allí sería donde realizaría novelas como Las aventuras de Tom Sawyer (1876) o El príncipe y el mendigo (1881), entre otras.
Aunque solo lo conocemos por su trabajos literarios, este escritor también ejerció como inventor. Así, parece ser que patentó un juego sobre historia, un libro de fotos autoadhesivas y un sistema de correas que venía a ejercer la misma labor que los tirantes.
Su trabajo Un yanqui en la corte del rey Arturo (1889) fue un punto de partida para el subgénero de la ciencia ficción conocido como ucronía. Sí, porque en esa obra se contaba que una persona contemporánea al autor viajaba en el tiempo y llegaba a encontrarse en plena época del citado monarca. Una idea que luego ha sido utilizada muchísimo desde entonces tanto en literatura como en cine, en teatro o en televisión.
Desarrolló una importante carrera como crítico, en la que destacó, sobre todo, por su mordacidad. Incluso autores de la talla de Robert Louis Stevenson o Jane Austen recibieron sus comentarios nada positivos.
Sus últimos años fueron de una gran tristeza, debido a la muerte de su esposa, de varias de sus hijas e incluso de uno de sus mejores amigos.
Una de las curiosidades más peculiares de la vida de Twain está relacionada con su muerte. Vino al mundo con el cometa Halley, en 1835, y manifestó que esperaba irse también con él. Y así fue, falleció de un ataque al corazón el día anterior de que el citado cometa retornara a la Tierra.