A 128 del nacimiento de Franz Kafka

Ayer, 3 de Julio, se cumplieron los 128 años del nacimiento de un hombre grande entre los literatos del mundo, Franz Kafka, este artículo es un pequeño homenaje al autor y a su obra.

Nacido en Praga hace 128 julios, Kafka es uno de los estritores en idioma alemán más conocidos del mundo y sus obras han sido traducidos a numerosos idiomas. Cabe aclarar que muchas de sus obras fueron publicadas posteriormente a su muerte, y aún al día de hoy se presume que hay numerosos escritos del autor que no han sido descubiertos.

La tierna y cruda infancia

Franz fue el mayor de seis hermanos y su infancia se vio marcada profundamente por la muerte de los únicos dos varones aparte de él, y por una educación estricta y falta de afectividad.

Sus padres eran de origen judío y su progenitor ejerció una importante influencia en la educación del niño. Era un hombre autoritario y cruel en muchas ocasiones, a quien Franz le tuvo a lo largo de su vida un profundo respeto, pero al que también detestó por su falta de sensibilidad y por su lejanía para con él. La madre de Franz no se ocupó de la educación de los hijos, simplemente se dedicó a hacer las tareas del hogar y cumplir también las órdenes decididas por el cabeza de familia.

Sumido en una realidad poco favorable, el joven Kafka volcó todas sus dolencias y frustraciones en las letras, escribiendo relatos y novelas, donde la muerte y la soledad ocuparon un preponderante espacio.
Entre los autores influyentes para Kafka se encontraban: Flaubert, Dickens, Cervantes y Goethe. Además durante su adolescencia se aferró a las lecturas de Darwin y Haeckel y autores que defendieran el socialismo, sobre todo el lo que respecta a ideas de solidaridad.

La obra de Kafka

La obra de Kafka tiene características tan propias que es muy difícil encasillarla en una determinada corriente literaria. Parece que el autor se ha dejado influenciar por diferentes estilos a lo largo de su trayectoria, por tanto, su obra es un resultado más complejo de que lo que a simple vista se ve. Lo mejor al leerlo es pensar que es él y solamente él, con sus dramáticas historias familiares y ese anhelo de libertad y felicidad, aparentemente inalcanzable para su alma.

Sus obras fundamentales son: El proceso, El castillo y América, pero ha escrito muchas otras cosas que no se han vuelto tan populares. Desde mi punto de vista una obra impresionante de este autor es «Carta al padre», un extenso libro donde puede descubrirse al niño desamparado que el escritor se sintió. Es una obra que ayuda a entender la soledad y la tristeza que se encuentra impregnando toda su obra.

Pese a que muchos se inclinan a opinar que detrás de los relatos e historias de Kafka no hay ningún sentido oculto y que son simplemente eso: relatos, me niego a creerlo. Todo lo escrito tiene un sentido; todos los escritores escriben por algo, quizás no lo saben, pero algo los lleva a escribir, y lo mismo creo que ocurrió con Franz. De todos modos creo que él sí sabía por qué escribía. Escribía para huir de esa realidad insoportable, incapaz de separarse de los recelos de su padre, de sus mandatos, incapaz de sentirse libre ni siquiera físicamente, siendo que fue durante toda su vida atribulado por dolencias físicas, entre las que se encontró la tuberculosis.

Algunos de los temas que surgen al analizar la literatura de Kafka son la locura y su manía persecutoria. Sin embargo, pese a que parecía ser un hombre lúgubre, era divertido, y en su obra se puede entender la alienación como una herramienta para la risa, presente en buena medida en su obra, si se sabe leer entre líneas.

Gracias a su impresionante calidad literaria y a los universos que refleja en sus historias, aquellos relatos que contienen una simbología que recuerda a la suya, son adjetivados como «kafkianos», tal es su influencia en la literatura universal de todos los tiempos y especialmente del último siglo.
Por otro lado, al leer su obra pueden encontrarse elementos que, al profundizar los aspectos de su vida privada, pueden comprenderse doblemente. Hablo de la presencia de la soledad, el desgarro de la incomprensión, los miedos ante la vida y la muerte al mismo tiempo, la sociedad, el temor al contacto sexual, el miedo al poder, a los abusos de poder, a las leyes impuestas, entre otros aspectos.

Las dolencias físicas

Kafka poseía un organismo frágil, tan débil como su alma, capaz de quebrarse ante las vicisitudes de la vida. Kafka fue un hombre contradictorio, reía en medio de la tristeza, expresaba esperanza cuando sólo había un pasillo oscuro frente a él; y sus características más destacables son: introspección, anhelo de libertad, insatisfacción con las sociedades, afán de ser aceptado, protegido, amado y a la vez de ser libre, de no importar, de pasar desapercibido. Cuestiones contradictorias que pueden deberse a la vida triste, y a la vez a la presencia cercana de la muerte, manifestada en una larga enfermedad, en constantes dolores y en esa sensación de fealdad y desprecio que sentía hacia su cuerpo, que puede percibirse fugazmente en Metamorfósis.

Cabe aclarar que en sus epístolas, en repetidas ocasiones, menciona insoportables insomnios y dolores fuertes de cabeza, a la vez que en sus obras utiliza palabras como «demonios», «embates», «desamparo», «persecución», «soledad» y algunas otras, para expresar el estado de su alma, oscura, zigzaguenate, solitaria. Al leerlo, podemos descubrir que fue un hombre que vivió atormentado pero que, pese a todo, supo disfrutar de la risa y la alegría.