Premio Nacional de Poesía Joven Miguel Hernández 2012

El Miguel Hernández es un premio creado hace tan sólo dos años que en el ámbito de la poesía premia aquellas obras de autores menores de 31 años que se destacan. Recientemente ha tenido lugar una nueva entrega del mismo, en su versión 2012. Esta vez la galardonada es Martha Asunción Alonso, una madrileña de 26 años con una obra que se titula «Detener la primavera».

La poetisa galardonada

Martha Alonso nació en Madrid el 23 de mayo de 1986 y se ha licenciado recientemente en la carrera de Filología Francesa, en la Universidad Complutense de Madrid. Actualmente vive en Francia donde compagina su creación poética con la enseñanza.

Su primera obra vio la luz en el 2009, se tituló «Cronología verde de un otoño» y fue publicada por la Editorial Complutense; el mismo fue galardonado con el premio poético Blas de Otero. Al año siguiente, Alonso sacó su segundo poemario con la Editorial Alhulia, «Crisálida», que también fue premiado en el Concurso Literario Nuevos Creadores del Ayuntamiento de Granada.

Finalmente, el año pasado, publicó su «Detener la primavera» que ahora ha sido galardonado como el mejor libro de poesía joven Miguel Hernández y previamente ha ganado el Antonio Carvajal de Granada. Además, obtuvo otras menciones como la Voz más joven de la Obra Social de Caja Madrid y el premio de Poesía Antonio Machado.

Este libro presenta un abundante bagaje cultural y hace referencia a las raíces familiar y el límite que existe para que unas personas permanezcan en un mismo sitio y otras deban marcharse. En el mismo algunos elementos recurrentes son la memoria, el viaje, el olvido y el invierno. Y, ¿cómo no? la primavera, en un intento de conseguir que toda la vida gire en torno a esta estación colorida.

Premio poesía joven Miguel Hernández

En el 2010, más precisamente, el 14 de octubre se inauguró el Premio Nacional de Poesía Joven «Miguel Hernández», a propósito de la conmemoración de los cien años del nacimiento de este poeta.

Hernández es un imprescindible poeta español que ha dejado una obra fructífera, llena de fuerza y belleza, por lo que es una obligación que los poderes públicos elaboren planes no sólo para divulgar su obra sino también para permitir que otras voces juveniles sean escuchadas y tomadas en consideración en el ámbito cultural.

Este premio es entregado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a aquella obra que considere se destaque dentro de la poesía juvenil. La obra premiada este año se llama «Detener la primavera» y ha sido publicada por Hiperión el año pasado 2011.

Como en España se editan anualmente miles (alrededor de 2.500 títulos) de libros de poesía y muchos de ellos han sido creados por autores sumamente jóvenes, la creación de este premio podría permitir que aquella obra que se destaque del montón pueda ser apreciada en todo el mundo y el autor reciba el reconocimiento que se merece.

En definitiva, este premio significa una oportunidad única para todos los buenos autores jóvenes que se encuentran en el anonimato y cuyas obras pudieran ser relevantes para la poesía universal.

Cabe mencionar que existe una institución llamada «Fundación cultural Miguel Hernández» que promueve la difusión de la obra de este increíble poeta de la generación del 27 y que además organiza anualmente concursos de poesía. Si estuvieras interesado en participar de alguno de ellos, puedes clicar en este enlace.

Cabe mencionar que en su anterior entrega, este premio ha sido entregado también a una mujer, Laura Casielles.

El peligro de los premios literarios

Un premio literario puede ser una buena forma de comenzar a andar este arduo sendero de la literatura, creo que participar de concursos y certámenes poéticos es una excelente forma de darse a conocer, de conseguir que nuestros poemas sean leídos.

Y, si bien sabemos que no necesariamente un poemario ganador puede ser considerado excelente en unanimidad como tampoco uno que no sea premiado es necesariamente malo, intentar poner en duda nuestra capacidad creativa participando de estos premios es una buena forma de desatar nuestros miedos, de arriesgarnos y enfrentarnos a la verdad, por dura o difícil que ésta sea.

Cierto que ninguna poesía puede ser considerada como «mala» pero sí puede ser puesto en duda su importancia editorial, es decir si es vendible si puede entusiasmar a los lectores, etc.

Creo que es importante, sin embargo, tener en claro para qué escribimos, y que en lo posible la respuesta nos lleve a liberarnos, a ser nosotros mismos, a conseguir erradicar de nosotros las cadenas que nos impiden expresarnos libremente.

Considero que, si bien puede ser magnífico ganar premios (de hecho los animo a participar de ellos para conseguir un mayor número de lectores), escribir para obtener un galardón puede ser un terrible error. Por eso, antes que nada, debemos tener claro para qué nos volcamos por la poesía y que nos dejemos llevar por el arte hacia sitios desconocidos.

Después, si queremos, dejemos en manos de los otros que juzguen positiva o negativamente nuestra obra; pero mientras tanto ¿quién podrá arrebatarnos el gozo de haber escrito tal o cual poema y de sentirnos completos al saber que hemos puesto en palabras un sentimiento profundo?

Por ahora, me voy a leer «Detener la primavera» que por lo poco que lo he hojeado resulta sumamente prometedor. Espero que hagan lo mismo y que disfruten de esta poetisa jovencísima.



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