Maitena Burundarena, quien se ha lanzado a la fama al crear las historietas de «Mujeres alteradas», publicó el año pasado su primera novela cuyo título es Rumble. La misma narra las descabelladas aventuras de una adolescente que vive en la Buenos Aires de los años 70. Ha sido editada por Lumen y será protagonista de nuestro artículo de hoy.
Rumble
La protagonistas es una jovencita que pertenece a una familia acomodada ultra religiosa y numerosa. Para ella, dentro de casa sólo hay cárcel, su verdadera libertad y seguridad está de las puertas para afuera, por eso se lanza cada tarde a las calles donde cree que le aguarda su verdadera vida. Pero es una ciudad convulsa, que poca tranquilidad tiene para ofrecer y la niña se da de bruces contra las reglas que continúan limitando y que no son flexibles ni compresivas.
Una de las cosas que más llama la atención a simple vista es el título ¿qué significa? Está relacionado íntimamente con el mundo de las historietas y los cómics donde «rumble» es el sonido que se produce en la tierra cuando ésta vibra bajo tus pies, cuando caen rocas por una montaña o un volcán está a punto de entrar en erupción…
Y ese mismo sonido se produce cada vez que esta niña entra en escena. Con sus deseos de comerse el mundo, su necesidad de que la escuchen (en casa no tiene suerte, propio de toda familia numerosa) y, sobre todo, ese catatónico pulso de su corazón ávido de vida y de esas experiencias que en casa no le dejan vivir.
Acerca de la autora
Maitena Burundarena nació en Buenos Aires en 1962. Es la creadora de numerosos libros de historietas, entre los que podemos mencionar la serie «Mujeres alteradas».
Desde pequeña se lanzó al mundo de los cómics; a los 17 años empezó a dibujar historietas. A esa misma edad fue madre soltera y comenzó a trabajar armando avisos para un periódico. Cierta vez faltó un aviso en la edición y ella sugirió que pusieran una viñeta, lo hice y desde entonces quedó como dibujante del periódico.
En sus primeras historietas se nota la fuerte influencia de Milo Manara, del cual se dice que es el que mejor sabe dibujar a las mujeres.
Maitena cuenta que cuando tenía 20 años se sentía sumamente atraída por la forma de entender las historietas que él tenía y que, de hecho, copiaba sus dibujos para aprender; después fue buscando su estilo, el cual difiere bastante del de Manara.
En una entrevista realizada por una revista argentina, la historietista contó que cuando era más chica se sentía fuera de la sociedad, rara, marginada, pero que con el correr de los años se dio cuenta de que podía conseguir insertarse, sin dejar de ser ella misma. ¿Será la publicación de la novela una forma de decir «puedo hacer mucho más que dibujar historietas divertidas sobre sexo»?
Seguramente para muchas mujeres las ilustraciones de Maitena han marcado un antes y un después en sus vidas. A través de ellas pudieron sentirse parte de un grupo, pudieron poner en palabras o visualizar la realidad de otras mujeres, aunque fueran producto de la ficción, que vivían de igual modo que ellas, que sentían las mismas cosas y sufrían y se desesperaban. ¡Éso se lo deben a Maitena!
Gracias a su atrevimiento para nombrar aquellas cosas que todos parecen querer callar, pero que consisten en las más básicas y necesarias de la vida, como el sexo, las relaciones sociales, la manera en la que nos comunicamos con el cuerpo, etc., muchas personas se dieron cuenta de que había todo un mundo en el que sus ilusiones y deseos se plasmaban como algo natural y que, por tanto, no podían ser tan malos.
Su trabajo como historietista cambió rotundamente la visión que muchas personas tenían sobre determinados temas y colaboró positivamente con los cambios que ya se estaban gestando socialmente en Argentina, que dejaba de ser un país ultra conservador para convertirse en uno un poquitín más abierto.
Maitena habla fundamentalmente de la mujer frente a sus diferentes problemas: el divorcio, los hijos, la celulites, los amantes y la soltería. Y lo hace desde un humor inteligente profundamente irónico, ácido y, en algunas ocasiones, inclusive cruel.
Cambiar de rumbo
Ahora, ha dejado a un lado la historieta para enfrascarse en una novela, con el arduo trabajo que ello requiere, y dice que lo hace porque no puede mantenerse quieta. Porque no le gusta acomodarse, sino que, más bien, prefiere andar y andar para encontrarse nuevamente; los espacios donde se siente cómoda le cansan porque lo que quiere es reinventarse y allí no puede hacerlo porque no hay conflicto.
Por todo esto, emprender una novela le pareció un buen riesgo que podía asumir y que seguramente le haría crecer considerablemente; el resto del tiempo prefiere dedicarlo a VIVIR, a sentirse bien, a hacer buenas cosas por ella misma y a no entristecerse ni ofuscarse por encontrar en su espejo la figura de su madre.
Para terminar les dejo una frase de la autora que creo sumamente interesante y que responda a la imagen que Maitena desea que tengamos sobre ella, la que ella misma tiene y mantiene; que justamente hace referencia a lo que decía en el párrafo anterior. Expresa:
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