El cuento crece. El cuento es pequeñito pero su campo de acción, impredecible. El cuento late, como el corazón de Poe. El cuento es una niña con un doble fantasmagórico, y se llama Silvina. El cuento ruge, como el tigre de Quiroga. Va creciendo. Sube a todos los rincones del mapa, siembra su semilla, atraviesa los límites del lenguaje y crea un nuevo escenario léxico. El cuento es Páginas de Espuma, esa editorial que empezó como un sueño loco de Encarna y Juan y terminó convirtiéndose en la casa de referencia para el relato breve. Una casa donde se hablan todos los castellanos, los españoles, los latinoamericanos. Donde decimos que somos una familia con padres y madres distintas, donde tomamos vino, mezcal, mojito, pitorro, canelazo, cerveza, fernet, y en nuestro salón siempre hay una fiesta. Te presento tres lecturas de esta maravillosa editorial.
La claridad, de Marcelo Luján
Del dolor a la ira apenas hay distancia. Esta frase nos permite intuir hacia dónde va a llevarnos Luján en el transcurso de estos cuentos. Se inicia un relato con el pulso o el pedaleo, que sería más apropiado, preciso, con la vista al frente.
Y aquí un truco que me gusta mucho y que considero difícil de hacer: avisar que va a pasar algo importante, anunciar la catástrofe, preparar al lector para lo peor. La mayoría de los cuentos tienden a sorprendernos completamente, los escritores que avisan pueden ir por dos caminos posibles: anunciar y arribar a esa situación con paso seguro, o mantener siempre el suspenso de que algo terrible va a ocurrir.
Éstos son los cuentos que más me gustan. Y al menos con el primero, que es el que hasta ahora llevo leído, Luján lo hace maravillosa.,enmte. Aquí tenemos seis relatos mágicos, escritos bien y llevados con entereza. No dejes de conseguir La Claridad de Marcelo Luján, aquí.
La nieta de Pushkin, de Ronaldo Menéndez
Partir de una certeza: hasta lo que sabemos, Pushkin no tuvo una nieta; para arribar a una verdad: en la ficción todo puede ser cierto si sabemos contarlo. Quizá éste sea el punto de partida de un libro que se perfila curioso a la vez que audaz. En la narrativa de Menéndez, a quien conocí con su maravilloso «Rojo aceituna» (también de Páginas de Espuma), te da la sensación de que todo puede ocurrir.
Con inteligencia te va llevando, sin dejarse fuera el humor latino, a través de paisajes tan opuestos como Lima y Teherán. ¿Qué tienen en común los lugares? Quizá el deseo de que sean nuestros. ¿Podría definirse el libro como la búsqueda de un sitio inexistente, como la nieta de Pushkin, en el que quedarse para siempre y poder llamarlo hogar, aunque hogar sea una palabra que hemos arrancado de nuestro vocabulario? Vamos a leer a Menéndez para averiguarlo. Más detalles de este libro de Páginas de Espuma, aquí.
Escribir cuento. Manual para cuentistas
En coedición con la Escuela de Escritores, Páginas de Espuma lanza este manual de cuento para cuentistas que tiene muy buena pinta. A través de este libro, podemos aprender acerca de los aspectos más significativos de la creación cuentística. Consejos para trabajar la tensión, el conflicto, el espacio, el tiempo, y mucho más.
Nos ofrece también un repaso sobre la estructura del cuento según cada época y nos invita a leer mejor a los clásicos. Además, nos invita a analizar en profundidad la obra de nuestros autores favoritos, para poder aprender de ellos. «A escribir se aprende leyendo y escribiendo» es el subtítulo que encontramos en este manual. Después viene Javier Sardegna y la apostilla con un lúcido prólogo, explicando que escribir es arte y oficio:
Estoy segura de que este manual para cuentistas, puede ser el mejor regalo para hacerle a cualquiera que desee convertirse en cuentista. ¿Serás vos? Aquí puedes encontrar más información sobre este libro de Páginas de Espuma.
No te pierdas estos tres libros de Páginas de Espuma. Y léete el cuento de Horacio, que es muy gracioso: ¡Pobre Pedrito Pelado!
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