Muchos son los escritores que se considera que han marcado un antes y un después en la literatura y que han dejado una huella imposible de borrar. Y entre todos esos se encuentra, sin lugar a dudas, el francés Julio Verne, el autor de algunos de los libros llamados clásicos de la historia como sería el caso de La vuelta al mundo en ochenta días (1872), Viaje al centro de la Tierra (1864) o Veinte mil leguas de viaje submarino (1870).
El que sea el autor más traducido después de Agatha Christie, que algunos de sus singulares inventos literarios (ascensor, helicóptero, submarino…) con el paso de los siglos se convirtieron en realidad o que es uno de los creadores de la llamada ciencia – ficción son los aspectos que más se conocen de él.
No obstante, a pesar de eso existen un sinfín de curiosidades que rodean a su persona y a su obra que no todo el mundo sabe. ¿Estás dispuesto a descubrirlas? Sigue leyendo:
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Tenía un gran interés por la ciencia, por lo que no dejaba de leer artículos sobre ella, que luego le servían para “dejar volar su imaginación” y darle forma a aparatos de lo más singulares que se convertían en piezas claves de sus novelas.
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Su grupo de amigos, que respondía al nombre de “Los once sin mujer”, era abiertamente misógino. De ahí que se enfadara con Julio Verne cuando decidió casarse en 1857 con Honorine Deviane Morel, una viuda que era madre de dos hijos. La acabó abandonando con el paso de los años porque los deberes conyugales le “reprimían”.
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Sólo tuvo un hijo, Michel, que llegó a odiarle. Y es que el carácter rebelde de este hizo que el escritor decidiera meterle en un internado y tiempo después en un manicomio.
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La relación con su sobrino Gastón tampoco fue nada buena, tanto es así que este un día disparó a su tío, hiriéndole de gravedad en una pierna de la que se quedó cojo para siempre. Se desconoce qué motivó esa situación.
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Hubo una obra que jamás llegó a presentar en vida: París en el siglo XX. La escribió en 1863 y venía a plantear un futuro realmente trágico de la vida en la ciudad. Sin embargo, su bisnieto la hizo pública en el año 1994.
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Su pasión por viajar queda también reflejada en un elevado número de sus obras, en las cuales llegó a utilizar algunas de las experiencias y descubrimientos que realizó al recorrer el mundo con un yate que se compró.
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Era un fan incondicional de Charles Dickens y de H.G. Wells. Con este último comparte el honor de tener ambos sus nombres en una de las montañas que existen en la cara oculta de la Luna.
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Uno de los acontecimientos más significativos y peculiares que vivió se produjo durante el día del estreno de la adaptación teatral de La vuelta al mundo en ochenta días. Parece ser que Verne se empeñó tanto en controlar todo que no dudó incluso en subirse encima de uno de los elefantes reales que aparecía en escena. Y eso fue lo que provocó un momento de pavor pues el animal, ante la caída de parte del decorado, se asustó y salió despavorido por las calles parisinas llevando al escritor en su lomo. Sólo el domador pudo frenarle en plenas Tullerías.
¿Has descubierto algo que no sabías de este autor?
Comentarios1
Descubrí mucho, dado que no sabía nada de todo esto que fue su vida privada.
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