Desde la aparición en el cine de Jack Sparrow y Piratas del Caribe parece que se han puesto de moda y se han recuperado las historias de estos lobos de mar atrevidos, sucios, bebedores de ron, cazadores de tesoros pero, en ocasiones, entrañables.
No obstante, estos personajes no sólo han estado siempre presentes en el séptimo arte sino que también han inspirado a un sinfín de autores literarios que plasmaron en papel algunas de las historias de aventuras más maravillosas que se han creado.
El primer clásico dentro de las novelas de piratas es la obra Vida, aventuras y peripecias del Capitán Singleton (1720) del inglés Daniel Defoe. El personaje que le da nombre al libro es el protagonista de esta narración en la que se cuenta sus andanzas como bucanero por diversos lugares exóticos como Madagascar o El Caribe. Sin embargo, al final un amigo le hará alejarse de los peligros del mar.
Una de las novelas que a todos nos viene a la mente cuando hablamos de piratas es La isla del tesoro. En 1883 fue cuando Robert Louis Stevenson publicó este trabajo que gira entorno a la figura del pequeño Jim Hawkins, hijo del dueño de la posada Almirante Benbow.
La aparición de un marinero ciego con un cofre y las repentinas muertes de este y de su progenitor obligarán al chico a huir con su madre y el misterioso cofre. Un objeto que es deseado por muchos piratas que irán en su busca.
Más de piratas
En 1898, sin embargo, fue cuando el afamado Emilio Salgari publica una obra que será la primera de una saga que tiene como protagonista a Emilio de Ventigimilia, señor de Roccabruna y Valpenta: El Corsario Negro.
El apodo de este personaje es el que da nombre a dicho libro que transcurre en el siglo XVII. Lo que se cuenta es como esta figura intenta vengarse de la muerte de sus hermanos a manos del Gobernador de Maracaibo (Van Guld). Para ello utiliza la piratería y zarpará en un barco hasta la citada ciudad para acabar con la vida de quien le ha arrebatado a sus seres más queridos.
En España, la literatura sobre los lobos de mar también ha sido importante y ha dado lugar a obras de relevancia. Ahí está, por ejemplo, el famoso poema de Espronceda titulado La canción de pirata o el poema heroico de Lope de Vega llamado La Dragontea (1598). Una obra esta última, entre realidad y ficción, que narra la expedición que el verdadero corsario Francis Drake realizó por San Juan de Puerto Rico y que acabaría con su muerte.
El gran Alberto Vázquez Figueroa inició en el año 1996 una trilogía sobre bucaneros con la publicación de Piratas. Un viejo corsario inglés y un joven español buscador de perlas protagonizan este libro cargado de aventuras, intrigas y combates en alta mar.
Zoé Valdés no se ha resistido a este género y en 2003 escribió Lobas de mar, que le valió el Premio de Novela Fernando Lara. Este trabajo es una vuelta de tuerca al clásico de piratas pues, en este caso, son dos mujeres del siglo XVIII (Mary Read y Ann Bonny) las que calzan botas y espadas para embarcarse y vivir un sinfín de aventuras en el Mar Caribe.
Son dos féminas avanzadas a su tiempo que no están dispuestas a cumplir con el papel de madres y fieles esposas, quieren algo más.
Como ven un amplio conjunto de obras sobre piratas. Si está deseoso de aventuras, no lo dude. Busque un lugar agradable, abra el libro y ¡al abordaje!
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