Marcos Girlalt Torrente nació en Madrid en 1968 y se graduó en la Universidad Autónoma de Madrid en la carrera de Filosofía. Su incursión en la literatura la hizo en 1995, al publicar un libro de cuentos que se tituló «Entiéndame», posteriormente escribió «Nada sucede solo», una novela corta publicada con Ediciones del Bronce, «París» y «Los seres felices». Además colabora con Babelia como crítico literario y sus obras han sido traducidas a varios idiomas, entre ellos alemán, italiano y portugués.
El estilo de Giralt Torrente
Marcos es un escritor que asegura que tiene una mayor tendencia a crear finales abiertos, pues considera que reflejan de una manera más clara lo que ocurre en la vida, donde generalmente no hay respuestas, de todos modos, dice que depende del mecanismo de su trama y que es más sencillo encontrar un final abierto en una historia donde se tejen muchos hilos,como lo son las novelas, que en una de pocas páginas, como son los cuentos.
La razón fundamental por la cual Marcos se acercó a la escritura fue para ordenar la vida y conseguir procesar la realidad, en una palabra, para poder entender aquello que pasa en el mundo, a su alrededor.
En una reciente entrevista se le ha preguntado si cree en la literatura como elemento que pueda salvar al mundo de los males que le acechan, Marcos expresó que no considera que ella pueda salvar al conjunto de las sociedades, pero que sí está seguro que a nivel individual las letras pueden ser una preciosa herramienta para alcanzar la libertad y la salvación.
Marcos y la literatura
La escritura de Marcos se halla fuertemente ligada a la de Josefina Aldecoa, asegura admirar mucho a esta escritora y confiesa que la influencia que haya ha tenido sobre su trabajo puede identificarse claramente, quizás en alguno de sus cuentos hay dejos que pueden hacernos pensar en ella, aunque sus estilos difieren mucho el uno del otro.
Una de las cosas llamativas de la escritura y que a los lectores más parecen intrigar es la veracidad de los hechos que leen, aún si se trata de una obra de ficción, saber cuánto hay del autor en la obra, parece un secreto necesario a develar en cada lectura. Claramente en todas las obras hay algo del autor, aunque lo que se cuente nada tenga que ver con su vida privada, siempre se da un «préstamo» desde las vivencias, sensaciones y ideas del autor hacia los personajes; en el caso de Marcos, él está convencido de que toda la literatura tiene bases autobiográficas, pues un autor escribe sobre la realidad (aún si se trata de una obra de fantasía, hay una realidad en cuestión), por lo tanto no podemos escapar de quienes somos porque la realidad no puede existir al margen de ella.
Un escritor caótico
Marcos se considera un autor caótico, a quien no le van los horarios y los métodos estructurados para sentarse a escribir. El madrileño cuenta que a veces durante largos períodos no escribe absolutamente nada, y luego vienen otros en lo que mientras no se halla durmiendo, no hace otra cosa que no sea escribir.
No cree que existan métodos para ser mejor escritor, sino que cada uno tiene sus tiempos y se organiza o no, de acuerdo a la necesidad que tenga de hacerlo. Cuando Marcos escribe encara la escritura de un modo obsesivo y no le queda tiempo para otra cosa. Dice:
Un escritor filosófico
Me quedaré con algo que ha dicho Marcos en la entrevista realizada por «El País», dijo que los verdaderos afectos en la vida se dan azarosamente, no están ligados a la sangre y todas esas sandeces que nos hacen creer y escuchamos desde tan chicos. Expresa que tener una familia y hermanos no nos garantiza que ellos vayan a apoyarnos cuando lo necesitemos. Estas palabras me parecieron adelantadas, de alguien que es más allá de lo que se impone a nivel social. Porque, dicho sea de paso ¿cuántas personas reciben apoyo y aprecio real de parte de sus familiares?
Cabe aclarar que Marcos es un apasionado de la filosofía y los razonamientos abstractos y que en sus relatos puede encontrarse a un autor profundo que indaga hasta llegar al fondo de los conflictos, que intenta responder preguntas universales y que expresa las cosas con una buena forma literaria sin olvidar lo importante, sin dejar de mencionar aquellas cosas que de verdad considera imprescindibles para la existencia.
Pese a haber escrito tanto cuentos como novelas, Marcos no se aferra en particular a ninguno de ellos, dice que se siente muy a gusto tanto escribiendo novela como cuando hace cuentos.
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