4 actitudes para disfrutar de la lectura

Nuestra forma de relacionarnos con la lectura ha cambiado mucho desde que comenzamos a incursionar en este mundillo de palabras hasta el día de hoy. Muchas cosas han cambiado no sólo en nosotros sino también en el mundo y, sobre todo, en la forma en la que la lectura se nos ofrece. Sin embargo algo que no debería haber cambiado es la ilusión, el deseo de que con cada libro nuestra vida cambie y se vuelva más compleja y feliz. Pero a veces la vida es difícil y nuestro entusiasmo decae sin que podamos hacer nada por evitarlo. Si eres de esas personas que desea redescubrir el placer de la lectura, quizás estos consejos puedan venirte bien para impedir que la vida vertiginosa te arrebate las ganas de leer y disfrutar de un buen libro.

1- Leer es disfrutar

La mejor forma de sacarle provecho a nuestro tiempo leyendo es disfrutando. Para ello lo ideal es escoger lecturas que nos agraden y que nos permitan sentirnos vivos. Pero todos sabemos que no siempre podemos escoger TOODO lo que leemos y que muchas veces nos vemos obligados a leer cosas que no nos apetecen, y eso a la larga va restándonos ganas y tiempo de acercarnos a la lectura.

Creo que una buena forma de evitar que esas lecturas tediosas nos arrebaten la ilusión y el placer de la lectura puede ser combinando esos libros con otros que sí nos agraden. De este modo jamás olvidaremos lo que los libros hicieron por nosotros cuando eramos niños y reviviremos ese placer y ese disfrute que sólo pueden hallarse en los buenos libros.

2- Leer es responsabilizarse

Leer es un placer pero es cierto que tratándose de una actividad tan silenciosa y solitaria muchas veces la posponemos semana tras semana porque preferimos decantarnos por otras actividades que nos mantengan más «despiertos». Lo que ocurre es que cuando pasa mucho tiempo sin que leamos, comienza a resultarnos más difícil enfocarnos en esta actividad porque nuestra capacidad de concentración se ve afectada por la falta de constancia.

Este problema también tiene una fácil solución: debemos tomarnos la lectura no sólo como un disfrute sino también como una actividad que nos ayuda a crecer y mejorar como personas, que nos conecta con nuestro interior y que nos permite desarrollar habilidades que nos completan.

Responsabilizarse implica dedicar un tiempo diario/semanal/mensual a la lectura. En general nos aconsejan aprovechar los ratos libres para leer; sin embargo teniendo en cuenta que la lectura es una actividad provechosa, ¿por qué no dedicarle tiempo exclusivo y no sólo nuestras horas muertas?

Una buena forma de aprovechar el tiempo al máximo es crearse momentos del día para leer exclusivamente: a primera hora de la mañana, a última hora del día, después de las comidas… cada uno sabe en qué momento le resulta más placentera la lectura y deberá ser entonces cuando se dedique a ella. ¡Esta creo que puede ser una excelente forma de apreciar los beneficios de la lectura!

3- Leer es distanciarse-encontrarse

Esta frase de Santa Teresa de Jesús es una de mis favoritas respecto a la lectura. Ninguna certeza es tan válida como ésta. La única forma de vivir libremente, escogiendo cada uno de nuestros pasos, es teniendo una mente abierta. Y sin duda una de las mejores formas de alimentar nuestra mente es leyendo. Leer nos permite reflexionar en torno a nuestras ideas y replantearnos nuevos caminos para hacer las cosas. Además, uno de los mayores beneficios de la lectura es el ofrecernos un espacio para encontrarnos con nosotros mismos, reflexionar sobre nuestro mundo interior y proponernos alternativas ante nuestra realidad.

Y para aprovechar al máximo la lectura lo ideal es conseguir abstraernos totalmente de nuestra realidad y viajar en la lectura. Una buena forma de hacerlo es silenciando móviles y dispositivos electrónicos que puedan sacarnos de ese mundo interior y disponernos a sumergirnos en esta aventura de una forma apasionada.

Sin lugar a dudas leer es una actividad sumamente beneficiosa de ahí que sea tan importante recuperar la ilusión y la pasión que sentíamos cuando nos enfrentábamos a nuestras primeras lecturas. Así que ¿por qué no dedicarle tiempo y prepararnos para disfrutar de ella como si tuviéramos 10 años otra vez?