Alicia Louzao: «Hay ocasiones en las que escribo y tengo un aspecto deplorable al terminar»

Primera parte de la entrevista con Alicia Louzao en la que charlamos sobre «Manual para la comprensión del insomnio» (El Transbordador), para Poemas del Alma

Alicia Louzao
 
Alicia Louzao es una poeta gallega que acaba de publicar «Manual para la comprensión del insomnio» (El Transbordador), libro que recientemente he incluido en la lista de poemarios recomendados del 2019. Se trata de un poemario en el que la autora explora el trastorno del insomnio y sus posibilidades estéticas de una forma exquisita. Puedes leer aquí la reseña que publiqué hace unas semanas. Y a continuación, va la primera parte de una charla que mantuvimos en torno a este delicioso libro.
 

Lo que no es insomnio

«Manual para la comprensión del insomnio» es realmente un libro exquisito que atraviesa las emociones y pulsiones que se ponen en marcha frente a la privación del sueño. Pero permite además una segunda lectura mucho más interesante, que tiene que ver con el cuidado que les damos a las pequeñas cosas, a las cosas que importan. Y quiero comenzar por esto, por aquello que nos salva. Le pregunto a Alicia por la insistencia de la ropa de los muertos en los armarios, flotando en varios de los poemas.

R—Creo que los objetos de aquellos que no están nos permiten recordarlos y dejar que no se vayan del todo.

Esa sensación nos recorre mientras leemos el libro. Ni bien asomamos la vista a estas páginas algo se acerca de puntillas, nos toca la piel, el pelo, es imposible no caer bajo una especie de hipnosis dulce ante la estética de Louzao y la posibilidad de entender cómo atrapar el insomnio, eso que a tantas nos tienen fritas, en un libro.

P—¿Escribiste este libro para curarte del insomnio?

R—El libro partió de un periodo de insomnio que duró un tiempo, para el que necesité unas pastillas azules de herbolario y así poder dormir. Sí que fue un modo de explorar lo que me estaba robando el sueño y al menos darle forma, crear algo.

Unas pastillas azules le permitieron dormir, mientras tanto, la exploración de esa privación del sueño le sirvió para demostrarnos que el lenguaje existe más allá de lo conocido, en ese tiempo de duermevela, íntimo, a veces insufrible. Por momentos me ha dado la sensación de que hay un deje de rabia o de obsesión en ciertos poemas, como si la posibilidad de venganza flotara en su concepción.

P—¿Hay algo en este libro de ajuste de cuentas?

R—No es exactamente un ajuste de cuentas, pero sí que hay cierto duelo por alguien. Una amiga lo leyó recientemente y dijo que sentía el dolor que quise plasmar en algunos poemas.

Alicia Louzao

El dolor, la muerte y lo soñado

Pero si tenemos que decir qué temas atraviesa el libro sin duda el dolor es una de las principales, y con él, la muerte, le pregunto a Alicia si son los temas que le interesaba explorar. La muerte ¿es el gran tema que la impulsó a escribirlo? Dice que sí, pero sobre todo la ausencia.

R—No solo la que acarrea la muerte, también la ausencia inevitable cuando alguien decide que es su hora de cerrar la puerta e irse.

P—¿Se puede escribir sobre el pasado sin romperse?

R—Es difícil. Es una travesía de la que pocas veces se vuelve entero. Hay ocasiones en las que escribo y tengo un aspecto deplorable al terminar, resultado de un traslado mental absoluto. Casi soy capaz de pasar la mano por las escaleras de una casa abandonada o de agarrarme a la mano de alguien que ya no está. Cuando se escribe sobre el pasado, dejas algo tuyo en el viaje.

Y aunque el tono escogido por momentos parece tibio o arraigado en un realismo crudo, es inevitable no ser transformados por una luz violácea que habita de fondo, en ese estadio donde viajamos cuando recordamos o soñamos. Le pregunto a Alicia por la forma de su tarde, de sus sentidos, mientras componía este hermoso libro.

P—Parece haber un color melancólico atravesando toda la escritura de «Manual para la comprensión del insomnio» ¿Cuáles eran tus sensaciones mientras lo escribías?

R—Cuando escribo, en general, me golpean los recuerdos de la infancia y las ausencias se manifiestan en todo su esplendor. Aquí, en el poemario, se parte de un trastorno de sueño y poco a poco se va llegando a la curación, con el verso final del último poema en el que el doctor duerme entre las rosas.

Alicia Louzao

¡No te pierdas la segunda parte de esta entrevista con Alicia Louzao!



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