Ambrose Bierce por Howard Lovecraft

Cuando leí por primera vez a Howard Lovecraft quedé fascinada. No me había topado hasta ese momento con un autor que fuera capaz de acercarse al horror de los miedos invisibles con tal intensidad y por eso no dude en leer cuanto encontrara de él. De sus cuentos hay muchísimos para recomendar pero uno de sus textos que me quedó dando vueltas y al que suelo volver es un libro en el que viaja a través de los más relevantes autores de la literatura de terror. Este artículo extrae los puntos más destacables que Lovecraft encuentra en la obra de Ambrose Bierce.

Ambrose Bierce, referente de la literatura de terror

Además de ser un fabuloso cuentista, Lovecraft también era un apasionado de la literatura y le gustaba estudiarla. Tal es así que escribió un ensayo titulado «El horror sobrenatural en la literatura» en el que reflexionó sobre la obra literaria de diversos autores del horror y que es sumamente interesante. Hoy quiero hacer referencia al análisis que hace Lovecraft en esa obra sobre el escritor Ambrose Bierce, un referente inigualable en la literatura de terror cuya muerte resulta tan misteriosa como los ambientes creados en su obra.

Ambrose Bierce nació en 1842 y contaba que una de los principales hechos que lo habían marcado en la vida había sido la Guerra Civil, en la que había luchado y a la que había sobrevivido para escribir, como bien lo expresa Lovecraft, unos fabulosos cuentos. En 1913 Bierce desapareció de una forma tan misteriosa que su popularidad se acrecentó; fue como si su extraña muerte dotara veracidad a muchos de sus cuentos.

En la obra de Bierce la sátira se entromete por cada rincón, la cual incluso es capaz de inocular cuentos de terror intensos que te ponen los pelos de punta. Al leerlo eres consciente de lo mucho que lo marcó al autor su experiencia en la guerra, que es un elemento sobresaliente en todas sus tramas. Según Lovecraft, Bierce fue capaz de traducir de forma humana el conflicto y convertirlo en un hecho de interés literario.

La pasión por lo sobrenatural

En Bierce se nota una constante tensión entre la duda de si existe algo más allá de los límites lógicos de la naturaleza y la presencia evidente de lo sobrenatural. Con una habilidad llamativa, el autor se tienta a creer y a descreer de un cuento al siguiente y seguramente, expresa Howard, sea esta capacidad de mostrarse contradictorio una de las mejores virtudes de su arte, que lo ha convertido en uno de los autores imprescindibles de la literatura de terror.

En la obra de Bierce la importancia de la naturaleza es incuestionable. Es capaz de crear atmósferas terroríficas colocando árboles y plantas en una noche tormentosa o en castillos cubiertos de hiedra; y es seguramente un elemento que se opone a la muerte y al mal sobrenatural. De este modo incorpora a sus textos una atmósfera más parecida a la del mundo de los sueños.

Bierce se distingue de Poe y Maupassant, dice Lovecraft, en la forma en que presenta al horror. En ese sentido, al leerlo nos encontramos que la sugestión de éste se encuentra definido a través de una atmósfera directa y casi tan exacta que podríamos creer que se debe a una incapacidad de dar rodeos, dice Lovecraft, aunque en realidad más que mostrar una limitación permite llegar a cautivarte de una forma particular y cuando ya crees que lo has visto o leído todo tiene lugar la transformación y la trama gira en otra dirección: y ahí el asombro, el horror, el misterio se vuelven ineludibles. Y en ese momento aparece el matiz cómico que tienen todas sus historias y que nos da la sensación de que el autor es capaz de mofarse de la vida y de la muerte con la misma insolencia.

Cuentos llenos de horror

En la lectura que Howard hace de Bierce, sin embargo, no lo idealiza; tal es así que deja en evidencia que muchos de sus cuentos presentan un estilo vulgar que parece haberse contaminado del género periodístico, que también cultivaba Bierce. Sin embargo, no deja de resaltar la amarga malevolencia que se cuela en todos y cada uno de sus textos y que la considera uno de los distintivos de su obra.

Y Lovecraft se detiene en algunas de las obras de Bierce más llamativas y que podrían servir como ejemplo para iluminar sus ideas: «La muerte de Halpin Frayser», cuyo protagonista es un cuerpo sin alma que deambula por un bosque iluminado de sangre. «La cosa maldita» donde nos encontramos con una criatura que merodea por unas colinas invadiendo de terror a sus pobladores; dicho personaje tiene la característica de ser invisible, y esto lo vuelve sumamente horroroso. Y sigue con otros textos que continúan en esta línea.

Para terminar, Howard expresa que si bien muchas de las características de la obra de Bierce son absolutamente criticables y mejorables, no hay que dejar de destacar su estilo genuino al servicio del arte y su entrega a la investigación de las cuestiones sobrenaturales; y, quizá sea debido a esa obsesión que Bierce haya terminado sus días de una forma tan misteriosa, adecuada para el oficio que desarrolló y las pasiones que lo motivaron a escribir.