Muy conocida en México es la escritora Ernestina Sodi, hermana de la cantante Thalía y perteneciente a una familia acaudalada. Lo es por haber sido secuestrada hace años por una banda que buscaba dinero y que la mantuvo retenida y sometida a todo tipo de vejaciones durante algo más de dos meses. Experiencia esta que incluso ha formado parte de uno de sus libros.
No obstante, en este caso, queremos centrarnos en su faceta profesional como autora, en la que destacan obras donde el amor en toda su amplitud, la tragedia y la humanidad, con todo lo que eso significa, son protagonistas:
Águeda
En el año 2011 fue cuando se llevó a cabo la publicación de esta novela, que gira en torno a la figura de una mujer, la que le da título al libro. Esta se encuentra divorciada y parece tener una vida estable hasta que aparece en su camino un profesor. Desde el primer momento este hombre la cautiva a base de mimos, de conocimientos acerca del arte y de mucha atención. Sin embargo, todo se torcerá con el paso del tiempo y entrarán en una relación muy peligrosa, donde tomarán presencia el egoísmo, la sumisión e incluso la absoluta dependencia.
Una de cal y otra de arena será la que el docente le ofrezca en la relación a Águeda, que irá afrontando los tragos como puede en cada instante. Y eso será así durante un tiempo en el viajarán por el mundo, permitiendo que la relación con otras culturas le hagan abrir los ojos a la mujer. En concreto, se encontrará a sí misma, lo que supondrá que conozca más y mejor que nunca cuáles son debilidades y también sus fortalezas.
Los cerezos negros
Ernestina Sodi decidió, por su parte, publicar en 2014 esta otra novela, que está basada en un hecho real y que aborda de manera clara y directa la trata de blancas que existe en el mundo.
En concreto, las protagonistas son dos primas mexicanas que sueñan con convertirse en importantes modelos internacionales y ser reconocidas en todo el mundo. Un sueño que precisamente será el que les haga caer en el horror más profundo. Y es que se les ofrecerá una oportunidad laboral que consideran que puede ser el espaldarazo que necesitan sus carreras, pero nada más lejos de la realidad.
Se les brinda la oportunidad de marcharse a trabajar a Japón como modelos, pues allí las mujeres mexicanas consiguen gran éxito. Sin embargo, la realidad es otra muy distinta cuando llegan al país nipón. Lo que descubren es que se ha convertido en esclavas de la mafia Yakuza, que las prostituirá y utilizará a su antojo.
Ambas jóvenes serán obligadas además a fingir con sus familias sobre lo que están viviendo realmente y todo al tiempo que se enfrentan como pueden a su existencia. Sin embargo, se encuentran dispuestas a luchar para poder conseguir ver la luz al final de ese túnel.
Precisamente en esa línea de realidad y crueldad se enmarca la última obra de la autora. Se trata de Líbranos del mal, en el que narra en primera persona su secuestro, las vejaciones a las que fue sometida y cómo consiguió sobrevivir durante los 36 días que pasó en cautiverio.
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