Hoy les ofrecemos una nueva entrega del ciclo Rincones para amantes de los libros, un espacio donde presentamos aquellos lugarcitos entrañables que tienen ciertas ciudades para todos los apasionados. Ya hemos viajado virtualmente a Londres, Ciudad de México y Lisboa. Hoy estaremos en Ámsterdam, una de las ciudades europeas más turísticas y llamativas que existen.
Espacios ideales para la inspiración
Con sus callecitas y sus canales es Ámsterdam seguramente una de las ciudades europeas más hermosas y pintorescas. ¿Cómo no íbamos a visitarla? En ella podemos encontrarnos con una extensa variedad de posibilidades para disfrutar de nuestra gran pasión: la literatura.
En la Plaza Spui de Ámsterdam tiene lugar cada viernes el Mercado del Libro un espacio inolvidable para los que amamos los buenos libros; enclavado en un lugar rodeado de las librerías más grandes, este espacio-plaza, recibe en un ambiente cálido a vendedores de diversos barrios que vienen a ofrecer una gran variedad de libros desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde.
La ciudad de Ana Frank
Pese a ser oriunda de Fráncfort del Meno, Ana Frank tuvo con Ámsterdam una relación inviolable, bajo sus cimientes se escondió junto a su familia, mientras numerosos judíos (ellos también pertenecían a esta cultura) eran asesinados a plena luz del día.
Su refugio, ubicado en la calle Prinsengracht 263-267, es un lugar que seguramente cualquier amante de la historia y de la literatura deseará conocer; un espacio donde encontrarse con el corazón de esta jovencita que durante dos años no vio más gente que los que habitaban con ella en esa casa y que se dedicó a expresar en papel todo lo que sentía, veía y escuchaba.
Librerías para todos los gustos
En esta ciudad también han preciosos rincones para los amantes de la literatura inglesa, librerías como Waterstone (la más grande ubicada en el número 152 de Kalverstraat) han decidido instalarse en este fantástico lugar para ofrecer a los lectores centenares de posibilidades para el entretenimiento literario, pudiendo adquirir tanto lo último en libros que existe en el mercado como libros de segunda mano.
Otra librería que es altamente recomendable es De Slegte, que si bien desde fuera no aparenta ser un lugar demasiado tentador, una vez que cruzas el umbral te encuentras con tres pisos alucinantes de literatura de todos los géneros; lo más curioso es que en los dos primeros pisos los libros que encuentras son de segunda mano, aunque de altas calidades y en el último piso ya puedes encontrar lo último en ficción, como en cualquier otra librería.
Uno de los espacios más recomendables para los aficionados a la lectura es Leliegracht, una calle-canal en torno a la cual pueden encontrarse preciosas librerías añejas y en un clima sumamente acogedor, con el agua casi rozando tus pies; entre estas librerías se encuentra Archtectura y Natura, posiblemente una de las más conocidas de toda la ciudad.
Por último podemos mencionar Himalaya, otra librería altamente destacable de este rincón europeo paradisíaco, que para muchos seguramente es la más hermosa de toda la ciudad; la misma además tiene un salón de té por lo que acercarte a ella no sólo te permitirá escoger una buena literatura sino que, mientras te introduces en ella puedes disfrutar de un café humeante o lo que desees.
Himalaya se encuentra en la calle Warmoesstraat y tiene un aspecto orienta, ciertamente hinduista y embargado de objetos de carácter religioso, de hecho según he podido informarme se trata de una de las librerías de temas espirituales o libros de autoayuda más grande y prestigiosa de toda Holanda.
Haciendo un poco de historia
El café Eylders también es un lugar para visitar que te producirá montañas de sensaciones. A él acudían durante la guerra los héroes de la resistencia y hoy en día es un espacio de encuentro literario sumamente activo, donde se realizan presentaciones de los libros más famosos y se ofrecen tertulias altamente interesantes.
Otro café para libro aficionados es el Hoppe, que se mantiene intacto desde 1670 y que tiene una particularidad sumamente interesante: un espacio para mantenerse de pie (Sta-Hoppe) y la otra para sentarse (Zit-Hoppe).
Uno de los edificios más antiguos de toda la ciudad es el que guarece al café In het Aepjen («aepje» significa «monito» en holandés), cuyo nombre tiene una historia más que interesante. En ese edificio se alojaban los marineros que venían viajando y lo curioso es que podían pagar su albergue con monos que capturaban en sus viajes, y como estos bichitos venían plagados de pulgas, se comenzó a utilizar una expresión que traducida sería como «ha estado en el mono» para explicar que alguien estaba más que preparado para algo (porque si pudo superar el alojarse en ese establecimiento puede afrontar lo que sea.)
Si deseas saber más sobre esta ciudad y sus secretos puedes leer «Ámsterdam» la obra de Ian McEwan, un autor inglés que se ha vuelto sumamente popular en las últimas décadas y que ha conseguido pintar de una forma extraordinaria las sensaciones que esta ciudad despierta; aunque ciertamente no se trata de una obra de tipo descriptiva de esta ciudad sino que es una novela policial, al leerla uno puede pisar esas calles y sentirse como en casa.
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