Annie Leibovitz es la fotógrafa más destacada de nuestro siglo. Su valentía para retratar los aspectos menos atractivos de la vida y su interés en hacer de los colores primarios los principales protagonistas de su carácter pictórico la convierten en una artista inigualable. En su carrera ha fotografiado a muchos personajes del mundo de la literatura, por eso he decidido incorporarla a este ciclo de Fotografías Literarias.
Annie Leibovitz, no sólo ha retratado a algunos de los personajes más destacados del cine norteamericano, sino que también ha desarrollado una gran cantidad de retratos de escritores; algunos de ellos realmente inolvidables.
De la literatura en la infancia
Annie Leibovitz nació el 2 de octubre de 1949 en Connecticut. Ya de pequeña comenzó a sentir una gran atracción por el arte. Sin embargo, su primer contacto con éste fue a través de la música y la escritura. Continuaría absolutamente ligada a él a tal punto que se licenció en Bellas Artes.
Cuando en la década del ’70 consiguió trabajo como ayudante de Ralph Gibson supo que se quería dedicar por entero a la fotografía. En poco tiempo sus retratos comenzaron a brindarle una gran popularidad. Pero fue sin duda la posibilidad de
Su interés por el retrato la llevó a trabajar en la revista Vanity Fair para encargarse de una edición anual de esta revista en la que aparecen los actores más destacados de Hollywood. Más tarde tambié realizaría fotografías de corto paisajista y ambietnalista.
La naturaleza versátil de Leibovitz le permitió desarrollar una carrera amplia que se compone no sólo de retratos para revistas y exposiciones artísticas sino también de fotografías para publicidad y afiches.
Escritoras retratadas por Annie Leibovitz
En el mundo de las letras muchos escritores han tenido la suerte de ser observados tras el objetivo de Annie. Su novia, Susan Sontag es una de ellas, y quizá por la complicidad que existía entre ellas, las imágenes tomadas por Annie son las más extraordinarias y estremecedoras de la autora de «Ante el dolor de los demás». He escogido ésta, en la que vemos a una Sontag absolutamente entregada al instante.
También la inmensa Joan Didion fue fotografiada por Annie Leibovitz. Hay muchas fotografías de su juventud en la que aparece junto a su esposo John y su hija Quintana; sin embargo las más impactantes son las últimas que le ha hecho Leibovitz. He escogido una en la que el contraste del color permite no sólo crear esa línea de contradicción entre las flores y la ropa de la autora de «Noches azules», sino también entre la vida y la muerte, entre la alegría y la tristeza insuperable del duelo.
La mirada de Annie Leibovitz ha servido para inmortalizar los bruscos cambios que ha vivido nuestro siglo y con ellos, para dejar constancia de aquellos personajes que han significado relevantes en estos cambios. Políticos, cantantes, actores, escritores, arquitectos, trabajadores de diversas disciplinas.
El ojo de Annie se extiende a través del mundo e intenta captar aquello que a los demás se nos escapa. Ha fotografiado la convulsión que vivió Estados Unidos en los setenta, que cambiaría el mundo para siempre. Ha dejado constancia de las consecuencias de la guerra, nos ha dejado imágenes de la dimisión de Nixon y una fotografía de un Lennon frágil, el propio día en que sería asesinado.
Por otro lado, no habría que olvidarse de su lucha contra el racismo y la discriminación sexual, tanto en su experiencia vital individual como en algunos de sus trabajos más destacados. Sin lugar a dudas, es la fotógrafa más increíble de nuestro siglo, quien ha sabido presentar una nueva versión de las personas: llegando a captar los gestos más íntimos, y haciendo de cada trabajo una obra maestra.
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