Recuerdo que de niña me gustaba mucho la historia de Paco Yunke. Ese niño que vivía en el medio del Chaco y que debía caminar varios kilómetros para llegar a la escuela, donde una maestra rural le ofrecía esa contención que no podía hallar en su casa. Ese relato que se acercaba a la miseria de esos niños, que andaban descalzos y comían salteado…
Entonces, me costaba entender que hubiera personas que no satisfacían esas necesidades básicas; personas de mi edad, que debían sacrificarlo todo para poder estudiar y que sabían qué se sentía exactamente al tener el estómago vacío… Ahora sé que la vida está llena de injusticias y que los niños siempre son los primeros afectados.
La importancia de los buenos maestros es indiscutible.yY en estos tiempos que corren, ¡con más razón! La historia de Antoni Benaiges, es un buen aliciente, imagino para todos los que luchan por torcer el rumbo desparejo de nuestras sociedades.
En el libro, «Antoni Benaiges. El maestro que prometió el mar», del cual hoy hablaremos, se encontrarán con una historia sumamente prometedora, a la vez que escalofriante. ¿Lo vemos juntos?
Enseñar a ver más allá de los límites
El gremio docente posiblemente sea una de los más devastados. Es cierto que los maestros no son intocables, que hay muchos que son desastrosos; pero me niego a creer que todos sean así. Y tengo pruebas para creer en ello. Al acercarme a la historia de Antoni Benaiges, ¡ya no me caben dudas!
A una escuelita de un pueblo perdido en el medio de Burgos, llegó una tarde Antoni Benaiges. Lo hizo sin más equipaje que su maleta llena de libros y una imprenta para instalar en la escuela, que él mismo había pagado.
Para los niños de ese pueblo perdido, este hombre fue una ventana de cara a un futuro mejor. Fue el empuje que necesitaban para desear llegar más allá de sus fronteras.
Fue el primero y el único que les prometió que los llevaría al mar. Posiblemente hoy en día nadie comprenda la importancia de esa frase; salvo quienes hayan vivido sus primeros años a cientos o miles de kilómetros de la playa. Ellos recordarán que el mar era algo desconocido, anhelado y cargado de fantasías e historias… Algo que muchos estaban convencidos jamás conocerían… Pero estos niños se ilusionaron y comenzaron a hilvanar historias en torno a este mitológico elemento, gracias a la esperanza que Antoni puso en ellos.
Con la imprenta publicaban cada cierta cantidad de tiempo un folleto en el que plasmaban sus pensamientos. Y, como lo habían hecho con otros acontecimientos, publicaron un número en el que mostraron sus sentimientos en torno a esa experiencia que estaban convencidos, sería inolvidable.
Lamentablemente, como ha sucedido más de una vez a lo largo de la historia, el sueño de esos niños se vio truncado por el mal hacer del ser humano. En 1936, cuando estalló la guerra civil en España, el maestro Benaiges fue apresado, torturado y asesinado. Ya no se supo nada de él, hasta el 2010, en el que su cuerpo fue hallado en la gran fosa común de Pedraja, junto a otros cientos de cuerpos.
El olvido había caído sobre la historia; sin embargo, aquellos niños no olvidaron a Benaiges, y sin ellos no habrpia sido posible este libro, en el ofreciendo su testimonio, reconstruyen la historia de aquel maestro de escuela. Y lo recuerdan con los ojos llenos de lágrimas, como aquel maestro que les inculcó el placer por la lectura y por mirar más allá de las fronteras del propio pensamiento.
Antoni Benaiges y el método Freinet
Sin duda una historia escalofriante. Pero todavía hay más. Benaiges fue uno de los pocos maestros que se adhirió a la técnica Freinet de enseñanza.
Esta nueva forma de enseñanza se caracterizaba por erradicar de la labor educativa los malos tratos y los adoctrinamientos estrictos, y por llevar el conocimiento a los niños a través de acercamiento a sus realidades. Mediante la comprensión y el respeto y no desde la imposición del miedo.
Además, se sostenía que cada escuela tenía que tener su imprenta y que cada alumno debía formarse como periodista, aunque en el futuro no fuera a desarrollar dicha labor. Ese poblado de Bañuelos de Buera fue el único en todo Burgos que gozó de esta técnica, cuando allí llegó el catalán Antoni Benaiges, un apasionado de la historia que cada lugar entrañaba.
Era posiblemente el candidato perfecto para los represores. Un hombre que deseaba la libertad de pensamiento, que luchaba por la igualdad de oportunidades y, sobre todo, que era capaz de dar su vida por hacer bien su trabajo, construir un país mejor.
En uno de los programas pasados de «Cuarto Milenio», Iker Jiménez compartió esta historia y leyó algunas de las narraciones que los niños habían publicado.
Ese último librito que se había impreso encerraba la promesa del maestro de llevarlos a conocer el mar. Cosa que ni siquiera soñaban. Y se prepararon durante meses pensando en que al final del curso harían un viaje. Y es éste seguramente el mayor y más grato mensaje que este maestro entregado a su labor pudo darles, que soñaran con aquello que les aseguraban nunca alcanzarían. Porque en el fondo, imposible es una palabra que deberíamos eliminar definitivamente de nuestro vocabulario.
Recuperar la historia
Ocho décadas más tarde, la historia de este maestro ve la luz, antes de disiparse en el olvido. Recuperada por esos niños (hoy ya personas mayores) que deseaban hablar de él, que se sienten sumamente agradecidos por todo lo que este maestro de campo hizo por ellos.
Esta obra, es el fruto de una profunda investigación en la que han participado el periodista Francesc Escribano y el fotógrafo Sergi Bernal.
Hubo un momento en que pareció que España podía ser otra. Que la educación podía ser diferente. Antoni creía en estos ideales y por ellos luchó hasta el final.
Creo que es interesante que historias como la suya se den a conocer porque pueden ser un inmenso incentivo para aquéllos que andan ese mismo camino. Y que se sienten a veces tan desolados por el mundo que les rodea e intenta tirar abajo sus planes, sus deseos de un mundo mejor, su empeño por construir, aunque más no sea un humilde techito. Un espacio donde términos como libertad, compromiso y esfuerzo, sean protagonistas.
Así que ya lo saben, para encarar estas vacaciones, una de las posibles lecturas puede ser «Antoni Benaiges. El maestro que prometió el mar». Una intensa historia sobre la guerra civil y la fuerza de un ideal.
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