Muchos son los autores que a lo largo de la historia han sido calificados con el término maldito, bien por su manera de ser o bien por el arte provocador e incomprendido que llevaban a cabo.
Entre todo ese listado de escritores que no encontraron el respaldo de la crítica ni del público, pero que sí lograron ciertos “adeptos”, se halla el francés Antonin Artaud. En la Marsella del año 1896 fue donde nació aquel que cultivó distintos géneros literarios, que incluso probó suerte como actor en el mundo del cine y que ejerció una influencia notable en el teatro, pues sus ideas revolucionaron ese campo.
Todo ello y la violencia que imprimían algunas de sus obras, quizás por culpa de los problemas físicos y mentales que sufrió a lo largo de su vida, fueron los elementos que le dieron el calificativo de autor maldito.
En el caso de que aún no hayas leído nada de aquel, te recomendamos que apuestes por libros como estos:
Los Tarahumaras. En el año 1945 fue se llevó a cabo la publicación de esta narración que se basa precisamente en el tiempo en el que el escritor pasó en México. Y es que allí fue donde conoció a los que dan nombre al libro, pueblos nativos de ese país americano que tienen la particularidad de contar con una serie de ritos, tradiciones y religiones que, desde luego, no dejan indiferente.
La consideración por parte del autor de que esta población puede ser una raza superior a la del hombre occidental es uno de los pilares de este trabajo, donde también se abordan de manera profunda situaciones tales como la opresión del hombre blanco o hasta dónde están dispuestos a llegar los tarahumaras con tal de mantener intacta su civilización.
Heliogábalo o el anarquista coronado. El año 1934 fue el momento en el que este ensayo de Antonin Artaud llegó al mercado. Básicamente podemos decir que se trata de un particular acercamiento del escritor a la figura del emperador romano que recibía el apodo de Heliogábalo, y que realmente se llamaba Sextus Varius Avitus Bassiansus.
Lo interesante de este relato es que la singularidad de la pluma de aquel se une a la particularidad de la personalidad de ese personaje histórico que siempre estuvo rodeado de polémica. Y es que desde que llegó al poder con catorce años de edad no dudó en introducir importantes cambios en la sociedad de aquel entonces, entre otros, el ignorar por completo tanto tradiciones religiosas como tabúes de tipo sexual.
Acciones todas aquellas que fueron las que consiguieron que el resto de las personas poderosas del momento se pusieran en su contra y urdieran un plan para derrocarle, plan que pasaría por borrar toda huella que él hubiera dejado en la sociedad.
El Pesa Nervios (1925), El Ombligo de los Limbos (1925) o Van Gogh, el suicidado por la sociedad son otros de los interesantes trabajos realizados por Antonin Artaud que, sin ningún tipo de dudas, merece la pena conocer de aquel. De esta manera, se entenderá, o no, porqué se le conoció como autor maldito.
Comentarios2
Hola María, menudo salto el tuyo. Pasar del escritor estrella Paolo Coelho (un gran mediocre) a un genio literario del calibre de Antonin Artaud … El problema con Artaud es que la gran mayoría de lectores que han leído esos pequeños libros que mencionas no tienen acceso a su obra completa que tiene más de veinte tomos. De todas las bibliotecas que he visitado alrededor del mundo sólo la he visto en la biblioteca de Ginebra. En otras palabras Artaud es uno de los genios literarios menos leídos. Sólo “Artaud Oeuvres” de Quarto Gallimard contiene 1,792 páginas en papel biblia (con un índice de 14 páginas) y no existe en lengua castellana. Su correspondencia es de lo mejor que se puede esperar de un gran autor y sus grandes ensayos quedan totalmente desconocidos al público, precisamente por la falta de distribución.
La Literatura, al igual que todo en la vida, es cuestión de gustos. Resulta interesante, como enriquecimiento personal, conocer distintos autores, diversas formas de entender la escritura y variadas maneras de abordar la misma temática.
Espero que en cualquier caso, te hayan sido de utilidad ambos artículos.
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