Breve semblanza de Antonio de Nebrija, a 500 años de su fallecimiento.
El próximo 2 de julio se cumplen los quinientos años del fallecimiento de Antonio de Nebrija, el autor de la primera gramática castellana y uno de los humanistas más destacados de su tiempo.
¿Sabías que muchas cosas que se han contado de su vida no son ciertas? En este artículo hacemos un breve repaso de su historia y te invitamos a conocer a este peculiar personaje.
Primera gramática española
Como buen humanista Antonio de Nebrija defendía el lenguaje como un espacio de exploración pero buscando principalmente un argumento teórico que justificara el uso de las palabras y las frases de una determinada manera. Sin embargo, la vida no cesó de ponerle obstáculos. Empezando por su propio nombre. Aunque nació con el nombre de Antonio Martínez de Cala y Xarana, a poco de comenzar su carrera lexicográfica se lo cambió a Elio Antonio de Lebrija.
Escogió el nombre «Elio» antepuesto al propio porque era la forma en la que se denominaban los caballeros romanos casados con andaluzas, cuyos bustos y figuras había contemplado desde niño, tal como lo cuenta Álex Grijelmo en El País, en una de las semblanzas más interesantes que se han publicado sobre el humanista. La construcción «de Lebrija» la eligió como un homenaje a su tierra natal, que en aquel momento se escribía en castellano «Lebrixa» y en latín «Nebrissa».
Se cree que el cruce entre ambas formas devino «Nebrija». Y aunque hay numerosos estudiosos que anhelan recuperar la voz original, el nombre se encuentra tan asentado que resultaría imposible conseguir brutal cambio. Así pues, tenemos que Elio Antonio de Nebrija nació en Lebrija en 1444 en el seno de una familia de clase media, instruida aunque no adinerada. Su pasión por el lenguaje y los conocimientos lo llevaron primero a estudiar en Salamanca y posteriormente a Bolonia. Volvería de esta universidad europea convertido en uno de los humanistas más completos de la época. Aprovechó aquel viaje para conocer los detalles de la cultura, las artes, el derecho y la lengua, para empaparse del latín y de las infinitas posibilidades de aprendizaje que le ofrecía esta tierra.
Nebrija y la Inquisición
Como gran estudioso del latín que fue, Nebrija no dudó en criticar a aquellos que usaran de forma irresponsable este idioma. Incluso llegó a criticar al sacerdote que bautizó a uno de sus hijos por su pésimo dominio de este idioma. Asimismo, cuando se le adjudicó la tarea de reimprimir la Biblia, advirtió que encontraba muchos errores, probablemente la gran cantidad de copistas que la habían tocado fue dando lugar a malas interpretaciones y a problemas tipográficos que fueron asentándose como válidos.
Su empeño por corregir estos fallos lo llevó ante la Inquisición. Se lo acusó de poner en duda la verdad atribuida a la traducción de San Jerónimo, a quien se consideraba inspirado con la luz del Espíritu Santo en dicha labor. Si no hubiera tenido una estrecha amistad con el Cardenal Cisneros, es posible que la vida de Nebrija terminara ahí. Pero consiguió que se le perdonara y aunque no renunció a su postura, abandonó ese encargo para retomar su trabajo como docente universitario.
A Antonio de Nebrija se le adjudica una obra extensa que ha dado forma a la teoría de la gramática española y también numerosos textos de educativos. Entre sus grandes virtudes se destaca que haya analizado la lengua como algo cercano y analizado las diversas variantes gramaticales a través de ejemplos sencillos.
El punto de partida de la obra de Nebrija son los gramáticos Diomedes y Prisciliano pero con el correr del tiempo su formación y su propia investigación lo llevó a ubicarse lejos de los gramáticos. Su interés estaba en la lengua como cosa accesible para todos. Y esta idea es la que persiguió a lo largo de toda su carrera.
Dividió la gramática en Ortografía, Prosodia, Sintaxis y Etimología, y estas clasificaciones son las que persisten todavía en la actualidad. Su gran apoyo fue el latin, lengua que consideraba superior a todas, en cuyo aprendizaje se centró y de la cual partió para organizar y ordenar la teoría de la gramática española.
Sin lugar a dudas, a pesar de sus ideas cuestionables sobre la mirada hacia los demás pueblos, fue un personaje sumamente importante para el entendimiento y la institucionalización de nuestra lengua. A cien años de su muerte no viene nada mal recordarlo.
Comentarios1
Hay un error en este artículo: son 500 años, no 100.
¡Muchísimas gracias, Luis, ya lo he corregido! Las mates no son lo mío, jeje. Un saludo.
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