Antonio Royuela: «Si no nos manifestamos con libertad, cómo no vamos arrojar nuestros sueños por la borda»

Entrevista a Antonio Royuela (Segunda Parte)El último poemario de Antonio José Royuela, «Zonas», es un compendio de poemas que versan en torno a las posibilidades que cada experiencia pone a nuestra disposición. A través de una poesía que de a ratos adquiere tintes intimistas y por momentos se jacta de una voz social que pone en palabras las dolencias y las frustraciones con las que todos podemos sentirnos identificados, el poeta cordobés nos invita a recavar en lo más profundo de nosotros mismos para acercarnos a esas pequeñas zonas propias que requieren de nuestra atención para convertirnos en personas completas. Si en la primera parte, Antonio nos contaba acerca de sus lecturas, ahora nos detalla con minuciosidad la forma en la que concibió su último poemario y responde a preguntas precisas en torno a su actual poesía.



P—Pasemos a “Zonas” ¿te parece?

R—Claro que sí. Un autor siempre tiene ganas de hablar de su último trabajo.



P—¿Por qué lo has titulado de este modo? ¿Cuál es el mensaje fundamental que deseas transmitir al lector con este poemario?

R—»Zonas» recoge muchos de los poemas escritos durante estos tres últimos años. Hasta el momento, mi manera de escribir poesía ha sido por impulsos. De ahí, la dificultad para confeccionar un poemario que tuviese un hilo conductor claro o aglutinase poemas referidos a un solo tema en concreto. Manejé muchos títulos hasta que «Zonas», me permitió diferenciar y agrupar los poemas de manera que el lector pudiera sentirse cómodo en su lectura.
»En un poemario de estas características, resulta complejo extraer un mensaje fundamental. Cada «Zona» está construida en base a distintas perspectivas del tema para que el lector pueda reflexionar y extraer sus propias conclusiones.



P—¿Cómo fue la composición de este libro? Si bien nos cuentas en el libro que los poemas se han concebido de forma independiente, ¿qué te los hizo unificarlos en este libro? ¿Qué buscaste que tuviera cada poema para ser un candidato adecuado para conformar este poemario?

R—Para incluir un poema tengo que estar contento con el resultado final del mismo. Quizá, esa sea la primera premisa para integrarlo dentro de un poemario o, simplemente, publicarlo en cualquier soporte.
»La clasificación en diferentes zonas del poemario, me permitió establecer unos parámetros con los que aglutinar poemas que tenían un hilo conductor similar. De ahí, el resultado final del mismo.



P—Dices «Como mi memoria es incapaz de hacerte carne / me ha parecido oportuno este poema». ¿Crees en la poesía como un arma para canalizar todo aquello que nuestra memoria es incapaz de acomodar oportunamente sin que nos haga daño?

R—Sin duda alguna.
»La poesía es un universo que canaliza también otras muchas cosas. Lo que no acomodamos y lo contrario, es decir, lo que nuestra memoria retiene a lo largo del tiempo porque nos ayuda a mantenernos más alegres y fuertes.
»Tal vez haya una mayor tendencia de los poetas a plasmar aquello que nos cuesta trabajo adaptar a nuestros esquemas mentales, entre ellos la memoria.



P—Entre «La mente del mono» y «Zonas» hay un cambio de registro bastante significativo: dejas el tono erótico tan firme en la línea de tu anterior poemario y te decantas por uno en el que la ternura parece el hilo que tensa los poemas y los conecta; además se nota una madurez mayor. ¿Con qué crees que puede estar relacionada esta transformación? ¿Hubo una decisión clara de fondo o los poemas se te fueron mostrando de esta forma? ¿Has corregido con más insistencia este nuevo poemario?

R—Es probable que sea una combinación de todos los factores que nombras e, incluso, de alguno más. Los poemas se fueron mostrando tal cual, sin estar condicionados por ninguna decisión previa. Coincido contigo en lo de una mayor madurez, o al menos, de una mayor consciencia en la importancia de reescribir hasta dejar el poema lo más preciso posible.
»En cualquier caso, creo que el producto final es una voz más consistente que va consiguiendo matices personales que son muy importantes en la evolución y desarrollo de cualquier poeta o escritor.

Entrevista a Antonio Royuela (Segunda Parte)



P—Hay también una mayor insistencia sobre la nostalgia. “Los reyes magos”, “El ferrocarril” o “Cuando más te necesitaba” son poemas que reflexionan sobre la pérdida de una forma casi infantil. ¿Hubo algún cambio importante en tu vida personal que te llevara a volcarte más hacia la infancia y la pérdida de la inocencia?

R—No sabría contestarte con exactitud. En realidad, cambios importantes durante estos tres últimos años no ha habido. Quizá, la madurez de la que hablabas en tu anterior pregunta sea más significativa que cualquier otra cosa en ese aspecto.
»La infancia y el tránsito de la adolescencia a la adultez son períodos de enorme importancia en la configuración del adulto en que nos convertimos. De ahí, la fuente inagotable que suponen para el poeta.



P—Siguiendo en esta línea el poema “La belleza de lo frágil” se detiene sobre cosas sencillas que nos provocan ternura y admiración; aquello que resulta tan necesario y que, por otro lado, no podemos explicarnos por qué. ¿Se puede escribir sin observar con detenimiento el mundo que habitamos? ¿Qué cosas te producen asombro?

R—A mí, me resultaría muy difícil escribir sobre cualquier cosa que no haya contemplado y hasta analizado en profundidad. Cuando uno no vive, no se fija con la admiración debida o no le presta la importancia que merece a todo lo que le rodea, complicado tendrá despertar en el lector la curiosidad que él mismo no ha tenido.
»Soy una persona que se asombra por las cosas sencillas que ocurren a diario. Me fascina más ver dos ancianos besándose en un parque o el continuo llegar de las olas, que las imágenes que un satélite pueda enviarnos sobre Marte.



P—Dices, “La propia existencia nos obliga a guardar los ideales en un cajón secreto”. ¿Vivimos en una sociedad que nos empuja a la tristeza y al abandono de los sueños?

R—Sí. Vivimos en una sociedad beligerante. No aceptamos el punto de vista que discrepa del nuestro. O están con nosotros, o son nuestros enemigos. Esta falta de empatía y de solidaridad reinantes, en ocasiones, conduce a no manifestar todo aquello en lo que creemos por miedo a ser rechazados. Es triste y duro, pero así es, aunque pretendamos enmascararlo.
»Si no nos manifestamos con libertad, cómo no vamos a estar con congoja o a arrojar nuestros sueños por la borda.



P—Sin embargo, tú no has abandonado tu sueño de ser poeta y es algo que año a año es más tangible. ¿Crees que es posible dedicarse a la escritura y no morir en el intento? ¿Qué le dirías a alguien que está recién lanzándose a por este sueño?

R—Dedicarse a la escritura sin desfallecer por el camino, pienso que dependerá de cómo se afronte la travesía. Si lo que se pretende es fama o ganar dinero de una manera rápida, mejor olvidarlo. Pero si se disfruta cuando se enciende el ordenador y se abre la hoja en blanco dispuesto a vaciarse en ella, se estará en una mejor disposición para no morir en el intento.
»En mi caso, siempre veo lejos conseguir la voz propia de la que antes hablábamos. Hacerme un hueco en este complejo mundo de las letras lo percibo más como utopía que como realidad, pero también es cierto, que cada vez hay más gente interesada en leerme y eso ya es un éxito para mí.
»Con respecto al joven que se lanza a la aventura de escribir, le diría que no ceje en su empeño por muchas trabas que encuentre. Que deje de lado los egos, que lea mucho y que escriba sin miedo. No se puede gustar a todo el mundo.


P—Este es tu tercer libro. ¿Qué desafíos/miedos aparecen cuando ya no eres nuevo en esto?

R—Sigue habiendo muchas semejanzas entre los miedos iniciales a los de ahora. A pesar de que al joven escritor le digo que escriba sin miedo, uno siempre tiene la incertidumbre de cómo será acogida la nueva obra. Las inseguridades siempre van a estar ahí.



P—¿Qué esperas de “Zonas” y qué otros proyectos tienes en camino?

R—Ojalá entusiasme a los lectores, y, sobre todo, que sea un paso adelante en la construcción de mi propia voz.
»Sigo con la ilusión de terminar la novela que empecé hace un par de años. También me gustaría editar un libro de microrrelatos y relatos que va tomando forma con el paso del tiempo. Y con respecto a la poesía, a pesar de que lo prioritario ahora es la promoción de «Zonas», siempre encontraré el hueco para ir escribiendo nuevos poemas.



P—Si quieres agregar alguna cosa que no te haya preguntado…

R—Agradecerte infinitamente la paciencia y el buen hacer que has puesto a lo largo de toda la entrevista.

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