En estos tiempos inquietos, la unión hace la fuerza. Si los lectores y las editoriales nos ponemos de acuerdo, podemos ayudar a que las librerías consigan sobrevivir a esta catástrofe. Hoy escribo sobre algunas propuestas que se fundan con ese objetivo: colaborar con el sostén de las pequeñas librerías. No dejes de comprar libros en tu librería de siempre, para demostrar tu apoyo y tu cercanía a tus amigos.
Adopta una librería
Adopta una librería es una campaña iniciada en Italia y que ha alcanzado una gran repercusión en España y en otros países europeos. Su objetivo es contribuir con un abrazo sólido de las editoriales hacia las librerías físicas, para ayudarles a sostenerse durante y después de la pandemia.
Aquí, el equipo de Nórdica Libros se ha propuesto destinar el 35% de las compras realizadas desde su página web a aquellas librerías que más lo necesitan. Lo más interesante de esta propuesta es que cada uno de nosotros, al comprar un libro en su tienda virtual, podemos escoger la librería a la que deseamos ayudar; de este modo, se establece un abrazo tripe: entre libreros, lectores y editoriales. ¿A que es bonito?
La idea ha prendido fuerte, tanto es así que otros sellos se han sumado a la iniciativa, ofreciendo distintos porcentajes para colaborar con la supervivencia de las librerías. Entre las editoriales que se han propuesto colaborar con los imprescindibles libreros se encuentran Dos Bigotes y la editorial sevillana Ediciones Barrett.
Si somos capaces de entender que el círculo de los libros necesita de todos los integrantes de la cadena para existir, entre todos podemos reconstruir este mundo cuando todo acabe. Evitar el hundimiento del mercado del libro es algo que nos corresponde a todos, por eso es importante difundir, trabajar y apoyar a los libreros de nuestra ciudad y nuestro mundo. En la web de Nórdica leemos esto, que es una invitación preciosa a ser parte de esa hermosísima iniciativa:
Foto: Nórdica Ediciones
Otras alternativas para ayudar a los libreros
Existen otras numerosas iniciativas que tienen como objetivo salvar al libro de la ecatombe. Les he escrito a Arnau y Silvana, de la Librería Cal Llibreter, para pedirles que me pongan al tanto de la situación del libro en esta región. Su respuesta me desazona por un lado, porque muchas librerías no podrán volver a funcionar después de este parón, pero también hay algo de luz en sus palabras.
Me cuentan que en Barcelona está Libreries obertes, una propuesta catalana para colaborar con el sostenimiento de los proyectos libreros hasta que sea posible volver. La idea funciona de este modo: nosotros compramos los libros, sabiendo que no van a llegarnos todavía, y al pagarlos ayudamos a los libreros a gestionar el mientras tanto. La fidelidad en estos momentos difíciles es fundamental para que estos proyectos continúen en marcha. Conocer de boca de los libreros las muestras de cariño de la gente me ilusiona. Ellos también en medio del desastre ven algo de esperanza. Dicen:
Por supuesto todas estas alternativas no serán suficientes; por supuesto que habrá que trabajar muchísimo para sobrevivir a este terrible parón. Además, todas estas ideas siempre tienen su parte buena y su parte regular, porque en medio de las crisis las ayudas no se suelen gestionar con total lucidez, pero vamos a quedarnos en este caso con lo positivo, que es poder vender una cincuentena de libros en dos semanas, como para alimentar el movimiento y la vida de estas pequeñas casas que podrían desaparecer si la vida en cuarentena se prolongara mucho más. Y deseo y espero que mis amigos de Sant Just puedan volver y llegarme a ese hermoso rincón catalán para darles un abrazo después de tanta virtualidad.
Por último, no quiero dejarme fuera una alternativa preciosa que ha puesto en marcha la Librería 80 Mundos, de Alicante. Con la ayuda de diversas editoriales, estos creativos libreros han creado una campaña en Verkami para conseguir mecenas que quieran ayudarlos a sostenerse y levantarse después de este parón. Entre las recompensas hay libros fascinantes de editoriales hermosas como Jekyll & Jill, Candaya y Alpha Decay. Puedes convertirte en mecenas aquí.
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