Así comienza una de las novelas más extraordinarias de Ana María Matute, su preferida. Se titula «Olvidado rey gudú» y versa en torno a la historia de una familia real marcada por una maldición.
El libro va dedicado a Andersen, Grim y Perrault, esos verdaderos magos que tuvimos en la infancia; quienes, a través de sus fábulas asombrosas, nos ayudaron a construir nuestro propio universo. Posiblemente los responsables de que muchos de nosotros escribamos. Y, sin duda Ana María Matute también.
¡¿Qué mejor homenaje a estos autores que una novela asombrosa, llena de magia, de sueños y con una calidad literaria como pocas?!
Ardid, Predilecto y Gudú
Ana María Matute construye en «Olvidado rey Gudú» la historia de toda la familia de los reyes de Olar.
La historia comienza con una maldición y así concluye, aunque podríamos hacer otras lecturas sobre el final. Pero, no las haré. Porque no me gusta dar datos realmente relevantes ni contar secretos, sino perdería la gracia que después se los recomendara. Les aseguró que no hablaré absolutamente sobre el desenlace. En este artículo simplemente quiero hacer hincapié en la construcción fascinante de tres personajes que me han parecido elaboradísimos y asombrosamente conseguidos.
- Ardid
Este es sin duda un personaje extraordinario. Construido con suma laboriosidad. Se trata de una niñita que, después de perder a su padre y hermano en una cruel emboscada, promete vengarlos. Y comienza a formarse, gracias a un hechicero que la acompaña, para llevarla a cabo.Su objetivo es llegar al castillo donde vive el rey Voludioso, el asesino de las muertes. Es un hombre vil y sumamente rudo, que no teme a la violencia y que la utiliza como herramienta práctica para resolver lo que haga falta.Ardid, con su absoluta astucia, consigue que el rey le haga caso y acepte casarse con ella, sin saber que se trataba de una niñita. Al enterarse, el enlace ya se ha hecho, por lo que tiene que aceptar que ella es la nueva Reina de Olar. Así, Ardid se instala en el castillo y…
Creo que me detendré en este punto, es muy interesante lo que viene después. 😉
- Predilecto
Es también mi favorito. Un niño suave, tierno, justo, que sufre a causa de haber perdido a su madre de pequeño. Su vida se encuentra irrigada de melancolía. Y el amor no hace otra cosa que empeorar este estado.Se entrega de forma absoluta a su rey, Gudú (ambos hijos del mismo padre, Volodioso) a quien adora ciertamente. Y se enamora de una joven que está prometida a éste, de nombre Tontina. Con ella le unirá una suerte de destino que lo alejará y pondrá en peligro su amistad con el rey.
¿Cómo termina ese romance? Ya dije que no contaría nada relevante.
- Gudú
Pese a que al escoger la obra intuís que Gudú es el protagonista fundamental. no aparece hasta la mitad de la novela. Es hijo de Ardid y Volodioso y, debido a cuestiones que no revelaré, se convierte en un rey pragmático y poco afectuoso, aunque sí, bastante justo.Con una confianza en sí mismo absolutamente envidiable y una capacidad para ejercer el liderazgo estimulante, consigue llevar a cabo osadas conquistas y convertirse en un rey incuestionable. Pero tanta confianza también puede ser negativa; en su caso… ¡Cierto! Dije que no lo diría… 😉
Entre estos tres personajes se da una dinámica relación. A través de la lectura te encontrás con los miedos, los amores y las frustraciones de cada uno y entendés por qué se comportan como lo hacen.
Me atrevería a decir que son el eje de la toda la historia. Los más entrañables y los que te persiguen una vez terminás la novela.
El reino de Olar
Olar es un reino fantástico que se encuentra rodeado de paisajes alucinantes, los cuales llaman a los diversos reyes a conquistar más allá de sus propias fronteras. Un territorio lleno de guerreros, de hechiceros, de ondinas y trasgos; cuyas historias se entremezclan y llenan de poesía y colores todas las páginas. Podría ubicarse en la Edad Media, aunque no se encuentra enmarcada en la realidad.
En lo que respecta al género, es difícil de definir, muchos lo presentan como una novela épica fantástica; imagino que es la mejor forma de caracterizarla. Hay guerras sangrientas, conquistas desaforadas y viajes a otros mundos desarrollados todos en un universo de fantasía elegantemente construido en el que todas las piezas encajan.
La venganza se cierne tras los muros del castillo. Muchos son los personajes que la persiguen; que intentan resolver aquellas situaciones imperdonables de la infancia. Y algunos lo consiguen, aunque después de la venganza el dolor continúa. Porque nada cura las heridas de los tiernos años.
Es una obra asombrosa que sirve para reflexionar sobre las cuestiones más instintivas que nos dirigen. Sobre el resentimiento, el dolor y las diversas vías para curarlo.
Y no diré más. Creo que volveré a leerla muy pronto. Porque eso es lo que tienen las buenas obras, que siempre te obligan a volver a ellas para empaparte de todo lo que se te pasó de largo. ¿Hace falta decir más para que corran a buscarla?
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