Una de las características que tienen en común quienes se dedican a la escritura y aquellos que entregan su vida a la filmografía es esa necesidad de contar historias. Y, en algunos casos más marcada que en otros, la capacidad para presentarnos existencias que puedan resultarnos atractivas o con las que podamos sentirnos identificados.
La linea que divide ambas profesiones es casi imperceptible, por eso no nos extraña que personas que han conseguido cierta fama como directores de cine o guionistas, se lancen a la narrativa.
Tal es el caso de Fernando León de Aranoa que recientemente ha presentado un libro de relatos titulado «Aquí yacen dragones» y que ha sido muy elogiado por crítica. En este artículo hablaremos sobre esta publicación y les presentaremos a este director-autor.
A modo de biografía
Fernando León de Aranoa es un madrileño nacido el 26 de mayo de 1968 y que ha conseguido una importante fama como director y guionista de cine.
Es licenciado en Ciencias de la Imagen por la Universidad Complutense de Madrid y un apasionado de las historias. De hecho, le encanta contarlas; así lo demuestra una vez más, esta vez acercándose a la literatura.
Cabe mencionar que entre sus trabajos como guionista se destacaron «Turno de oficio», «Un, dos, tres», «Sirenas» y «Familia», la cual le ha valido el Goya a la mejor dirección novel.
A Aranoa le interesa mostrar la realidad desde un punto un poco humorístico; está convencido de que no hay que renunciar a la risa y a la ternura. El humor y el drama podrían representar en el arte lo que en la realidad, la vida y la muerte. Ese opuesto imprescindible que permite la supervivencia, pese a todo. Tomarse las cosas con humor siempre ayuda a sobrellevarlas de una forma certera.
Pero las dotes creativas de Aranoa no se reducen a las artes escénicas, también es un autor de relatos y narraciones cortas; tal es así que ha sido galardonado en dos ocasiones con el Premio Antonio Machado. Además, también ha trabajado como ilustrador. Es decir que estamos ante un artista sumamente versátil e interesante.
Relatos encadenados
«Aquí yacen dragones» es una obra en la que lo fantástico se nutre de lo desconocido. Una de las formas en las que podemos captar esa línea es a través de un elemento que se hace presente en muchos de ellos, los mapas antiguos. En estos, nos dice el autor, existía una leyenda que decía: «A partir de aquí la responsabilidad es suya, empieza lo desconocido«.
En ese espacio aparecían los dragones, esos seres mitológicos que llenaban de vida las travesías en barco, que permitían jugar con las sensaciones contradictorias que genera lo desconocido, entre el miedo y las ansias de conocer aquello que nadie sabe.
En su obra hay extensas descripciones de espacios. Los aeropuertos son uno de ellos, Fernando expresa que a él le gustan especialmente, le resultan fascinantes porque son lugares de tránsito y por tanto, en ellos todo es posible.
Son más de 100 relatos breves que, aunque cada uno tiene una cierta independencia, se encuentran interconectados. Es conveniente, por tanto, que los leamos en orden, para hilvanar esas historias y encontrar esa unión que existe entre los diversos personajes y anécdotas.
Los temas fundamentales de todos ellos son el amor, la muerte, el desengaño y la identidad. Para Fernando es necesario escribir sobre la vida, sobre aquello que nos mueve a continuar. Y, en la respuesta a la pregunta de quiénes somos, reside lo que hagamos con nuestro tiempo, por ende, lo que nos lleve a seguir de un modo u otro.
La sonoridad, el compromiso y la identidad
Para Fernando la sonoridad es fundamental en un relato, la métrica de la prosa. La cual difiere en la que se necesita para hacer poesía, pero sin embargo representa la misma importancia. Conseguir una buena sonoridad y encontrar la palabra exacta para expresar lo que desea de una forma breve, son los dos aspectos que podrían ayudar a definirlo como escritor.
Cabe mencionar también que Aranoa es un ciudadano comprometido. A tal punto que la mayoría de sus obras tocan temas importantes a nivel social como el racismo, la tortura, la inmigración y la soledad, entre muchos otros.
Y posiblemente sea a través de la identidad y de las raíces, que nos acerquemos a comprender o no esos temas; muchas veces la forma de entenderlas, es sufriendo las consecuencias de ciertos prejuicios. Creo que esta forma de entender la individualidad y la necesidad que como ciudadanos tenemos, a través de la identidad es fundamental. Y hay en el libro un relato fantástico donde el autor juega con los nombres y significados. Dice:
Si bien esta es la primera obra de ficción de Aranoa, con anterioridad ha publicado otro libro, al que tituló “Contra La Hipermetropía”. En él, el madrileño reunió una serie de textos sobre sus películas favoritas, el oficio de cineasta y de temas que le han interesado especialmente. Además, también aparecen algunos relatos breves. Todos ellos en busca del sentido común y, sobre todo, de la formación de una línea de pensamiento que escape a las normas y que se muestre autonómica frente al espacio.
Para terminar les dejo un vídeo de la presentación de este libro, de la que participaron el músico Joaquín Sabina y el autor Juan José Millás. Dicho esto, los animo a que se acerquen a esta nueva-vieja faceta de Aranoa donde encontrarán mucho más de este impresionante guionista. Porque la buena literatura y el buen cine se nutren de lo mismo, de magníficas historias.
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