En el año 1915 en Roxbury nació el que estaba destinado a ser uno de los grandes escritores y dramaturgos del siglo XX: Arthur Miller. Un autor que nos legó un amplio conjunto de obras caracterizadas por unas historias que enganchan, unos personajes que encandilan y un estilo de excelente calidad.
Todo ello le valió para alzarse con un extenso conjunto de premios internacionales de prestigio tales como el Premio Príncipe de Asturias de las Letras o el Premio Pulitzer.
Indiscutiblemente si tuviéramos que hablar de su obra más insigne esa sería, sin duda alguna, Muerte de un viajante. En el año 1949 fue cuando se publicó y estrenó este trabajo teatral que catapultó a su autor al éxito desde el primer momento y es que consiguió enamorar al público. Tanto es así, que este guión aún se sigue llevando a la escena por multitud de escenarios en todo el mundo.
En este trabajo Miller lo que hizo fue romper un tanto con el tradicional sueño americano, para dejar patente que a veces la sociedad aniquila al hombre en esa búsqueda de una vida plena, feliz y llena de progreso económico.
La muerte, la traición, la infidelidad y la desesperación son los ingredientes de este relato que gira entorno a la figura de Will Loman, un viajante de profesión, que, tras ser despedido de su trabajo, se verá inmerso en una vorágine donde cualquier cosa merece la pena ser realizada con tal de seguir buscando el citado sueño americano.
La brujería y la inmigración
No menos importante en la trayectoria profesional de Arthur Miller fue la obra teatral Las brujas de Salem. En el año 1950 fue cuando vio la luz dicho relato, basado en una historia real, que sitúa al lector o al espectador, según sea el caso, en el pueblo de Salem en el año 1692. Allí, un grupo de jóvenes bailan desnudas en el bosque y son descubiertas por el reverendo Parris lo que traerá consigo un juicio ante la mirada desconfiada de los vecinos que las tachan de brujas y adoradoras del Diablo.
Como decíamos, este relato se basa en un acontecimiento verídico que sucedió en el citado municipio donde, debido a conflictos de colonización y a actitudes puritanas, unas 25 mujeres fueron condenadas a muerte por considerárseles brujas aunque fue mucho mayor el número de personas acusadas por lo mismo que se vieron encarceladas.
Diversas son las teorías que intentan explicar estos hechos y entre ellas se encuentran, además de las dos citadas, el complot de una familia (Putnam) para acabar con otra rival (Porter).
En este listado de obras célebres del autor americano que nos ocupa tampoco puede faltar Panorama desde el puente (1955). Un trabajo teatral este que gira entorno a la inmigración ilegal que tiene lugar en los Estados Unidos en la década de los años 50.
El puerto de Brooklyn en Nueva York es el escenario más exacto de esta historia que tiene como otro de sus ejes centrales el triángulo amoroso entre el italoamericano Eddie, su sobrina Katie y el italiano ilegal Rodolpho.
Una relación entre estos dos últimos que incomoda al primero, porque está enamorado en secreto de la joven, será el que desencadene una trama de acusaciones, venganzas y pasiones desbordadas.
Estos tres trabajos son algunas de las obras cumbres de Arthur Miller, un autor al que se le debe gran parte de la riqueza literaria y teatral del siglo XX. Léalas y descubrirá un mundo, el del escritor, que le llevará a querer seguir adentrándose en otras de sus historias.
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