Jacobo Siruela, es un nombre importante en lo respecta al mercado de los libros. Fundador de Siruela Ediciones en 1983 y editor de importantes títulos, en este momento dirige junto a su esposa un nuevo proyecto editorial, Atalanta. Se trata de un proyecto a través del cual intenta hacer «ecología librera». En este artículo hablaré un poco acerca de él.
Un apasionado de los libros
A Jacobo Siruela siempre le gustó leer. Cuando tenía 26 años fundó la editorial Siruela y desde entonces no ha descansado en su labor por ofrecer buena literatura en las librerías.
Luego de dos décadas dedicado por entero al trabajo de editor, en el 2010 publicó su primer libro, titulado «El mundo bajo los párpados». Unos años antes, cansado de la monotonía de la vida en la ciudad, vendió la editorial y se mudó a una casa de campo, junto a su esposa Inka Martí. El objetivo principal de este acto radical era redescubrir el placer por la lectura y la verdadera belleza de la vida. Junto a Inka crearon Atalanta con la que realizan una labor artesanal y deliciosa.
El afán del ser humano por abocarse a las nuevas tendencias y a las ventas masivas, ha convertido la tarea de publicar en un trabajo automatizado y monótono. Sin embargo, los libros siguen constituyendo un precioso modo de compartir cultura y buscar cambios en nuestra sociedad, por lo que convertirlos es un elemento negativo o incluso anodino es una de las pifias de la sociedad moderna. Posiblemente sea esto lo que llevó a Jacobo, un enamorado de los libros, a abrirse de Siruela e intentar armar un camino alternativo que le resultara más cautivador, donde pudiera reencontrarse con el placer de la lectura y rescatar las verdaderas maravillas que tiene la vida.
Las nuevas tecnologías no matan lo verdadero
Jacobo se afirma en la importancia de que las editoriales se sirvan de los buenos libreros y de Internet para ofrecer buenas publicaciones. Objeta que así como la radio no terminó con los periódicos, ni la televisión con la radio, lo ideal es buscar un panorama pluralista, donde todo sirva y donde se saque lo mejor de cada herramienta para enriquecer nuestras sociedades.
De todas formas, probablemente el secreto es saber utilizar las nuevas tecnologías y fusionarlas en el trabajo como editores. Posiblemente en un futuro las ediciones de bolsillo se supriman para convertirse en contenido digital que pueda leerse a través de los ebooks, sin embargo las grandes colecciones seguirán existiendo y es necesario que las editoriales pongan un especial trabajo en esto, buscando acabados más cuidados y sorprendentes obras en papel.
Pese a que muchos afirman que las nuevas tecnologías se llevan el peso social que antes estaba reservado al papel y que siembran la ignorancia entre la gente; Jacobo expresa que en todas las épocas existió cierta resistencia a la elevación y seguirá siendo así.
Según Jacobo para fundar una editorial es necesario tener clara la línea de investigación, para poder guiar el camino a seguir por la firma o de lo contrario, dicho camino estará marcado por las tendencias y el mercado. Se apoya en las palabras de Julio Einaudi quien opina que el trabajo de un editor en este siglo es recuperar la felicidad de editar.
Atalanta, un proyecto hedonista
En el año 2005 Jacobo fundó junto a su esposa Inka Martí Atalanta, una editorial con sede en plena campiña catalana cuyo objetivo es revalorizar el arte de las ediciones, prestando especial importancia a cada obra, y siendo el máximo de títulos publicados al año, 10. Se trata de construir un catálogo artesanal y laberíntico, anclado en la memoria literaria.
Son las palabras de Jacobo, quien además se auto declara un apasionado lector de Jorge Luis Borges y acérrimo seguidor del universalismo que éste planteaba.
Atalanta no sólo es un proyecto apasionado, sino que además busca salvar aquello que la vida moderna se empecina en estropear, el trabajo editorial.
Probablemente hemos oído hablar muchas veces del mercado de los libros, de las tendencias del mercado editorial, etc, pero difícilmente estemos al tanto de la verdadera labor que ejercen los editores. Dicha labor no reside en captar nuevos nombres que sean posibles grandes ventas, sino encontrar artistas perdidos y darlos a conocer, autores de libros innovadores y auténticos capaces de ofrecer algo interesante a los lectores.
La labor de Atalanta es esa, encontrar títulos que realmente marquen una diferencia, no en el nivel de ingresos sino en la calidad de libros presentes en las librerías. Cabe aclarar que en seis años Atalanta ha publicado un total de 62 títulos, un número bastante irrisorio para las cifras que manejan las grandes editoriales y esto se debe a que la línea editorial es totalmente opuesta a las leyes que gobiernan este mercado.
Atalanta se define a través de tres términos: Brevedad, memoria e imaginación. Lo cual puede entenderse de la siguiente manera. La brevedad no necesita de ninguna aclaración; la memoria es fundamental para rescatar aquello que es invaluable; y la imaginación es lo que les permite a Jacobo y Inka publicar colecciones variadas, donde hay espacio para las novelas simbólicas, las tradiciones espirituales y los mitos.
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