Leer a José María Merino es una de esas cosas que te cambia la vida. Su narrativa de doble ancla que se aferra a las tradiciones orales por un lado pero que no se olvida de la importancia de emplear nuevas formas de trabajar el lenguaje, te ofrece todo lo que se le puede pedir a la literatura; que te entretenga y te deje algo: que, en definitiva, te convierta en una persona distinta. Decía que leer a Merino es una de esas cosas que te cambian pero me pregunto ¿cuánto más podría enriquecerte esa experiencia si después de leerlo tienes la oportunidad de encontrarte con él, de hacerle esas preguntas que te surgieron en la lectura? ¿y qué pasaría si eres un joven estudiante de instituto? En el marco de «Aulas de cuento» Merino conversó con algunos alumnos de instituto, les llevó su sonrisa, quizá les contó acerca de sus técnicas de lectura. Leer sobre proyectos así entusiasma, ¿a que sí?
Alzar vuelo con Merino
¿No han soñado alguna vez con sentarse frente a frente como lectores frente a ese autor con el que han compartido muchas horas de lectura e intimidad para preguntar, para escuchar, incluso para pedirle que les lea un cuento? No hace falta ser periodista o entrevistador para sentir esa necesidad de cuestionar, de dialogar con la mano que mece nuestro bagaje cultural lector.
Dentro de los muchos proyectos innovadores que emprende la Editorial Páginas de Espuma hay uno que es mi favorito, y es éste, «Aulas de cuento»: charlas organizadas en los institutos para que algunos autores conversen con los alumnos, después de que ellos les hayan leído. Una forma de acercar la literatura a los jóvenes que me resulta más que interesante.
Esta semana fue el turno de Merino que se encontró con alumnos de 1.º y 2.º del Bachillerato de Bargas y con los clubes de lectura donde charlaron sobre dos de sus libros «Las puertas de lo posible» y «La trama oculta». Según escriben en el diario La tribuna de Toledo, Merino se refirió a este libro como «un arca de Noe» porque en él incluyó todos sus géneros y estilos. Y agregó que al compartir en él recuerdos personales matizados en medio de la ficción, esta creación:
Un golpe de inspiración y una editorial de cuento
Qué bueno es tener autores (buenos), apasionados por el cuento; no que simplemente se acerquen a él de vez en vez sino que sean reales artífices de un género que ha sido ninguneado y menospreciado a lo largo del tiempo. Y así es Páginas de Espuma; una editorial joven, dedicada y sobre todo, apasionada por este bonito género. Conocí a Juan (su creador junto con Encarnación Molina) hace ya unos años y una de las cosas que más me maravilló en él fue su humildad y su gran pasión por el cuento. Hace unos días tuve la suerte de encontrarme con él y estuvimos charlando sobre este interesantísimo proyecto que es «Aulas de cuentos» y sobre los orígenes de la editorial.
Durante un verano (de hace 16 años) Juan estuvo ayudando a una tía que tenía una editorial en Madrid. Entonces él vivía en Zaragoza y estaba preparando su tesis. Viajó mucho durante ese verano en tren (que no eran todavía tan veloces como ahora) haciendo ese trayecto Madrid-Zaragoza. En uno de esos viajes, de vuelta a Madrid le ocurrió algo que le cambiaría para siempre (como nos pasa a nosotros cuando leemos a Merino). Mientras viajaba se sentía ansioso y embargado de una ilusión repentina y entonces, tuvo la certeza (lo vio tan claro) de que su lugar estaba allí, en Madrid, y que tenía que fundar una editorial. Y es más, que tenía que ser una editorial dedicada al cuento. Y así surgió Páginas de Espuma; de una iluminación diría Bretón, del empeño y la pasión de un hombre dirán otros, ¿acaso importa?
Libros sí, lectores más
«Aulas de Cuento» se enfoca en cautivar a los jóvenes, en llevarlos al mundo de la ilusión del que nunca deberíamos salir. Ya Páginas de Espuma ha estado vinculada a proyectos de difusión lectora, como «Invitación a la Lectura», que fue realizado en Aragón y coordinado por Ramón Acín. De forma similar a esta iniciativa, aquel proyecto consistía en que los autores fueran a colegios donde sus libros habían sido leídos previamente. Y el resultado fueron encuentros maravillosos y simpáticos.
Guiados por esa experiencia proponen ahora este nuevo plan que se caracteriza por fomentar la lectura entre los alumnos y ofrecer nuevas formas pedagógicas de acercarse a los libros (conociendo a los autores). A su vez, se busca ampliar la visión lectora, ofreciendo nuevos nombres, nombres vivos, para que los jóvenes descubran que hay libros para todos sólo es cuestión de ponerse a buscar, y que la literatura no es algo ajeno a la vida cotidiana.
Es un proyecto-círculo que promueve la literatura y colabora con la venta en librerías y también potencia la visibilidad de la editorial: un proyecto con el que todos salimos ganando. Comenzar el año conversando con Merino es todo un puntapié para semejante labor que ya está dando sus primeros frutos, según lo aseguran desde la web de la editorial:
Estoy segura de que José María habrá cambiado muchas vidas ayer y que muchos de los jóvenes que se encontraron con sus ojos y sus letras habrán descubierto la forma de volar asidos de las palabras. ¡Ojalá! Para terminar los dejo con una fotografía de un grupo de alumnos disfrutando de la compañía del cuentista Hipólito Navarro. ¡Que viva el cuento, los cuentistas y los cuenteros!
Las fotografías las he tomado prestadas (o robado, porque no está en mis planes devolverlas) del Facebook de Paginas de Espuma
Debes estar registrad@ para poder comentar. Inicia sesión o Regístrate.