Aquí te recomiendo a tres a autoras de República Dominicana. Aprovecho que es el país invitado a la Feria del Libro de Madrid para recordarlas, sobre todo porque en este evento la literatura dominicana no parece tener el espacio que se merece como país invitado.
La Feria del Libro de Madrid me encanta. Todos lo saben porque he estado allí varias veces entrevistando, cubriendo eventos y conociendo gente linda. Cuando supe que este año rendía homenaje a la literatura dominicana me alegré muchísimo: ¡que haya mucho debate en torno a las escrituras distintas de idiomas compartidos!, pensé. Pero parece que lo que interesa de Centroamérica es el turismo (y la tradición impuesta por la colonización), pero la literatura dominicana no importa tanto. Desmiéntame alguien, por favor, si me equivoco (nada me gustaría más que eso).
Entre las miles de actividades que se llevarán a cabo durante la Feria del Libro de Madrid sólo un par de ellas tienen como protagonistas a autores dominicanos, y son presentaciones de libros. Ni debate ni mesas redondas donde charlar sobre la mutación del lenguaje en las muchas literaturas: algo tan hermoso y tan necesario para entendernos mejor. ¿Acaso el invitar una nación cada año no supone dar a conocer las voces del país, sus estéticas y la tradición literaria?
Por alimentar un poco la mirada hacia la literatura de esas hermosas tierras traigo aquí una recomendación de tres autoras dominicanas maravillosas. Confío en que al menos durante la feria podamos encontrar libros de alguna de estas guerreras: autoras que creo pueden servirnos para conocer la historia, la tradición y el pensamiento de esta isla pequeñita pero tan relevante en la historia de nuestro idioma y nuestra literatura.
Salomé Ureña
Salomé Ureña Díaz nació en Santo Domingo el 21 de octubre de 1850. En un momento histórico clave: acababa de fundarse la República pero existían varios grupos que se disputaban el poder. En ese entorno de rivalidad pasó sus primeros años y allí también surgió su pasión literaria que estuvo alimentada por su fascinación por la botánica, algo que podemos descubrir al acercarnos a su poesía.
Escribió sus primeros poemas de adolescente firmando con el seudónimo de Herminia, que abandonaría al decidir dedicarse completamente a la escritura. Su voz poética recibió el halago de personajes de cierta relevancia como Marcelino Menéndez y Pelayo, que la denominó una de las poetas dominicanas fundamentales. Pero no es eso lo que la hizo grande, Salomé tenía una gran sensibilidad y al leer sus poemas podemos sentirnos identificados con una causa de igualdad y de justicia conmovedora.
Su labor no estuvo relegada únicamente al cultivo de la lírica, en su lucha por esa justicia fundó el Instituto de Señoritas, el primer espacio de educación superior para mujeres en Santo Domingo, que ofreció a las mujeres del país la posibilidad de continuar sus estudios y de hacer una vida profesional, hasta ese momento inédita.
La «Poesía completa» de Salomé Ureña es un libro ideal para conocer el arte y la vida de esta fabulosa autora dominicana. ¡No dejes de leerlo!
Aída Cartagena Portalatín
Sin duda Cartagena Portalatín es una de las autores dominicanas más influyente de la literatura latinoamericana, cuya obra fue relevante para otras voces del continente, como Gabriela Mistral y Alfonsina Storni. Dedicada a la escritura poética, a la divulgación y la investigación, Aída Cartagena consagró su vida a demostrar que por mujeres como ellas el mundo aún no se ha esfumado.
En su estilo cercano y lúcido encontramos numerosas referencias a la vida cotidiana de la mujer dominicana. Asimismo, podemos intuir en sus elecciones estéticas un camino que sería la primera huella de una serie de cambios que alumbrarían las voces de futuros poetas, y que contribuirán a la formación de una nueva poética vanguardista. Sin lugar a dudas, leerla es entender que la poesía para ciertas poetas ha sido siempre un refugio necesario para desprenderse del encorsetado mundo que quieren que adoptemos como propio sin rechistar.
«Culturas africanas. Rebeldes con causa», «Escaleras para Electra» y «La tarde en que murió Estefanía» son algunas de las obras de Aída que me han conmovido profundamente y que creo que merecen muchísimo la pena.
Ángela Hernández Nuñez
No puedo bajar a la literatura latinoamericana sin pensar en ella, que tanto luchó por la voz femenina en un mundo que todavía poco sabía del feminismo. Ángela Hernández es para muchos una de las primeras autoras feministas de República Dominicana y al acercarnos a su obra entendemos por qué hay quienes la tienen como una referencia ineludible del pensamiento contemporáneo.
Ángela se recibió en la facultad como Ingeniera química, sin embargo, su pasión por la construcción de un mundo igualitario la llevó a dejar de lado su vena de investigadora para luchar por la causa de la mujer latinoamericana. Su trabajo poético contribuyó a abrir una vía de pensamiento igualitario y su mirada punzante en torno a la realidad puso bajo el foco de la lámpara esos temas invisibles como la desigualdad y la discriminación en el mundo literario.
Te exhorto a que no te pierdas este fabuloso texto publicado en Letralia sobre ser mujer y escribir en un mundo de sacerdotes, que puede servirte para hacerte una idea de la fascinante obra de Hernández Nuñez.
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