Pese a que la globalización y el sistema consumista en el que vivimos intentan quitarle real importancia a las fechas históricas con festejos y feriados absurdos, debemos saber que hoy no es un día para festejar. En un día como éste, pero de 1868, un grupo de obreros que luchaban por sus derechos fueron asesinados por los poderes de turno; y es debido a esto que hoy conmemoramos el Día del Trabajador. En este artículo te contaremos un poco más acerca de esta fecha y de los autores más relevantes de este movimiento.
Ocho horas de trabajo y respeto a los derechos de las mujeres y los niños
Sin ahondar en la verdadera realidad laboral que hay en la calle: donde millones de personas en todo el mundo que no tienen trabajo, y otras tantas que lo tienen no gozan de uno digno; este día no es un día para festejar, sino para recordar aquello que no queremos que se repita y abogar por los derechos que todos tenemos.
Como muchas de las fechas que se celebran a lo largo de todo el año, el Día del Trabajador es una que también se encuentra cubierta por un manto de lugubridad, que deja en evidencia las brutales formas empleadas por el propio ser humano contra el resto de los miembros de su población.
El 1 de mayo es una fecha reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago. Un grupo de obreros que, imponiéndose al sistema vigente, exigieron un mínimo de condiciones para que su trabajo fuera valorado. Su reclamo solicitaba más horas de descanso, una jornada laboral que no les sobreexigiera (de 8 hs), respeto por la igualdad de trabajo entre hombres y mujeres, y el impedimento de que los niños fueran contratados. Con estos objetivos comenzaron a luchar.
Un año de grandes cambios y muchas muertes
A lo largo de todo el año hubo una seguidilla de revueltas para exigir a los gobiernos y a los poderes hegemónicos que escucharan su petición. Pese a que la solicitud era absolutamente razonable no fue bien recibida por el pueblo. Incluso la prensa calificó al movimiento de irrespetuoso, argumentando que los trabajadores eran «unos lunáticos poco patriotas».
Esto generó un gran conflicto que se fue extendiendo a otras ciudades del país. Un total de 400.000 obreros dejaron sus puestos de trabajo para defender sus derechos y solidarizarse con el resto de los trabajadores. Tan solo en la ciudad de Chicago se reunieron unos 80.000 huelguistas, liderados por Albert Pearsons.
El gobierno, preocupado por el gran desorden que había en las calles, y temiendo una revolución anarquista; acepta las condiciones y consiguió llegar a un acuerdo con el sector empresarial. A través del mismo se aceptaban las exigencias de los obreros para normalizar la situación de los medios de producción.
Sin embargo, no todos acataron la ley. La fábrica Mc. Cormik de Chicago se negó a hacerlo. Los obreros continuaron acudiendo a las puertas de la misma para reivindicar sus derechos; pero se encontraron con la violenta reacción de las fuerzas policiales, que les dispararon, matando a muchos de ellos. Pocos días más tarde, tuvo lugar el atentado de Haymarket. En un acto de protesta contra los acontecimientos de los días anteriores frente al Haymarket Square, en el que se hallaban reunidas cientos de personas, una bomba es lanzada contra los policías que vigilaban el evento. Se armó un gran revuelo y la policía comenzó a disparar a la multitud casi a ciegas. El resultado: siete policías y cuatro manifestantes muertos, y alrededor de 200 heridos.
Al mes siguiente comenzó el juicio emprendido contra 31 obreros a quienes se consideraba artífices de aquel atentado. Ninguno de ellos se salvó. Todos fueron condenados: unos a cadena perpetua, otros a trabajos forzados y 8 de ellos a la horca. Así se zanjó el asunto, aunque jamás pudo demostrarse la culpabilidad de ninguno de ellos. Los que fueron asesinados eran 8, entre los cuales se encontraba Albert Pearsons, uno de los principales referentes de esta lucha. En homenaje a todos ellos hoy conmemoramos el día del trabajador y el origen del Movimiento Obrero Moderno.
José Martí, quien en ese momento se hallaba trabajando como periodista corresponsal del diario «La Nación» en la ciudad de Chicago, escribió al respecto de tan nefasto acontecimiento:
Autores relevantes de la lucha obrera
Entre las obras más relevantes para los activistas del siglo XIX se encuentra, sin lugar a dudas, el «Manifiesto Comunista». El mismo fue escrito en gran parte por Karl Marx y concluido por Friedrich Engels.
La lucha del movimiento obrero en Estados Unidos tenía una ideología anarquista, sin embargo se apoyaba ciertamente en este manifiesto. El propio Engels escribía en una de las últimas ediciones del mismo, en 1890:
Pero, pese a que la sombra de Marx parece haber disuelto la importancia de otros intelectuales de la época, no podemos olvidarnos de Mijail Bakunin. Quien, con de sus ideas totalmente avanzadas para su época,es sin duda el principal referente de la ideología anarquista.
Bakunin abogaba por la supresión de los estados nacionales, de las clases y de la herencia en el poder; asimismo creía en la igualdad de sexos y confiaba en la organización de los obreros al margen de los partidos políticos. Entre sus obras más importantes podemos mencionar «Llamamiento a los eslavos» y «Federalismo, socialismo y antiteologismo».
Para terminar, y ya que vivimos en un sistema que se olvida de destacar lo realmente importante, quisiera instarlos a que se acerquen a toda la historia que rodea a los «Mártires de Chicago»; porque solamente a través de la memoria podemos asegurarnos de que ciertas catástrofes no se repitan.
Además, me parece una buena forma de recordarlos el estar informados acerca de aquello en lo que creían y por lo que murieron; porque no son otra cosa que los derechos de los que hoy, mal que mal, todos podemos gozar.
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