Máquina de escribir, papel, pluma, bolígrafo u ordenador. ¿Qué prefieren los escritores? ¿Podemos hablar de manías, costumbres, gustos, cuando se trata de la elección de nuestra herramienta de trabajo? Hoy hablaremos de las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías y les presentaré a algunos autores que se resisten a sumarse a la lista de partidarios de la computadora personal a la hora de trabajar.
Las ventajas de la escritura inmediata
Hace unos treinta años los escritores que se consideraban apegados a las novedades y a los beneficios de las nuevas tecnologías escribían con una máquina de escribir, ahora lo hacen en computadoras personales. Los beneficios de amoldarse a los tiempos son muchísimos. A la capacidad de trabajar con inmediatez y sin preocuparse por cometer errores en el tipeo se le suma otra serie de ventajas que agilizan el trabajo de la escritura. Por eso incorporar las nuevas tecnologías a nuestro trabajo puede ser de mucha utilidad.
Otras de las ventajas que nos ofrece el escribir en ordenadores es la posibilidad de duplicar nuestros originales y enviarlos a quien deseemos para que nos ayude a corregir aquellas cosas que no tenemos del todo resueltas.
Hay quienes creen que el medio material que utilicemos para trabajar condicionará muchísimo el resultado del esfuerzo; se tiene la teoría de que los medios tradicionales entre los que ya sí entra la máquina de escribir, podrían ayudarnos a otorgarle a nuestra obra un carácter emocional (¿su alma?). De todas formas, son sólo teorías, intuyo que en el fondo todo depende del alma del escritor, de sus necesidades artísticas y de su afición por un medio u otro.
Existen sin embargo, otros muchos autores que prefieren las nuevas tecnologías y, no por eso, sus obras no se vuelven populares o carecen del rigor y la fuerza literaria.
Autores que se resisten al cambio
La tecnología nos ofrece muchas ventajas si queremos aprovecharnos de ella; no obstante algunos escritores se niegan a utilizar las nuevas herramientas. Aquí te presentamos algunos de ellos.
El famoso George R.R. Martin utiliza para escribir un viejo procesador de textos; que aunque cada vez se queja más, de momento no le ha dado una mala sorpresa. La lentitud de respuesta quizá sea directamente proporcional a la que tardan sus obras en ver la luz. ¿A qué no se habrían imaginado que después del exitazo de sus «Juegos de tronos» este escritor no se hubiera decantado por un artilugio un poquitín más moderno?
Neil Gaiman, otro que se destaca por su extensa y popular obra contó en varias entrevistas que le encanta el ordenador y que, de hecho, escribe los guiones en ellos; no obstante, cuando se trata de trabajar en una novela prefiere la vieja escuela: escribe a mano cada página.
Otra autora que prefiere las herramientas tradicionales es Amy Tan que escribe los primeros borradores a mano porque está convencida de que es la única forma de estar más pendiente de los detalles. Además, así puede escribir en cualquier lugar sin miedo a olvidarse un cable o a tener que cargar con el bolso extra del ordenador. La autora de «El club de la buena estrella», tiene una rutina de trabajo clara y parece determinada a seguir escribiendo a mano.
Tom Wolfe también se decanta por las viejas herramientas aunque, en su caso, en vez de la mano utiliza una máquina de escribir algo antigua pero que funciona perfectamente. No obstante esto, hace poco contó que cuando en 2012 escribió su novela «Volver a la sangre» lo hizo a puño y letra completamente. ¡Una ardua tarea si se tiene en cuenta que es una novela de más de seiscientas páginas!
Otra aficionada a la máquina de escribir es Danielle Stell que escribe en una Olympia de 1946 y que, pese a haber amasado una pequeña fortuna continúa trabajando en compañía del armonioso tecleo de la máquina de escribir.
El medio que escojamos a la hora de sentarnos a escribir se verá condicionado más por nuestras necesidades y nuestra forma de entender la creación que por el instrumento en sí. Así que, lo mejor que podemos hacer es probar cómo nos funciona uno y otro medio y utilizar aquel con el que podamos sentirnos más libres y productivos. ¿No les parece?
Comentarios2
Qué seríamos sin nuestras manías! Al igual que tú, pienso que lo importante es el alma de escritor. Lo demás, tendrá sus pro y sus contras pero sin talento no habrá literatura de calidad.
Un abrazo, Tes.
¡Intersante artículo!...
¡Así es!... cada quien utiliza los medios por los cuales se sienta libre para escribir, ya sea en el ordenador o en una libreta... ''lo importante es el alma del escritor'', como lo ha dicho el amigo Rapsódico.
¡Mi cordial saludo, amiga Tes!
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