Hoy rescatamos otro título del desván de los libros perdidos. Se trata de una obra publicada en el siglo XIX y que continúa siendo una de las grandes obras de la literatura, a la que sin embargo parecemos haber olvidado. Se titula «Aventuras de un átomo» y es la obra máxima del escritor Tobias Smollet.
De cirujano a escritor
Tobias Smollett nació en un pueblo de Escocia en 1721 y se dio a conocer como articulista, traductor y novelista. Desde pequeño se empapó de las grandes pilares del conocimiento: el lenguaje, las matemáticas y la filosofía. Estudio medicina en la Universidad de Glasgow, especializándose en cirugía; no obstante, su verdadera pasión siempre fueron las letras.
Su pasión pudo más que el deseo de seguir la estructura impuesta y por eso a los veintipocos años se fue a vivir a Londres, con el deseo de triunfar en el mundo del teatro. Su primera obra fue «El Regicida» que fue un verdadero desastre. Después de un tiempo de intentar salir a flote desistió y se mudó a Jamaica, donde consiguió un puesto como cirujano. También en Jamaica conoció a Anne Lassells con quien se casó. A la vez, sin dejar su trabajo de médico, empezó a trabajar en diversos textos: se hizo conocido como traductor, ensayista y novelista y consiguió una fama interesante.
Su estilo picaresco lo incluye dentro de la generación estilística de Fielding y Sterne, aunque exploró con mayor precisión y valentía la sátira y la violencia en la escritura. Cabe mencionar que cuando Charles Dickens leyó a Smollett quedó fascinado por su narrativa; tanto es así que ya no pudo desprender de él. Y no hay más que leer al autor de «Oliver Twist» para descubrir la influencia de Smollett.
Entre las traducciones que se le adjudican se encuentra «El Quijote» y varios textos sobre la historia de Inglaterra. Además fue uno de los fundadores de la revista The Critical Review en la que también trabajó como editor, combinando esta labor con la escritura de varias novelas de aventuras, algunas más destacables que otras.
Una novela con relevancia científica
«Aventuras de un átomo» cuenta las andanzas de un átomo de oxígeno, nacido hace millones de años, que vive en una gota de agua y que se encuentra en un planeta cubierto casi en su totalidad por este líquido. Un planeta que se encuentra gobernado por seres inteligentes, recalca con su maravilloso humor Smollett. Este extraño protagonista viaja de Japón a Inglaterra en el cuerpo de un marino y nos ofrece una visión detallada de lo que puede percibir en su travesía.
Este átomo, esta mínima partícula, se va desplazando a lo largo de los integrantes del barco y pasando de cuerpo en cuerpo haciendo un viaje a través de las costumbres de aquellas personas, sus penas y sus intereses. Y más tarde transita por toda clase de lugares, desde burdeles, cárceles y tabernas hasta instituciones mentales y plazas. Y mira a la cara a los individuos con los que se encuentra con el deseo de entender lo que se pone en juego en experiencias tan relevantes como el sexo, la escatología y la muerte.
Se trata de una obra llena de humor británico y sumamente interesante; una lectura que nos atrapa de principio a fin. Cabe mencionar que, si bien es una novela, los conocimientos del autor en medicina le permitieron hacernos llegar una obra llena de información relevante en torno a la magia de la vida. Al igual que lo hizo Carl Sagan, Smollett intentó fusionar su pasión por la literatura con sus conocimientos científicos y por eso sus obras se encuentran dotadas de interesantes datos que pueden ampliar muchísimo nuestra cercanía a este mundo.
La forma minimalista en la que Smollett se acerca a las historias las vuelve contundentes y necesarias. Sí, un átomo es chiquitito pero ¿acaso no tiene su propia historia como la tiene una persona o un gato? Acercándose a esa historia individual el autor británico juego con la posibilidad de que cualquier historia puede ser auténtica y curiosa. Y al leer este libro lo comprobamos.
La inteligencia de Smollett le permite narrar la historia del universo, dotándola de ficción sólo en ciertos elementos. Una obra en la que el autor intenta responder a las eternas preguntas de los científicos: ¿por qué existe la materia? ¿Cuáles fueron las condiciones que hicieron posible el nacimiento de ese mismo átomo?
Sin duda esta obra de Smollet tenía que estar en nuestro ciclo del desván de los libros perdidos puesto que es una maravillosa historia que a más de uno nos ha marcado y que seguramente continuará haciéndolo. Les recomiendo que la lean. Y, si les ha gustado este texto, no dejen de disfrutar de otras entregas de este ciclo. Las más recientes son sobre: “La balada de los ahorcados”, de François Villon; “La espuma de los días”, de Boris Vian y “Déjame entrar”, de John Ajvide Lindqvist. ¡A disfrutar con estas maravillosas lecturas encontradas en nuestro desván!
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