Frases del refranero popular ordenadas alfabéticamente. Refranes de la A a la Z. Letra B. [Aquí puedes encontrar más artículos sobre refranes.]
Continúo con los textos en torno al refranero popular. En la entrega anterior repasamos premisas con la letra A, seguimos con el abecedario y toca continuar con la letra B. A continuación algunas sentencias que pueden servirnos para llevar una vida equilibrada y no cometer errores que pueden costarnos caro.
Refranes con la letra B
Este refrán se suele utilizar para justificar la ausencia de cualquier bien material, como intentando convencerse de que lo más importante es la salud y que teniendo un buen pasar en ese aspecto, todo lo otro se puede resolver. Mientras estemos sanos, podremos usar nuestra energía para trabajar y conseguir nuestros objetivos.
En realidad, la frase original es:
Pero con el paso del tiempo y su reincidente uso se ha convertido en la elíptica expresión que conocemos en la que sólo se menciona lo más importante del asunto, el bienestar físico.
Esta expresión está un poco vinculada con la anterior; sólo que en este caso se evita pensar en las cosas tristes de la vida para enfocarse en el placer del momento, en la comida, en tener el estómago lleno. En este caso, quien puede comer bien, se siente a gusto consigo mismo, al menos durante ese momento del día en el que disfruta de la comida.
El refrán opuesto a éste es:
Y sin irnos del rostro, podemos recurrir a otra frase popular que nos anima a usar con cautela nuestros órganos faciales.
Este refrán nos advierte de la importancia de mantenernos atentos al comportamiento de los demás, y a no hablar demasiado si no estamos seguros de poder confiar; porque de este modo, las relaciones que establezcamos serán positivas y nos evitaremos muchos dolores de cabeza (esto no nos lo dice el refrán, sino, la experiencia).
Este refrán se apoya en una imagen antigua: la escritura con tinta. Al usar pluma había que tener muchísimo cuidado de no apoyar el brazo sobre el papel en el que se estaba escribiendo porque podría moverse la tinta y borronearse todo lo escrito. El refrán nos recomienda que estemos atentos a lo que hacemos para evitar arruinar algo que nos había salido bien con un comportamiento contradictorio.
Este refrán nos invita a no buscar explicaciones lógicas donde sabemos que no las hallaremos. En ocasiones, debemos aceptar las cosas como son sin intentar explicarlas, porque fundamento no tienen.
Un refrán similar a éste, que hace referencia a no emprender empresas imposible es:
Nada hay más difícil que encontrar una aguja en un montón de paja. Esta advertencia nos invita a no comprometernos con situaciones que a simple vista resultan imposibles y cuyo resultado más evidente es el fracaso.
Se cree que este refrán proviene de la Antigua Roma: en los actos fúnebres se exhibían los retratos de los allegados al difunto y cuando el protagonista de la ceremonia era un delincuente se notaba por la ausencia de retratos, es decir, de personas que lo lloraran o echaran de menos. Desde entonces se utiliza este refrán para referirse a ausencias negativas, es decir, a la falta de algo que se espera que exista. Por ejemplo, se dice que las gracias brillan por su ausencia cuando una persona a la que le han hecho un favor no tiene el decoro de agradecerlo.
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