Hércules Poirot o Miss Marple son, sin lugar a dudas, los dos personajes más importantes y conocidos de la bibliografía de la dama del suspense, de Agatha Christie. No obstante, hay que saber que no son las únicas figuras detectivescas que creó la escritora y que se convirtieron en protagonistas de diversas obras. En concreto, también dio vida a Tommy y Tuppence Beresford.
Se trata de dos jóvenes que, aunque en un primer momento sólo son amigos, con el paso del tiempo se darán cuenta que están enamorados. A partir de ahí será cuando unan sus vidas, tanto a nivel profesional como a nivel personal.
Si aún no has tenido oportunidad de leer ninguno de los libros en los que ejercen como protagonistas, aquí tienes los más significativos al respecto:
El misterioso señor Brown. En el año 1922 fue cuando se publicó esta novela, en la que por primera vez aparecen los dos mencionados personajes.
En este caso, el lector asistirá a como aquellos tendrán como misión el dar con la identidad de un hombre que se encuentra al frente de una banda internacional que intenta poseer unos documentos secretos. Se trata de unos papeles que fueron realizados durante la Primera Guerra Mundial y que quiere utilizar aquella como propaganda bolchevique.
Sin embargo, esa organización tendrá que hacer frente a las barreras que le imponen los servicios secretos británicos. Todo ello mientras los jóvenes protagonistas le siguen los pasos.
Matrimonio de sabuesos. 1929 fue el año en el que la escritora Agatha Christie decide publicar el segundo libro que toma como personajes centrales a los Beresford.
En este caso, Tommy y Tuppence ya deciden unir sus vidas personales y también profesionales ya que, ante la situación de desempleo en la que se encuentran, ponen en marcha una agencia de detectives.
Esto hará que tengan que enfrentarse a los casos más singulares, en los que toman relevancia figuras realmente fascinantes como un explorador del Ártico así como objetos que marcan las vidas de aquellas, tales como bombones envenenados o joyas de gran valor.
El cuadro. Dentro del conjunto de cinco obras que protagoniza la pareja, se encuentra esta que merece ser destacada por la calidad que posee así como por la trama que la conforma y que mantiene al lector en tensión en todo momento.
En 1968 fue cuando llegó a las librerías esta novela, que arranca con la visita que los detectives realizan a su tía que vive en una residencia. En el geriátrico es donde empezará una aventura llena de misterios que deberán resolver, pues la vida de Tuppence se encontrará en serio peligro.
En concreto, deberán averiguar qué se esconde detrás de una chimenea o si es verdad la existencia de un estofado venenoso que pretende asesinar a un residente. Y es que está en juego además una herencia.
Otros elementos que completarán este juego detectivesco, que despierta la atención y el interés de los protagonistas, son una lápida que ha desaparecido del cementerio, una misteriosa casa e incluso diversos rituales de magia negra.
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