Muchos aspectos de la historia o de nuestra vida diaria son los que han inspirado y siguen inspirando al conjunto de escritores que han conseguido hacerse un hueco en el panorama literario. Este sería el caso, por ejemplo, del escritor norteamericano Frank G. Slaughter (1908 – 2001) que basó parte importante de su bibliografía en la realización de novelas históricas que, de un modo u otro, toman a La Biblia como eje central y vertebrador.
Uno de los libros que cumple a rajatabla esta premisa que subrayamos es, sin duda alguna, Tú eres Pedro que vería la luz en el año 1969. En esta ocasión lo que realiza el autor es un trabajo donde intenta acercar al lector a la figura emblemática de Pedro, el que fuera el encargado no sólo de ponerse al frente de la Iglesia Cristiana sino también de ejercer como líder del conjunto de apóstoles.
A través de estas páginas lo que vamos conociendo es a este personaje que se caracterizó por una dualidad, la de ser tan débil en muchas ocasiones como fuerte y de firmes convicciones en otras. Unas señas de identidad que, sin embargo, fueron las que le sirvieron a Jesucristo para quererlo y tenerlo como apoyo.
Y a todo ello nos acercaremos sin olvidar que se tendrá de fondo una convulsa situación social y política donde no faltaran tiranías, acciones de auténtica crueldad por parte de Roma o rebeliones.
Siguiendo esta línea, el artista literario que nos ocupa llevó a cabo la escritura de otra serie de obras que seguían cumpliendo aquella. En este caso, nos referimos a Los pecados de Herodes que se publicó en el año 1973.
El protagonista en esta ocasión es Prócoro, un ciudadano romano de Judea, a través del cual conoceremos las convulsas y complicadas situaciones que se están viviendo en aquel entonces. Vivencias todas ellas que, sin duda alguna, están marcadas de manera irremediable por el conjunto de intrigas y tramas que rodean no sólo a Herodes Antipas sino también a Agripa quienes son el hijo y el nieto de Herodes el Grande.
Violencia, secretos y planes ocultos se convierten así en «el pan nuestro de cada día» en la historia que se narra en estas páginas que a nadie dejan indiferente.
La religión y la Inquisición
La religión y La Biblia vuelven a estar presentes en la novela histórica de Frank G. Slaughter que lleva por título La venus del cuadro, aunque en esta ocasión de manera diferente a las ocasiones citadas. Y es que ambos elementos lo que hacen es influir de manera irremediable en la vida del protagonista: Antonio Servet, un maestro de anatomía que ha visto como su hermano Miguel era quemado en la hoguera por la Inquisición por considerar que tenía ideas herejes.
Tras este varapalo, Antonio sigue haciendo su vida trabajando dando clases pero en un momento determinado se le pasa por la cabeza el convertirse en religioso. Sin embargo, esa idea desaparecerá o se enfrentará con dos hechos muy importantes en su vida: la amistad que tiene con la joven Lucía, y el descubrimiento del cuadro El nacimiento de Venus de Boticelli.
Unos hechos que harán que también se convierta en objetivo del Santo Oficio del que tendrá que escapar y para ello se verá inmerso en una serie de viajes que le llevarán desde Padua hasta Florencia, Venecia, Madrid, París o Cambridge.
Comentarios1
la inspiración que viene de Dios es sencillamente gloriosa,. Que bueno que haya escritores que pongan la mirada en lo alto.
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