Breve repaso sobre la obra de José Emilio Pacheco

Se nos fue Juan Gelman y, cuando todavía llorábamos su muerte, otro latino imprescindible para las letras también nos dejaba: José Emilio Pacheco. En este artículo haremos un breve repaso sobre su obra y los elementos que condicionaron su forma de entender la vida, y su escritura.

Son varios los elementos característicos de la obra de José Emilio Pacheco, pero posiblemente sea la guerra uno de los más destacables. Un hecho que aparece una y otra vez en su poesía. Y, posiblemente una de las batallas que marcó su vida de una forma rotunda fue la Masacre de Tlatelolco de 1968.

Lo imprescindible de Pachecho

Las obras más incuestionables de Pacheco son «A La sangre de Medusa y otros cuentos marginales», «El reposo del fuego» y «Porvenir». Aunque la lista debería a incluir a muchas otras: Pacheco fue un hombre que publicó muchísimo, aunque no parecía detrás de la buena crítica sino de la autenticidad.

El porvenir siempre estuvo agazapado detrás de sus letras: como esa materia pendiente y necesaria de resolver en el presente. Pacheco focalizó esa necesidad de entender el paso del tiempo a través de la mutación de los objetos y paisajes.

Y su tierra atraviesa de palmo a palmo la obra; donde la violencia ocupa un lugar de relevancia, contra la que el poeta se manifiesta. Hay poemas muy intensos en los que se plasma mucha destrucción. El demoledor paso de la guerra que destruye casas y con ellas se evaporan los recuerdos, casas que al ser demolidas erosionan la memoria.

La guerra en la historia de Pacheco

La guerra es una de las protagonistas de su obra, decía al principio, y así fue. Nacido cuando comenzaba una de las guerras más sangrientas que ha vivido la humanidad: la Segunda Guerra Mundial; después sobrevino la Guerra de Vietnam, y más tarde la Masacre de Tlatelolco. Lamentablemente, pese a su extraordinaria poesía, la guerra continúa siendo protagonista: la que más periódicos llena, la que más abandona, por la que más se sacrifica.

Y esa misma guerra que arrasa con los recuerdos, es la que le arrebató a Pacheco su infancia, sus mejores recuerdos, y se introdujo de forma rotunda en su poesía, con un profundo dolor y una tristeza desgarradores.

El presente en la poesía de Pacheco

El tiempo es un referente ineludible en la obra de Pacheco, dice Tamara Kamenszain. Y así es; solo hay que acercarse a títulos como «De algún tiempo a esta parte», «Revés del almanaque» o «Siglo pasado»: todos ellos nos llevan a reflexionar inevitablemente sobre el paso de los días y las consecuencias que plasma sobre las sociedades.

En la poesía de Pacheco hay mucha humildad y un lenguaje que, aunque a simple vista parece sumamente sencillo y cotidiano, tiene un trasfondo elaborado. El mismo se encuentra lleno de ironía, parodia y un humor rasposo, ese que surge ante la tristeza y la impotencia, el único que nos permite sobrevivir a los naufragios. Además, en toda su obra se nota una gran preocupación por entender el hilo de la historia y sus repercusiones en la culturas,

Una de las características fundamentales de la poesía es que aunque se escriba en pasado, siempre se encuentra ligada al presente. Al leer un poema lo revivimos; al leer a Pacheco revivimos los horrores, porque esa es la única forma de no repetirlos. La memoria de su poesía es uno de los mejores regalos que nos ha dejado, y nos renueva la certeza de que la poesía no mueve multitudes pero sí puede mover a todo aquel que la toque y mostrarle la verdadera realidad que se esconde detrás del velo impuesto por la historia.

El 26 de enero Pacheco sufrió un paro cardiorrespiratorio que acabó con su vida; fue una triste sorpresa para todos los apasionados de las letras. Su muerte enluta la poesía, como la guerra cubrió de luto su propia escritura.