«El castillo de Otranto», de Horace Walpole

Hoy volvemos con nuestro ciclo el desván de los libros perdidos. En esta oportunidad vamos a meternos en una obra de terror muy significativa para el género, se trata de «El castillo de Otranto» de Horace Walpole, un autor ineludible de las historias góticas y enrevesadas. Si no lo han leído, quizás sea una buena oportunidad para hacerlo y disfrutar de la pluma de este excelente escritor británico.

Un castillo medieval en el terror gótico

«El castillo de Otranto» es una novela que Horace Walpole escribió en 1764 y se la considera, entre muchas otras, uno de los textos primitivos de la literatura de terror gótico, un género clave para el desarrollo de la literatura del siglo XIX.

Viajamos a la Italia de la Edad Media, un punto que vuelve a la obra sumamente auténtica debido a que siempre se ha vinculado el género con los países nórdicos y con una época contemporánea a su escritura (siglos XVIII y XIX) y nos zambullimos en una historia llena de misterio y en la que impera la acción. Aquí hay otro punto a destacar: las novelas góticas se caracterizan por contar con larguísimas descripciones y por ocultar al máximo la acción en el empeño de mantener el misterio. En «El castillo de Otranto», Walpole consigue que pasen muchísimas cosas sin que por ello el clima decaiga o el misterio se vuelva difuso; esta es una de las cualidades que más se le ha destacado a lo largo de la historia de la literatura a este autor inglés.

Estamos en un castillo cuyo dueño fue asesinado en las cruzadas. El recinto ha sido usurpado por un tal Manfred que, ignorando la maldición que esconden esos muros, se determina a vivir una vida acomodada. Pero después del casamiento de su hijo con una mujer y de la extraña muerte que lo sucumbe, comienzan los grandes problemas en este misterioso Castillo. Y comenzarán una serie de situaciones extrañas que pondrán en tela de juicio el buen razonamiento de Manfred e irán trastornando paso a paso al lector.

Walpole y el misterio

Desde muy pequeño Horace Walpole se sintió atraído por el misterio y toda su literatura se encuentra bañada de misticismo y oscuridad. Cuando tenía unos treinta años adquirió una granja a orillas del Támesis que tenía un pequeño castillo; al que reformó totalmente hasta darle un aspecto gótico y llamativo. Allí se dedicó a su fundamental afición, la escritura. Fue autor de poemas, sátiras e incluso cultivó el ensayo histórico.

«El castillo de Otranto» surgió en esta mínima campiña y tuvo la originalidad de presentarse como una de las primeras novelas de carácter gótico que se ambientaba en otra época. Escrita en 1764 esta novela transcurre en un castillo medieval lleno de pasadizos secretos y extraños objetos. Un escenario donde presenciamos una potente historia matizada por ilusiones ópticas, sucesos sobrenaturales y llamativos juegos del azar y de la mente humana.

Ya casi estamos en Halloween, ¿no les parece una buena forma de penetrar esta semana tan tradicional y tétrica con una potente historia de terror? No podíamos dejar afuera del desván de los libros perdidos esta maravillosa obra. Tan valiosa como otras historias terroríficas que hemos traído anteriormente; tales como Carmilla, de Joseph Sheridan Le Faun, «La cara del miedo», de Nikolaj Fröbenius y «La caída del rey» de Johannes Jensen.