La poesía centroamericana se encuentra repleta de voces maravillosas e ineludibles. La de Claribel Alegría es una de ellas. En nuestro ciclo de entrevistas para el recuerdo rescato algunas de las palabras de esta maravillosa poeta y aprovecho para invitarlos a acercarse a su obra.
En Nicaragua a Claribel Alegría (Estelí, 1924) la llaman «su Majestad» y su poesía se lee en las escuelas, en los actos públicos; es una verdadera eminencia de las letras nicaragüenses. Y no sólo ha sabido dejar un legado poético ineludible sino que también ha traducido a voces imprescindibles de la poesía universal como la de Robert Graves. Su poesía es una oración constante a favor de la paz y de la igualdad; por eso muchos la reconocen dentro del grupo de autores pertenecientes a la Generación Comprometida.
Alegría se define como una buscadora de la curiosidad a quien le gusta escarbar para llegar al fondo de las cosas; para descubrir lo que la realidad esconde, o lo que se esconde en la realidad. Para eso le gusta pensar que más que una persona intelectual es alguien intuitivo con un gran poder imaginativo.
La escritura es para Claribel una forma de establecer un diálogo con ella misma y a la vez para ir de ella a los demás, para comunicarse con los otros. Dice que si no quisiera compartir lo que siente o imagina, si no quisiera comunicarse con los demás, no escribiría.
Los escritores parecen buscar desesperadamente algo que se les ha escapado, una verdad que parece velada para ellos, un rincón en el que poder sentirse a salvo. Claribel dice que su palabra favorita es «amor» y que para ella la vida es una oportunidad para
Sólo una forma hay de acercarse a la escritura y conseguir buenos frutos; resultados como los que Alegría viene cultivando desde que se lanzó a ella: asombrarse frente al mundo; mirar las cosas cada día con la misma curiosidad del primer día.
Cuando se le pide un consejo para los jóvenes; no lo duda: «persigan sus sueños», dice.
Entre las lecturas nicaragüenses y salvadoreñas, sus dos patrias, a Claribel le resulta difícil decantarse. Nombra a Cardenal, a Sergio Ramírez, a Daysi Zamora, a Blanca Castellón, a Roque Dalton. Todas lecturas ineludibles, ¡qué duda cabe!
Este año Alegría cumplirá 92 años y continúa escribiendo con la misma fuerza que a los 20. ¡Ojalá todas lleguemos así! Dice que sólo hay una forma de conocerla: leyendo su poesía.
El año pasado se publicó en Visor «Pasos inciertos», una antología que reúne su poesía completa. Para ella fue muy especial este libro porque eligió cada uno de los poemas que lo conforman. Dice:
Hace unos años le pidieron a Claribel que escribiera su autobiografía para publicarla en una editorial norteamericana pero ella se resistió: la única forma de conocerla, dice, es leyendo su poesía.
Y hablando de poesía, le gusta definirse en aquellas palabras de Pessoa que dicen que escribir poesía es una manera de estar solo. Y para ella, desde siempre, ha sido una forma de charlar consigo misma, de conocerse más, y de darse más al mundo.
Muchos de los poemas que se reúnen en esta antología nos permiten acercarnos a una poeta comprometida; sin embargo a ella le cuesta definirse con esos parámetros.
La voz y la mirada de Claribel Alegría son dos de los regalos maravillosos que nos ofrece la poesía. ¡No dejen de leerla!
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