A lo largo de la historia hemos tenido acceso a grandes poemarios y a novelas que han marcado nuestro acervo cultural. No obstante, tampoco podemos olvidarnos del teatro. Sí, de esas grandes obras teatrales que nos han llevado a otro tiempo y a otro lugar, que nos han entretenido, que nos han servido para identificarnos con los personajes…
Por todo eso y mucho más, continuando con un artículo anterior, queremos darte a conocer algunas obras de teatro no escritas en castellano que se han convertido ya en verdaderos clásicos y que merece la pena que las leas:
Un tranvía llamado deseo
En el año 1947 fue cuando se estrenó este trabajo del escritor estadounidense Tennessee Williams (1911 – 1983), que consiguió el prestigioso Premio Pulitzer. Desde su presentación pública se ha llevado y se sigue llevando a los escenarios de todo el mundo.
Cuenta la historia de Blanche, una mujer arruinada y de vida muy clásica en muchos sentidos. Esta, por distintos avatares de la vida, la obligan a marcharse a Nueva Orleans, donde vivirá con su hermana (Stella) y el marido de esta (Stanley), que destaca por ser muy rudo.
La protagonista esconde un secreto y se comporta de tal manera que provocará no uno sino varios conflictos en el seno de la citada pareja. Conflictos que pondrán a todos en jaque.
El sueño de una noche de verano
En 1595 fue cuando el gran dramaturgo inglés William Shakespeare (1564 – 1616) llevó a cabo la escritura de esta comedia, que no solo se ha representado en el teatro sino que incluso ha sido adaptada al cine.
Cinco actos son los que dan forma a esta obra que gira en torno al amor que surge entre Hermia y Lisandro. Un amor un tanto complicado porque el padre de ella quiere que se case con Demetrio y porque este, a su vez, ha dejado a Elena para casarse con aquella.
Sin embargo, todo se complica aún más cuando Teseo, basándose en la ley de Atenas, le da a Hermia cuatro días para hacer realidad el deseo de su padre. De no ser así, deberá morir.
Precisamente por ese motivo Hermia y Lisandro urden un plan para escapar de la ciudad y poder vivir su relación. Sin embargo, ella comete un error al contarle dicho plan a Elena. Sí, porque esta desvela el mismo a Demetrio. Esto da lugar a que los cuatro se encuentren por la noche en el bosque, desde donde los enamorados pretenden huir, y así se vivirán situaciones de lo más pintorescas.
El avaro
1668 fue, sin embargo, el año en el que escritor francés Molière (1622 – 1673) presentó esta comedia en cinco actos que se ha convertido en un clásico de la dramaturgia.
Como su propio título indica, gira en torno a la figura de un hombre que si destaca por algo es por ser un usurero, lo que le lleva a que no tenga amigos ni personas que le aprecien. Él desea casarse con una joven que, sin embargo, se ha comprometido con su hijo.
Y todo se complica aún más cuando al protagonista le es robada su caja del dinero y todo hace indicar que el responsable ha sido el criado. Un hombre este que intenta encandilar a la hija del avaro.
En un próximo artículo, más obras clásicas de teatro no escritas en castellano que debes leer.
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