El fin de semana me ha tocado meterme de cabeza en mi biblioteca para reorganizar la camada de libros que ha ido llegando este año y que aún no tenía un lugar en los anaqueles. He aprovechado para cambiar la forma de clasificarlos para que me resulte más sencillo dar con los títulos que necesito enseguida.
¡Qué delicia es pasarse unas cuantas horas quitando y colocando libros en la biblioteca! Sin duda, los lectores tenemos nuestros gustos y uno de ellos, y que evidentemente nos define, está vinculado a la forma en la que clasificamos nuestros libros. Hoy escribo sobre las diversas formas de hermanar a nuestros fieles compañeros.
8 formas de organizar los libros en tu biblioteca
Decidir reordenar nuestros libros es una forma de planificar en torno a nuestra vida, de reorganizar, de quitar el lastre y de poner los nombres en su lugar. Y al igual que sucede en la vida, cada lector tiene sus propios métodos de hacer limpieza. Aquí te dejo 8 formas de clasificar los libros de la biblioteca que pueden venirte bien para mantener tus lecturas prolijas y fáciles de encontrar.
1- Según el Sistema Dewey
El Sistema Dewey es el que se utiliza en las bibliotecas y puede ser sumamente práctico, sobre todo, si tienes muchos libros. Consiste en ordenar los volúmenes con códigos, teniendo en cuenta dos de sus características: su temática y los subtemas que abarca. Es un método jerárquico que puede adaptarse a las necesidades y los gustos de cada usuario; que permite incluir cuantas subcategorías se quiera y que deviene en un orden minucioso de los libros. No obstante, exige un trabajo exhaustivo, porque debemos colocar en el lomo de los libros su código correspondiente, y quizá no sea del todo práctico (o necesario) en una biblioteca personal.
2- Por orden alfabético
Esta es una de las formas más comunes de clasificación de bibliotecas personales: siguiendo el orden alfabético de los autores. Generalmente se realiza teniendo en cuenta los apellidos de los escritores, pero puedes hacerlo decantándote por el nombre; es decir, busca la forma en la que creas que te resulte más sencillo recordar y navegar entre tus libros. Este método puede ser muy práctico porque nos permite encontrar las lecturas con rapidez y sin poner patas arriba la biblioteca.
3- Por editorial
Esta no parece una buena clasificación porque a veces no recordamos bien a qué editorial pertenecen los libros que tenemos, sin embargo, si te gusta priorizar el aspecto de tus anaqueles antes que el orden práctico, puede resultarte interesante. Así podrás tener los hermanos de casa en una misma línea y tus estantes van a verse parejos.
4- Por tipos de lecturas
Esta es otra alternativa que puede servirte si cuentas con una biblioteca muy variada y copiosa. Consiste en separar los libros teniendo en cuenta las edades a las que van dirigidos. Así, en un estante puedes poner las lecturas infantiles, en otro los libros juveniles y en otra sección la literatura para adultos. Tomando en cuenta esta clasificación puedes separar los libros según género, tipo de literatura o las etiquetas que se te ocurran.
5- Por orden de lectura
Quizá resulte una forma muy poco práctica pero si te interesa hacer un seguimiento de tus lecturas y verlo reflejado en tu biblioteca, posiblemente este orden te sirva para eso. Puedes disponer por orden cronológico los libros que vayas leyendo y así saber cómo ha sido tu progreso lector a lo largo del tiempo. Una de las cosas positivas que tiene esta forma de clasificar los libros es que no tienes que preocuparte por dónde van los nuevos libros, porque siempre les tocará el último hueco del estante. Lo negativo es que al limpiar la biblioteca, pueden desordenarse y corres el riesgo de perder ese equilibrio que has cuidado con tanto mimo.
6- Por color y tamaño
Esta es otra forma de organizar los libros más propia de los fanáticos de lo estético, que desean ver sus bibliotecas impecables y que no les preocupa si para ello deben prescindir de un orden eficiente. Así que, si te interesa tener una biblioteca que destaque por sus cuidadas paletas de color y enamore a cualquiera que pose sus ojos sobre ella, incluyéndote, esta forma de clasificar a tus fieles amigos puede ser idónea para ti.
7- Según un orden personal
Si bien todas estas formas de clasificar tus libros pueden ser idóneas, te recomiendo que te dejes llevar para encontrar tú mismo el método que mejor te cuadre, a fin de guardar tus lecturas de una forma en la que sepas que te va a resultar sencillo dar con ellas en cualquier momento. Una buena organización puede ser encontrar un método que combine aquellos que más te gusten, a fin de tener una biblioteca ordenada y vistosa.
8- Por género y orden alfabético
A mí me ha tocado liarme a nombres el fin de semana, y he pasado de clasificar los libros según las editoriales a reorganizarlos por género y autores (en orden alfabético siguiendo el nombre de pila: los apellidos nunca se me fijan). Cuelgo aquí algunas fotos de mis estantes, y te animo a reorganizar tus lecturas. ¿Por cuál de todos estos sistemas de clasificación te decantarás?
Comentarios1
Muy interesante. Gracias !
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