¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

A veces estamos tan sobrepasados de ideas que no somos capaces de aunar nuestras energías para hacer algo que realmente valga la pena. La inspiración que instantes antes nos embargaba se va al garete y una frustración asesina nos sobrecoge.

¿Qué podemos hacer en esta situación? Si bien cada autor tiene sus pequeños trucos para enfrentar el fracaso o la falta de inspiración, tener en cuenta ciertos consejos que a otros les funcionan, nunca está demás.

En este artículo he reunido algunos tips para poner en práctica en esas situaciones en las que la inspiración se vuela y la loca de la casa parece haber decidido abandonarnos para siempre.

Volver al principio

Al comenzar un escrito o trabajo en el que la creatividad es fundamental tenemos miles de ideas navegando en nuestra cabeza y una ilusión irrefrenable por ponerlas en práctica.

Pero muchas veces ese impulso vital del principio se va apagando con el correr del tiempo y las múltiples frustraciones a las que se ve expuesta nuestra inventiva. ¿Qué podemos hacer ante esta situación? Aquí hay algunos consejos que podrían ayudarnos a recuperar esas ganas de comernos el mundo.

Cuando no hay párrafo que nos convenza lo mejor es dejar lo que estamos haciendo y replantearnos los objetivos de nuestro trabajo. Lo fundamental es saber por qué escribimos; es decir cuáles fueron las razones que nos llevaron a encarar ese proyecto y, en consecuencia, si todavía las consideramos lo suficientemente fuertes como para seguir inmersos en él.

¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

Todos tenemos motivos para emprender una determinada tarea y ser siempre conscientes de ellos es lo que puede ayudarnos a no perder el norte. A veces, por determinadas cuestiones nos acostumbramos a una tarea y el camino nos va llevando; a tal punto que olvidamos nuestras metas. Entonces, lo mejor es replantearnos el esquema de trabajo y descubrir si nuestros objetivos son verdaderamente válidos. Y, de no ser así, modificarlos o cambiarlos rotundamente.

A veces una pequeña sacudida a nuestra conciencia puede bastar para que retomemos la actividad y para que, de improviso, la inspiración regrese a nosotros y nos permita trabajar con el entusiasmo y la confianza de los primeros tiempos.

Buscar espacios de expansión creativa

Algunas actividades despiertan en nosotros el deseo de escribir. En mi caso, por ejemplo, ver una buena película en la que se narra una historia bien hilvanada me inspira muchísimo, al igual que lo hace irme un rato al medio de la naturaleza y observar la vida desde otra perspectiva.

La inspiración se despierta cuando ciertos estímulos externos rozan nuestros hilos profundos y nos impulsan a expresarnos de forma artística, no es algo que podamos manejar o presionar pero, al descubrir esas actividades que pueden colaborar con el despertar de la loca de la casa, podemos provocarnos con mayor o menor éxito esas sensaciones.

¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

Buscar el estado de relajación es primordial para que la inspiración llegue a nosotros. Si estamos tensionados porque no somos capaces de escribir no conseguiremos que nos salga una sola frase que nos convenza; en cambio, si buscamos poner la mente en blanco y relajarnos, posiblemente de pronto sintamos fluir esa imaginación y destapemos ese bloqueo.

Las actividades que nos ayuden a expandir nuestra creatividad pueden ser infinitas. Depende especialmente de quiénes somos, qué cosas nos gustan y, sobre todo, qué experiencias estimulan nuestros hilos internos y nos llevan a expresarnos a través de la escritura.

Leer a los maestros

Hay personas que creen que para escribir sí o sí hay que leer a Borges o a Joyce. Personalmente creo que cada uno debe descubrir a sus propios maestros. No necesariamente serán quienes se hayan dedicado a nuestro mismo género sino aquellos que consideramos son muy difíciles de alcanzar y que nos generan el desafío de mejorar. Recurrir a ellos en busca de la inspiración es una excelente opción.

Cuando leemos a aquellos autores que nos han cautivado y que posiblemente nos hayan incentivado a que nos dediquemos a esta vocación, algo se despierta en nosotros que nos lleva a sentarnos frente a una hoja y poner en palabras esas ideas que dan vueltas por nuestra cabeza.

¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

Para recuperar la inspiración también puede ser sumamente útil el plasmar sobre una hoja una tormenta de ideas. Escribir todas esas cosas de las que deseamos hablar para encontrar la idea que más nos convenza. Posiblemente descubramos una que destaque por sobre las demás y que sea a la que deseemos dedicarle el resto de la tarde, en busca de algo inspirador o auténtico.

Cuando estamos en esa situación en la que sentimos que las palabras no acuden a nuestras manos y que las ideas se han volado como por arte de magia debemos recordar que ni somos los primeros que pasan por esa situación ni seremos los últimos. No somos especialmente malos o buenos por eso. Así que en vez de plantearnos por qué nos ocurre eso, busquemos una solución. Hagamos que la loca de la casa se sienta cómoda y desee trabajar para nosotros nuevamente.

¿Cómo escribir cuando no estamos inspirados?

Comentarios5

  • Rapsodico

    Ver una buena peli, pasear por un parque o la playa... Tomo nota. Creo me hace falta un poquito de relax y esperar que las ideas que llevo dentro cojan forma.
    Gracias por tus consejos. 🙂

  • José Luis González

    Lo importante es leer, leer y leer... escribir, escribir y escribir ... y saber tirar con humildad muchas cuartillas a la papelera... al final nos gustará lo que hayamos escrito aunque no sea lo que pensábamos escribir. Escribir sin grandes artificios... que suben muy alto,,, pero no llegan al corazón del lector... pues no han salido de nuestro corazón.
    Es mi sencilla opinión y gracias por tus ideas y consejos que estoy de acuerdo con ellos.

    Un saludo

  • montse gasol

    Bueno, a mi me toca un buen paseo por el campo.

  • Mauricio Arango

    Tienes razón; hay momentos desiertos, sin temas, sin palabras. A mi, me funciona empezar con algo; cualquier cosa, casi que: No tengo sobre que escribir, y algo se le "pega" como inicio.

  • Edna Diaz

    Me encantó lo que has escrito y muy válidos tus planteamientos,pero no hay nada más atemorizante para un autor que una página en blanco como y así supongo que le pasará a Dracula cuando ve una estaca. Gran aportación tuya para estas letras.



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