En este artículo haremos un repaso sobre aquellas palabras que no siempre usamos correctamente en el mundo de la edición y de los libros.
¿Conoces la diferencia entre portada y cubierta? Si no lo tienes del todo claro, este artículo puede interesarte, porque será uno de los puntos que analizaremos en este repaso sobre lenguaje vinculado al mundo de la edición.
Diferencias entre portada y cubierta
Aunque solemos utilizar indistintamente estas dos palabras, no significan lo mismo. Todos los libros tienen su cubierta y su portada, que se encuentra ubicada en un orden determinado dentro de la distribución de sus partes.
La cubierta es la parte exterior del libro, que suele tener una imagen y la información más relevante: título, nombre de autor (en el caso de las traducciones, también de quien ha estado a cargo de ésta) y editorial que la publica.
La portada es la segunda página del libro, donde aparecen estos mismos datos. La portada forma parte de la tripa del libro, que a su vez se encuentra ensamblado en la cubierta (y de ahí el nombre de ésta).
En el exterior del libro tenemos también la solapa, que suele estar unida a la cubierta y contiene más información acerca de los autores y la editorial.
Muchas veces las propias editoriales no muestran con claridad esta información y los lectores terminamos confundiéndonos; sin embargo es importante estar al tanto de estos datos para evitar equivocarnos.
Diferencias entre margen y sangría
Estos otros dos conceptos también suelen confundirse en el mundo de la edición; sin embargo, sus diferencias están clarísimas.
El margen de la hoja es el espacio en blanco que hay en un documento en cada uno de sus cuatro lados. En algunos casos se lo destaca a través de una línea fina vertical que atraviesa la hoja, pero también puede verse como un espacio en blanco simplemente.
El margen puede variar entre un documento y otro pero nunca dentro de un mismo documento.
El término sangría sirve para referirse a la distancia entre el margen de la hoja y el inicio del párrafo: la sangría izquierda del comienzo de la línea y la derecha del final.
En un mismo documento la sangría puede variar. La sangría de primera línea suele contener un mayor espaciado que las sangrías de los párrafos posteriores, por ejemplo.
Teniendo en cuenta estas diferencias, no conviene confundir estos dos conceptos.
Diferencias entre narrativa digital y narrativa transmedia
Otros dos términos que suelen utilizarse indistintamente son «narrativa digital» y «narrativa transmedia». Pero no significan lo mismo. Aquí te aclaramos la diferencia.
Se conoce como «narrativa digital» a un tipo de escritura en prosa que se alimenta de las posibilidades de nuevos servicios de comunicación y lectura para ampliar su horizonte. De este modo, a medida que vamos leyendo una novela que se encuadra en la narrativa digital encontramos hipervínculos, fotografías o enlaces a otros proyectos, que pueden servirnos para entender mejor la obra, y comprender la intención del autor al componerla.
La «narrativa transmedia» es un tipo de escritura siempre abierta, como los programas de código abierto, que se presenta con una serie de límites pero que está abierta para ser modificada por los lectores. Suele alimentarse también de los mismos elementos que la narrativa digital, pero a diferencia de ésta, deja una puerta abierta para que los lectores continúen la historia o enriquezcan el valor de la obra. Las obras que se conocen como «fanficciones» pertenecen a esta categoría. En este caso los personajes pueden ser tomados de la vida real o de una obra preexistente y encauzados en un contexto de corte absurdo o inventado.
Como podrás notar, muchas veces sabemos de lo que hablamos pero no lo hacemos con las palabras adecuadas. Y a veces, esa confusión nace por encontrarnos con los conceptos mal utilizados en nuestro entorno. Por todo esto, nunca viene mal repasar un poco, para dar con las palabras precisas y aprender a comunicarnos mejor. ¿No te parece?
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