Para muchos, el escritor albaceteño Juan Carlos Arce es un reconocido dramaturgo, y están en lo cierto. Sin embargo, no podemos pasar por alto que también nos ha legado novelas de gran calado e innegable valor, que han hecho que se convierta en un referente dentro de la literatura española y en una pluma ganadora de numerosos y relevantes premios como el Fernando Lara de Novela, que obtuvo en 2002.
Si tú aún no has leído ninguna de sus narraciones, te recomendamos que lo hagas y, más exactamente, que comiences descubriendo las que están consideradas como obras emblemáticas de su carrera:
Melibea no quiere ser mujer
La primera novela que publicó el autor es esta, de 1991, que gira en torno a la obra La Celestina, un clásico literario que se considera escrita por Fernando de Rojas. Y precisamente este es el protagonista de este otro relato.
En concreto, se nos cuenta que es un estudiante de Salamanca que un día, tras la borrachera de un amigo y el asesinato del mismo, se encuentra un manuscrito muy interesante que habla sobre el amor entre Calisto y Melibea. Un documento que le atrae y le encandila pero que está sin concluir, por lo que decide dar con su autor. Para saber el final Así, será como irá descubriendo que algunos de los personajes son reales y se verá envuelto en una situación muy peligrosa que hará que la Santa Inquisición le tenga en el punto de mira.
Los colores de la guerra
El citado Premio Fernando de Lara fue el que obtuvo esta otra novela de 2002 de Juan Carlos Arce, que se enmarca dentro de lo que es el género histórico.
La historia arranca situándose en la España del año 1939, un momento convulso por la Guerra Civil que se está produciendo. En concreto, se nos presenta una de las principales preocupaciones que tiene en ese momento el bando republicano y que no es otra que la necesidad de salvar de los bombardeos a algunas de las obras más valiosas e importantes que existen en el Museo del Prado. Una salvación que llevará a que tomen protagonismo desde depósitos subterráneos en tierras catalanas hasta el robo de una pintura de Velázquez pasando por la huida de una joven republicana. Todo un conjunto de hechos y personajes que tienen un nexo común: el amor, ya sea el de pareja, el que siente por unos ideales o el que se refleja en el arte.
El matemático del rey
Otra de las narraciones que consideramos más emblemáticas dentro de la bibliografía del citado autor es esta, del año 2006, que toma como figura central al rey Felipe IV. Este tiene dieciséis años de edad y se encuentra formándose a fondo gracias a la ayuda inestimable de su maestro, Juan Lezuza.
Un docente ese que, dejando de lado las tramas e intrigas que hay en la corte, le explicará al monarca que la Tierra se mueve alrededor del Sol, una idea que la Iglesia ha rechazado de pleno y que ha provocado que quienes la defendían hayan acabado siendo quemados en la hoguera.
¿Preparado para disfrutar con las novelas de Arce?
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