Internet es sin duda una de las grandes revoluciones tecnológicas que ha visto la humanidad en los últimos siglos; revolución que ha modificado principalmente el ámbito de la información y la comunicación.
Al día de hoy son pocas las personas que continúan leyendo la prensa en papel, hay quienes lo hacen por costumbre, pero a su vez también leen la prensa online. Los periódicos on-line o cibermedios viven transformando la forma de redactar y distribuir la información.
Las nuevas tecnologías han permitido también que los apasionados a la escritura y el periodismo pudiéramos emprender un camino en este sendero de la información; pudiendo escoger entre el sendero tradicional en el que se arrinconan los periodistas de toda la vida o uno menos claro pero más apto para las mentes ávidas de conocimientos y nuevos rumbos, el de los blogueros.
Y tan fuerte ha sido esta última opción que en menos de una década, la RAE ha aceptado este término en lugar del anglicismo blogger e incluso ha creado su voz femenina: bloguera (lo cual es razonable teniendo en cuenta que más del 70% de los redactores digitales son mujeres).
Gracias a Internet podemos consumir información de una forma directa, a través de la lectura o de las imágenes: es un espacio en el que el texto se acompaña y necesita de las imágenes y lo mismo ocurre a la inversa.
No obstante, redactar para este medio no es tan sencillo, la prueba está en que muchos periodistas tradicionales, buenos en el lenguaje de la prensa escrita, han bajado los brazos frente al lenguaje de los medios digitales.
Claves para una buena redacción
Para construir redacciones periodísticas que ofrezcan posibilidades hipertextuales, multimediáticas e interactivas es muy importante estar en contacto con las nuevas herramientas y aprender a comprender cómo se rige la comunicación entre escritores y lectores de este medio.
Existen básicamente tres tipos de textos periodísticos en Internet: la noticia (se narran hechos acaecidos en la actualidad), la crónica (el narrador ejerce de cronista para contar algo de forma literaria) y el reportaje (un escueto trabajo con imágenes e infografía). Teniendo en cuenta el público al que nos dirigimos el vocabulario a utilizar puede variar; por otra parte, de acuerdo al tipo de información que deseemos dar se pretenden textos más o menos extensos.
El diseño y la distribución del contenido en Internet debe desarrollarse de tal forma que resulte sencillo localizar la información más significativa sin demasiado trabajo. Se prefieren para ello párrafos cortos en los que resaltemos aquellas palabras que mejor representen la idea que se quiere expresar.
Darle importancia a la visibilidad
Un tema fundamental en Internet es el posicionamiento. Siendo tan inmenso el ciberespacio es muy difícil destacarse, para ello lo mejor es conseguir que nuestra web se encuentre bien accesible para los motores de búsqueda. Y el contenido es, sin lugar a dudas, una de las principales herramientas de las que disponemos para conseguirlo: buscar contenido interesante que reúna palabras clave que puedan servir de puntal entre el texto y las búsquedas de los usuarios en los motores de búsqueda es una de las mejores y principales decisiones que debe tomar un redactor digital.
Para que un texto reúna las características ideales para convertirse en un artículo susceptible de ser leído debe contar con un buen titular y una estructura que lo vuelva amable para el lector digital, mucho más ágil y nervioso que el lector tradicional.
El titular debe ser bien descriptivo. Por ejemplo, si escribimos la reseña de un libro lo ideal es que el titular incluya el nombre de la obra y del autor; de este modo cada vez que un lector busque una de ambas posibilidades, nuestro artículo pueda salir en la lista.
Herramientas a disposición del redactor digital
En los nuevos medios se espera el modelo de la pirámide invertida: es decir, la conclusión se presenta al comienzo de los textos, porque de este modo los lectores sabrán si continuar con la lectura o no.
Es cierto es que este tipo de estructura puede resultar un poco contraproducente dependiendo del tipo de texto que estemos redactando; muchas veces, dar la conclusión al comienzo nos arruina el texto y por eso no es recomendable. Aunque, existe una buena forma de trabajar con esta estructura sin destrozar el impacto del texto. Se trata de ofrecer la conclusión en primera instancia e ir dando pequeñas sorpresas y curiosidades a lo largo del artículo que motiven al lector a leer el trabajo de forma íntegra. Si el texto es extenso (más de 500 palabras) es conveniente que incluyamos subtítulos.
Las herramientas más utilizadas por los redactores digitales para llamar la atención de los lectores son encabezados, listas, ladillos, negritas; pequeños recursos de la escritura que permiten jugar con el contenido para cautivar la atención de los seguidores. Lo importante, como siempre es no abusar de ellos, porque entonces se ensuciaría el texto y sería sumamente incómodo de leer.
Si siempre has soñado con convertirte en periodista pero deseas lanzarte por un camino no tradicional, quizás sea el momento de encaminarte por la senda de la redacción digital; no obstante, ten presente que para llevar a cabo una buena labor es fundamental estar dispuesto a aprender muchísimas cosas que a simple vista no te resulten útiles y puede que hasta te parezcan aburridas, pero que son fundamentales para conseguir que tus escritos sean leídos por un amplio número de lectores.
Comentarios1
Pautas para saber expresar de forma adecuada lo que queremos comunicar en este gigantesco mundo que es Internet. Me ha parecido muy ilustrativo y necesario.
Un abrazo, Tes.
¡Muchas gracias, Rapsódico! Espero que te sean útiles para tus Balas de Tiza. 😀 Un abrazote.
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