Construcción de Personajes en «El túnel» de Ernesto Sábato

Entre las virtudes que más me atraen de los autores se destaca la forma en la que crean a sus personajes. Sinceramente, mis favoritos son aquellos que consiguen hacerlo con una maestría tal que esas entidades se quedan conmigo para siempre.

Todos tenemos personajes favoritos. Yo también, y son muchos. En Sábato prefiero a Agustina pero también siento una verdadera devoción por la ira (explico más abajo a qué me refiero) en «El túnel».

Construcción de un personaje contradictorio

Cuando leí por primera vez «El túnel» de Ernesto Sábato, no me gustó. Había leído con anterioridad «Sobre héroes y tumbas»; un libro que me marcó profundamente y que me dejó un buen sabor de boca, si se puede en la literatura lúgubre de la primera etapa literaria de Ernesto. Y «El túnel» me dio la misma impresión que «El jugador» de Dostoyevski. Como si se tratara de un libro escrito al pasar, sin demasiados objetivos literarios.

Claramente, me equivoqué. A mi favor puedo decir que la primera vez lo leí por las típicas y necias exigencias de la educación sistemática. Nunca voy a entender por qué piensan que obligarte a leer una novela es una buena forma de hacerte entrar en la literatura. Por suerte mi pasión por las letras ya existía, y no dependía del éxito de tan ridícula tarea.

«El túnel» es un libro que te permite acercarte de lleno a la construcción de un personaje repugnante. Alguien que se desprecia a sí mismo y que siente ira y una violencia reprimida que puede evidenciarse en su manera de reaccionar frente a los acontecimientos.

Este rasgo del personaje puede asemejarse al que presentan ciertos personajes de las historias de Maupassant y Poe. Una personalidad impulsiva, cambiante y que tiende a la dramatización de todo; que analiza su entorno desde un punto de vista crítico y, a la vez, que no es capaz de reconocerse en él.

De todas formas, esto no es algo auténtico de Castel, sino de la realidad en la que se encuentra inmerso. La crisis que vive la civilización occidental se manifiesta en esa tristeza y desgano. Una sociedad que vive la violencia como una forma de comunicación, a veces la única posible.

El desequilibrio emocional no es llamativo tratándose de un personaje que vive en una realidad cambiante y, en cierta forma, desequilibrada.

Ahí reside uno de los rasgos más interesantes de él y algo que Sábato supo hacer de maravilla; la personificación de las angustias metafísicas típicas del argentino de clase media, frente a la crisis, la situación política que nunca se define. Y, sobre todo, frente a la vida que se va; y con esa nostalgia que se respira en el ambiente por esos tiempos mejores.

La ira y los problemas psicológicos, como entidades

En esta obra los problemas psicológicos del personaje y la soledad son protagonistas. No de la vida del individuo, sino de la obra. Son entidades que embadurnan las páginas y que te exigen como lector que las analices por separado; que las tomes en cuenta más allá de la realidad del propio personaje.

Y ya que hemos hablado en otras ocasiones acerca de la importancia de crear personajes auténticos y bien definidos; creo que la lectura de este libro puede ayudarnos muchísimo.

Conseguir que ciertas emociones o sentimientos universales cobren vida propia y se conviertan en protagonistas fundamentales de las páginas, de una historia, es una de las mejores formas de expresar la creación literaria.: Donde no hay individuos ni lugares, sino entidades que adquieren formas diferentes; emociones que transmutan en nombres más o menos conocidos y que se vuelven el sello universal del autor que sepa ponerlas mejor en palabras, que sepa entenderlas con mayor maestría.

Y creo que Sábato supo hacer en esta obra una verdadera explicación acerca de los fines de la escritura y de la importancia que las ideas tienen. Es decir, de lo poco abstractas que son, al fin de cuentas.

Los cambios en Castel

Castel es un personaje que sufre los embistes de una realidad en la que no se reconoce y, a la vez, de la que no puede huir. Pasa de la incomprensión a la ira, y se deja llevar por unos celos irracionales porque entiende que es la única forma de salir de esa «oscuridad».

El trabajo que hay en ese personaje creo que es altamente destacable y lo convierte en una de las obras imprescindibles para todo autor de ficción. Entender lo que el paso del tiempo y las circunstancias obran en cada personaje es el secreto para alcanzar una historia creíble, donde los personajes evolucionan, como lo hacemos todos (para bien o para mal) en el mundo.

Para terminar les dejo una frase extraída de la obra en la que se puede percibir esa ira que gobierna a Castel, la cual lo llevará a hacer cosas que no se imaginaba… Y, por supuesto, les recomiendo esta obra corta y magnífica de Sábato.