Hoy llegamos al final de nuestro miniciclo sobre el doble fantasmagórico o doppelgänger. Les recuerdo que ya hemos publicado otras tres partes de este tema: la introducción al concepto, el doppelgänger en las leyendas nórdicas y alemanas y el doppelgänger en la literatura clásica. Si no los han leído, pueden echarles un vistazo para llevarse la idea completa de este ciclo.
En el artículo de hoy hablaremos sobre algunos relatos contemporáneos que tienen al doble fantasmagórico como protagonista. Espero que les guste.
El doble fantasmagórico y las enfermedades mentales
Hace poco publiqué una reseña sobre «En el lado sombrío del jardín», de Eva Losada Casanova (El Funambulista). En este libro la autora nos plantea una historia donde la presencia del doble fantasmagórico es fundamental. Una joven vuelve a la casa de su infancia con el deseo de comprender muchas cosas que le quedaron inconclusas del pasado. Lo que allí se encuentra es una realidad que parece haberse paralizado en el tiempo, donde sus peores miedos afloran y la llevan a confundir realidad y mundo mágico.
Comienza a revivir momentos significativos en su vida y redescubre una compañía que la había ayudado a sobrevivir todos esos años: su gemela malvada. De todas formas, Losada va más allá del misterio e intenta explicar con la razón la aparición de este personaje, reconociendo un problema emocional en la protagonista. Se vuelca así en una análisis de la estructura mental del personaje e intenta darnos herramientas para discernir lo que pertenece al mundo mágico y lo que forma parte de la realidad de la joven.
Pese a ello, nunca consigue explicarlo del todo; quizá porque la existencia del doble fantasmagórico es algo difícil de rechazar y tanto más complicado de encerrar en teorías y explicaciones pragmáticas. Les recomiendo esta lectura si desean acercarse a una visión auténtica sobre este elemento tan explotado en la literatura.
El doppelgänger en la obra de José María Merino
La segunda lectura que voy a tomar se compone de una serie de cuentos de José María Merino (Páginas de Espuma) que pertenecen a su último libro «La trama oculta» los cuales se construyen a medio camino entre lo fantástico y lo real.
En el cuento «Duplicado» el protagonista se ve aquejado por una presencia extraña que no es otro que su doble, que parece adelantarse a todos sus planes y termina desbaratándolos. Citas a las que el protagonista llega tarde y los interlocutores lo observan con extrañeza preguntándole si se ha olvidado algo. Encuentros con el portero del edificio en el que vive en los que debe escuchar que ya lo ha visto pasar apenas unos instantes antes por la misma puerta que da a la calle. Y todas situaciones de este tipo que llevan a confundirse completamente. A medida que la narración va creciendo, el personaje quiere desvelar a toda costa la identidad de aquella presencia, aunque sabe perfectamente que es él mismo, y busca la forma de deshacerse de ella.
En «La vieja pálida» el recurso del doppelgänger da un pequeño giro: se trata más bien de una presencia fantasmagórica diferente, aunque tiene algunos elementos en común con el doble, como el hecho de que represente los miedos más profundos del protagonista y le juegue una mala pasada, con esa insistencia de los dobles. Se trata de una historia en la que un ladrón de carteras le roba a una vieja su pensión y huye del transporte público en el que viajan. Al llegar a su casa el joven descubre que lo que le ha robado es en realidad un papel que tiene una inscripción: «Te quedan tres días». A partir de ahí el joven comienza a desarrollar una pequeña carrera contra la muerte y contra aquella vieja pálida. En este caso Merino parece apoyarse en esa idea presente en las leyendas nórdicas que dice que aquellas personas que se encuentran con su doble, van a morir pronto.
En la coda de este libro hay una serie de microrrelatos que también trabajan con la idea de doble fantasmagórico. «Convivencia», «El intruso» y «El fantasma» son tres ejemplos bien diferentes y definidos de la presencia del doble en la literatura de José María Merino. Tres narraciones en las que nos encontramos con la posibilidad de un doble con diferentes matices. Sin duda Merino sabe amortizar perfectamente este recurso plantándose a mitad de camino entre realidad y ficción.
Para terminar sólo cabe agregar que la importancia del doble fantasmagórico no reside tanto en la naturaleza de la que está hecho sino de la duda que instala en el protagonista acerca de su propia identidad. Y sin duda la literatura ha sabido dar buena cuenta de este curioso recurso ofreciéndonos historias escalofriantes e intensas cuyo eje fundamental es la posibilidad de que existan dos individuos idénticos y se ponga en duda la veracidad de aquel que parece el real de los dos.
Y hasta aquí llegamos con este miniciclo, espero que les haya gustado y que no dejen de leer estas maravillosas lecturas para vivir en carne propia esas posibilidades que se abren ante la presencia del doble fantasmagórico.
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